Pobre niño el que acabó con los ojos pintados con marcador
20 Pruebas de que la relación entre hermanos es el amor bien condimentado con humor picante
La relación entre hermanos rara vez es sencilla, especialmente durante la infancia. Se puede pasar de “te quiero, hermano” a “mejor hubiéramos adoptado un perro” y viceversa en un minuto 20 veces al día. Pero lo importante no cambia: los niños siempre tienen un compañero de juegos y travesuras que recordarán para siempre.
En Genial.guru, creemos que crecer en una familia numerosa les brinda a los niños una experiencia invaluable que les permite reaccionar con humor ante cualquier situación. Después de todo, pocas personas pueden bromear de una persona tan hábilmente como su hermano o hermana, que lo conocen como la palma de su mano.
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A los 27 años, tuve la crisis de “¿hay vida después de los 30?”. Durante 3 años, parecía que “la juventud estaba llegando a su fin”. Todos veían esto y trataban de no mencionar el tema para no lastimarme aún más. Y en mi cumpleaños número 30, mi hermano menor me felicitó con las palabras: “Bienvenida a la cuarta década”. © Julia Sh. / Facebook
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Tenía entre 15 y 16 años, un novio con una moto y dos hermanos que eran 12 y 13 años menores que yo. Salimos con los niños, por supuesto estaban encantados con el transporte. Les dije: “Mi novio los llevará a dar una vuelta, pero no se lo digan a nadie”. Los dos estuvieron de acuerdo y prometieron que nunca dirían una palabra. Mi novio los llevó, por supuesto, muy lentamente, ni siquiera recuerdo si encendió el motor. Cuando íbamos de regreso a casa, solo hablaban sobre el “viaje” y el secreto. Cuando entramos, ambos corrieron hacia nuestra madre y gritaron: “¡Mamá! Dimos vuelta en una moto muy rápido, pero no se lo digas a nadie, ¡es un secreto!”. Mamá respondió: “Por supuesto que no se lo diré a nadie”, y me miró. ¡Me castigaron! © Irolidushka / Pikabu
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Tengo 29 años, mi hermana tiene 26. Un día, estábamos divirtiéndonos, hacíamos ruido, y mis vecinos de abajo llamaron a la policía. No sabíamos nada. Cuando alguien golpeó la puerta, no lo escuchamos de inmediato. Cuando abrí, vi a una mujer con desprecio en la mirada, ella gritó para que todos los vecinos la escucharan: “¿Qué estás haciendo? ¡Maltratas a tu esposa!”. Mi hermana solo pudo responder: “Solo estábamos jugando...”. © Bauırjan Qazırov / AdMe
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Cuando era pequeña, era terriblemente habladora y pegajosa. Muy a menudo, molestaba a mi hermana mayor (tenemos una diferencia de edad de 18 años). Y para deshacerse de mí, me daba un caramelo de dulce de leche. Mi hermana me recomendaba morder el caramelo con mucha fuerza, diciendo, que así era más sabroso. Los caramelos eran muy grandes y bastante duros, así que un caramelo bastaba para 20 a 30 minutos de silencio. © SunInPalm / Pikabu
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Una noche, estábamos mirando la televisión en la habitación de nuestros padres. Yo estaba jugando con el control remoto y en la pantalla apareció la palabra “Comprar”. Le pregunté a mi hermano qué significaba eso y me dijo que de esta manera podía pedir caramelos y dulces en una tienda cercana y recogerlos allí al día siguiente. Presioné ese botón una y otra vez. El dueño de la tienda siempre parecía desconcertado cuando me acercaba al mostrador y decía: “Me llamo tal, vine a recoger mi pedido”. © unknown user / Reddit
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En ese entonces, yo tenía 5 años y mi hermano 10. Una vez, mi madre nos dio dinero para helado. Fuimos a un puesto cerca de la casa, compramos un helado en un vaso de cartón cada uno, nos fuimos a casa comiendo el helado. Mi hermano dijo: “Vamos a jugar a quién se come el helado más rápido”. Empecé a sacar apresuradamente los trozos fríos con un palo de madera, dándome cuenta de que la pelea iba a ser difícil y tenía pocas posibilidades de ganar, pero noté que mi hermano ni siquiera se apuraba y estaba comiendo despacio. Yo no entendía nada y, sin reconocer la trampa, me comí felizmente todo el helado, aunque él no había llegado ni a la mitad. “¡Gané!”, dije. Y mi hermano respondió con una sonrisa: “Está bien... Pero yo todavía tengo helado, y tú ya no”. Lloré de resentimiento. © Moontravel / Pikabu
