20 Personas contaron situaciones tan surrealistas que nos hicieron creer en la existencia de otras dimensiones

Historias
hace 3 años

¿Alguna vez has estado en una situación en la que todo carece de lógica y no encuentras una explicación plausible (a menos que haya otra dimensión), al punto de detenerte a pensar: “Espera, esto no es posible”? ¿Te ha sucedido que te cruces con una persona en la calle y luego te la vuelvas a encontrar, o tener un sueño extraño y descubrir que tu amigo soñó exactamente lo mismo que tú? ¿Qué sucede realmente en estas situaciones misteriosas?

En Genial.guru hemos recibido numerosos reportes de hechos extraordinarios contados por los lectores. Como nos fascinan los “misterios”, queremos compartir contigo los más impresionantes. ¡Buena lectura!

  • Mi madre me contaba que, cuando yo era muy pequeña, al pasar por algunos lugares los señalaba y decía cuándo había ido, y qué había allí. Y ella siempre me seguía la idea. Pero, según ella, yo nunca había estado en esos sitios. Sin embargo, por alguna razón aleatoria de la vida terminaba yendo y se daba cuenta de que yo tenía razón sobre lo que decía. ©Mayra Kreva / Facebook

  • Estaba conduciendo por una carretera tranquila, con pocas curvas. No había andén, y al otro lado había un barranco. Iba a unos 100 km / h, cuando me adelantó un coche que empezó a frenar delante de mí y tuve que reducir la velocidad. Al mismo tiempo escuché en la radio “vas a llegar muy temprano”, solo que yo no tenía radio... cuando miré hacia adelante el auto ya no estaba. En ese preciso instante, se estalló una llanta y me detuve a centímetros de la orilla del abismo... si hubiera ido más rápido no estaría aquí para contarlo. ©Jeferson Rosa / Facebook

  • Tenía 5 años como mucho, y jugaba en el salón de la casa donde vivíamos mis padres y mi abuela. Desde la ventana se podía ver quién llegaba, y cuando llegaban las “visitas”, apenas las veía corría a avisarle a mi abuela. Un día apareció en la ventana un chico guapo, rubio, de ojos azules, que me sonrió y me dijo: “ve y llama a tu abuela”. Fui y le dije que había llegado un muchacho, pero nadie llamó a la puerta. Se lo describí, y mi abuela se sorprendió. Años después supe por qué: era mi abuelo, quien había vivido en esa casa y había fallecido en 1968. PD: siempre que cuento esta historia, parece que vuelvo a vivir esa escena, perfectamente. PD (2): lo vi otras veces. ©Fábia Rossoni / Facebook

  • Cuando tenía aproximadamente 9 años, recuerdo que llegaba de la escuela a eso de las 5:30 pm, y siempre veía un programa de televisión. No recuerdo el nombre de esa emisión. Lo cierto es que mis padres dicen que ese programa nunca existió, que es un invento de mi cabeza ©Débora Atzori / Facebook

  • Una vez, en el trabajo, salí de mi oficina y vi a una de mis colegas jugando con unos papeles en su oficina. Le dije “buenos días”, ella se despeinó el cabello, dijo “buenos días” y siguió jugando con los papeles mientras yo iba a tomar café. Me demoré un poco y recordé que necesitaba hablar con ella sobre algo. Fui a buscarla y otro colega me dijo que aún no había llegado a la empresa. “¿Cómo que no ha llegado? ¡Si la vi y hablé con ella hace un rato!”. La llamé, y me dijo que ya estaba en camino, que llegaría en pocos minutos. Todavía bromeamos con esto. Quizás fue la falta de café. Es una de las cosas más extrañas que he experimentado, porque la vi allí, le hablé y me respondió... ©Joana Cristo / Facebook

  • Una vez soñé con una amiga mía... una amiga suya necesitaba ayuda, y en este sueño esta persona estaba muy angustiada. Entonces (todavía en el sueño) le pedí a mi amiga que fuera a consolarla. Al otro día le conté a mi amiga mi sueño. Sin inmutarse, ella me respondió: “Ya sé, me pediste que fuera a hablar con Marlene porque estaba angustiada”. ¡Y me lo dijo como si compartir el mismo sueño fuera de lo más normal del mundo! Nota: un tiempo después me enteré de que Marlene estaba angustiada porque su esposo quería pedirle el divorcio. ©Renata Guedes / Facebook