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Nuestros padres adoraban a Joe Dassin y sus canciones sonaban en nuestra casa todo el tiempo. Mi hermano menor, de 4 años, también se enganchó con él. Teníamos un vecino llamado Remi con un corte de pelo similar al de Joe. Una vez, mi hermano mayor y yo bromeamos y le dijimos al niño que él era Joe, solo que se escondía de los fanáticos bajo un nombre falso. El niño, por supuesto, no sabía que Dassin había muerto hace mucho tiempo. Y entonces nuestro hermano comenzó a vigilar al vecino constantemente. Un día, vio que Remi salió para sacar la basura y corrió hacia él. Luego, este vecino, terriblemente avergonzado, se acercó a nuestros padres y les dijo: “Su hijo me abrazó y dijo que adora mis canciones. Me preguntó si podía cantarle una. No sabía qué hacer y respondí que sí”. Por cierto, era veterinario. © jeannne / AdMe
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Recuerdo que, un día, llegué a casa y mi hermano me ofreció venderme varias pinzas para el cabello por unos centavos y, además, me daría una barra de chocolate “como un regalo para todos sus clientes”. Bueno, pensé que no estaba mal: era barato, además venía con una barra de chocolate. Las compré. Resultó que, en mi ausencia, nuestra abuela había llegado y le dijo a mi hermano que me diera todo eso. © TheExplorer / Pikabu
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Desde pequeños, mi hermano mayor y yo competíamos mucho (yo soy el menor). Nos peleábamos y nos gritábamos el uno al otro. También nos castigaban juntos. Llegó al punto de que nos robábamos las novias el uno al otro. Crecimos, yo tengo 29 años, mi hermano tiene 34. Todo terminó cuando simplemente le dije que él era genial, que su trabajo era mejor y, de hecho, que era un verdadero ganador. Me sonrió y dijo que yo era más valiente que él, que tengo habilidades y carácter. Después de eso, empezamos a llevarnos muy bien. Pero nuestras esposas empezaron a competir por quién es más genial. Las miramos y nos reímos. © Escuchado por ahí / Vk
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En los días en que las cámaras personales no podían tomar fotografías instantáneas, mis primos mayores me tomaron una foto, sacaron una foto de un mono de la parte trasera de la cámara y afirmaron que era mi foto. Eso fue hace 80 años y todavía no me han pedido disculpas. © Judith Brandes / Quora
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Cuando era niña, encontré la sombra de ojos azul de mi madre en una bolsa de maquillaje, me maquillé y convencí a mi hermano menor de que había hecho toda esta belleza con un marcador. Inmediatamente decidió repetirlo y se pintó la cara con un marcador. © NoitaU / Pikabu
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Mi hermano y yo disfrutamos desafiándonos mutuamente con competencias absurdas. Una vez, lo hice actuar “como si estuviera embarazado” durante toda una semana. Tuvo que salir de esta forma frente a nuestros padres, sus amigos, su novia e incluso maestros, y fue bastante divertido ver sus rostros llenos de vergüenza e incomprensión. Pero mi broma favorita está relacionada con Halloween: tuve que ponerme un disfraz de pollo, entrar a KFC y gritar: “¡No te atrevas a comer mis pollos!”. Más tarde, me enteré de que el chico que me gustaba en ese entonces y que es mi novio actual, así como algunos de mis amigos, estaban allí en ese momento épico. © Kiara Bay / Quora
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Cuando era chico, a mi novio le encantaba burlarse de su hermana menor. Él, su hermana y su madre estaban en la cocina comiendo ravioles. En cuanto su hermana se daba la vuelta, él le arrojaba imperceptiblemente sus ravioles y ella preguntaba con sorpresa: “¿De dónde aparecen?”. Y su hermano le respondió: “Mientras te das vuelta, nacen”. Después de eso, empezó a comer más rápido y no miraba a su alrededor. © “Escuchado por ahí” / Vk
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Cuando era chica, me encantaba lavar platos. Cuando mis padres se iban por todo el día, nos daban tareas a mi hermana y a mí: mi hermana tenía que hacer la limpieza y yo tenía que lavar los platos. Entonces, después de que mis padres se iban, mi hermana me decía que me permitiría lavar los platos con la condición de que yo hiciera la limpieza. Y yo era feliz y hacía todo por las dos. Cuando tenía 10 años, me di cuenta de la crueldad con la que me explotaba mi hermana. © unknown user / Bash.im
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Mi hermano, debido a que es 7 años mayor que yo, era una gran autoridad para mí. Una vez, dijo que si yo comía comida seca para gatos, me convertiría en una gatita. Por supuesto, realmente quería convertirme en una, así que comí la comida para gatos a escondidas de mis padres. ¡Todavía nos reímos! © shalfeyy / Pikabu
¿Cómo se burlaban de ti tus hermanos? ¿Y tú de ellos?
Comentarios
Me reí mucho con el papel de regalo personalizado XD
No me llevo para nada bien con my hermana.