  • Para ir a visitar a mi madre, tomaba un autobús que me dejaba en una estación que quedaba relativamente cerca de su casa. Unos años después, en esa terminal, no pude tomar el autobús de siempre, así que tomé el que más me acercaría. Mi mamá y mi hermana juran que esta línea de autobús nunca existió, y que por eso no la encontré, pero recuerdo perfectamente haberla usado muchas veces. ©Julia Cortez / Facebook

  • Cuando tenía unos 10 años, recuerdo haber visto un programa de humor en la televisión local. Comenzaba a las 8 pm todos los viernes, siempre lo veía. Recuerdo muy bien el nombre de los personajes... Sin embargo, le he preguntado a varias personas de mi edad y a los mayores, y nadie recuerda el programa, es más, me dicen que ese programa nunca existió. He investigado y nada... ©Marcelo Souza / Facebook

  • Mi madre era una señora muy humilde. Un día me dijo tranquilamente: “Hija, ¡deja hacerme esas bromas de venir a visitarme con ropa vieja y sombreros antiguos... y quedarte callada!”. Le dije: “¿Estás loca, mamá? ¡Solo vine aquí el domingo!”, “¡Pero eras tú!”, respondió, “¿Entonces quién era? ¡Dios mío!”. Mi madre era una mujer lúcida. Realmente se asustó, y prefirió nunca volver a tocar ese tema... ©Irani Santos Da Silva Castro / Facebook

  • Un día, estaba sentada en el sofá de la sala, que estaba del lado izquierdo de la ventana, y se podía mirar un poco hacia la calle. Por el rabillo del ojo vi que se cerraba la puerta de una casa. Lo que me asustó fue que esa casa en realidad estaba frente a la mía, y no podía verla a través de esa ventana lateral, ¿entienden? ¡Es como si se hubiera “teletransportado”! Lo más extraño fue que, cuando dejé de mirar, la casa desapareció y solo estaba lo de siempre, en ese mismo lugar. Así que fui a ver por la puerta principal y allí estaba ella, en el lugar habitual, con la puerta realmente cerrada... ©Ana Paula Saraiva / Facebook

  • Estaba en una carretera de Portugal, conduciendo en mi coche, cuando me pasó un autobús. Inmediatamente sentí que ahí había alguien a quien conocía. Así que lo seguí hasta la parada y, para mi gran sorpresa, vi a mi hija bajarse. Resulta que volvía de un viaje y yo no sabía nada. ©Anderson Carlos Dias / Facebook

  • Recientemente viví una experiencia muy extraña que involucra a mi hija de 3 años. A la hora del almuerzo, mi cuñada ingresó al hospital para tener a su bebé. Pasamos la tarde sin tener noticias... Alrededor de las 5:30 pm, mi hija y yo pasamos frente al hospital y esta me dijo: “Mamá, vi a la tía Olivia allí” (un pequeño detalle: yo no le había dicho NADA de lo que estaba pasando). Dijo con toda certeza que había visto a su tía, pero eso no era posible, porque el bebé nació a las 6 de la tarde, por parto normal, y desde que mi cuñada se registró no había salido de la habitación. ¡Qué cosa más extraña! ©Ana Carolina Perciano Ribeiro / Facebook

  • En el 2000, yo ya era un adolescente. Un día, escuché en la radio una versión de la canción “Amor perfecto”, de un cantante llamado Tino. Aún hoy tengo la voz grabada en mi mente. Sin embargo, por más que la busque, no encuentro esa versión. Si alguien la conoce, por favor, hágamelo saber, necesito volver a escucharla. ©Taynar Victoria / Facebook

  • Cuando tenía 10 años, estaba en una fiesta con mi mamá. Un chico muy parecido a mí pasó por nuestra mesa y nos saludó. Más de 25 años después, soñé que estaba en una fiesta, que pasé al lado de una mesa en donde había una mujer y un niño, y los saludé. Éramos mi mamá y yo. ©Ronan Inacio / Facebook

  • Un día estaba saliendo del guardarropa de mis padres y llegué al pasillo. A mitad de camino, vi a mi perro corriendo hacia mí y, para no pisarlo, salté. Detalle: mi perro ya había muerto hacía siete u ocho años. ©Camila de Mello / Facebook

  • Cuando tenía unos 4 años, mi abuelo enfermó gravemente. Recuerdo haber visto a varias personas vestidas de blanco caminando por la casa y a una mujer hablando con una de mis tías. Esta mujer le dijo que se lo llevarían, y mi tía estuvo de acuerdo. Entonces todos se fueron. Mi abuelo murió ese mismo día, pero ninguno de mis otros tíos recuerda a estas personas, solo mi tía y yo... ©Patricia Moraes / Facebook

  • Antes de conocer a mi esposo, hice un viaje a otro estado. Vi su rostro más de una vez durante esa gira de 20 días. Lo vi en el autobús, en la plaza del pueblo, en las fotos que me mostraban de la familia... Cuando volví del viaje, fui a la escuela y lo conocí. Era un estudiante nuevo, pero yo estaba familiarizada con sus facciones desde hacía algún tiempo... Todavía siento escalofríos cuando pienso en eso. ©Patricia Oliveira Paz / Facebook

  • Hubo un día en el que no existí. Era un fin de semana y estaba “dentro de la habitación”, pero no puedo recordar exactamente lo que hice, solo recuerdo estar sentada en la cama. Pasó un rato y de repente decidí bajar las escaleras. Mi madre vino a preguntarme dónde había estado, pues había registrado mi habitación y no me había encontrado. Le pregunté qué fecha era: había “perdido” un día. Hasta hoy, ella sigue pensando que me escondí o algo así... Sé que no estaba durmiendo porque habría dormido casi 40 horas seguidas y eso era imposible. Tampoco había dormido nadie en mi cama... ©Bárbara Collares / Facebook

  • Estaba en un hospital visitando a mi jefe, cuando de repente escuché su voz, pero en esa habitación nadie escuchó nada, solo yo. Estaba hospitalizado y no hablaba. ©Paula Pauli / Facebook

  • Siempre dormía en la casa de un hombre con quien salía, pero esa noche tuvimos una pelea y fui a casa de mi madre. Tan pronto como llegué, me quedé profundamente dormida. De repente, escuché la voz de un hombre que decía: “¡Pronto, levántate y grita!”. Yo seguí durmiendo sin entender qué pasaba. En ese momento, la voz insistió, parecía angustiada, y de pronto sentí que alguien intentaba sacarme de la cama. Repitió: “¡Levántate y grita!”. Podía sentir perfectamente las manos de una persona en mi espalda. Entonces grité: “¿Quién está ahí? ¿Por qué están tocando el techo?”. Y me desperté sentada en la cama. Para mi sorpresa, después de decir todo eso sin darme cuenta, escuché el sonido de las tejas al ser arrancadas y dos personas corriendo. Siempre que recuerdo eso se me pone la piel de gallina. Los ladrones arrancaron las tejas de un cuarto y creo que ya estaban entrando, pero mi grito los asustó. Dios me protegió. ©Josiane Oliveira / Facebook

Y tú, ¿has vivido alguna situación tan rara que no tienes idea de lo que pasó en realidad? No dudes en compartirla con nosotros, en la sección de comentarios. ¡Tu historia podría hacer parte de nuestro próximo artículo!

Imagen de portada Ronan Inacio / Facebook

Comentarios

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Pues, yo estoy acostumbrada a tener muchos sueños que se cumplen y deja vu muy seguido

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bueno, pues yo estoy segurisima de haber visto con mi hija un programa corto, no duraba mas de 5 minutos en Nickelodeon, en los años 90, que se llamaba algo asi como "Cuando gira nuestro autobus escolar", ella ni nadie lo recuerdan, lo busque en internet y no hay ninguna referencia, pero estoy absolutamente segura de que lo veiamos.

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