22 Historias sobre alquileres que demuestran que algunos dueños pueden ser una pesadilla

Historias
hace 3 años

Arrendar un inmueble es un gran cambio, ya que tenemos que descubrir un nuevo sitio que será nuestro refugio y nuestro hogar durante algunos años. La emoción por comenzar a crear momentos de felicidad y calidez hogareña está a flor de piel. Pero luego de la mudanza, a veces las cosas pueden complicarse cuando descubres la verdadera cara de los propietarios o las sorpresas del lugar, que no hacen más que causar dolores de cabeza.

En Genial.guru recopilamos algunas anécdotas que compartieron los usuarios sobre las experiencias más desafortunadas y ridículas que tuvieron mientras alquilaban.

  • Cuando yo alquilaba, la dueña me hacía llevarle el recibo del agua y de la luz con el sello de “pagado”. Yo pagaba por banca móvil y aplicaciones, era un pleito constante por no llevar los recibos sellados. © Alo’o Lopez / Facebook
  • Vivo desde hace un año en una casa y el dueño empezó a hacerle arreglos mientras yo estaba en ella. Al principio no me molestó, pues me convenía. Primero cambió todas las puertas (que son unas 8) y luego las pintó completamente. Durante otros 15 días, trabajaron levantando mucho polvo al lijar, luego tumbó el lavadero por completo y lo cambió de lugar, y nuevamente fue casi un mes de reparaciones. No tranquilo con eso, tumbó todo el baño y lo construyó desde cero dejándonos una semana sin tener dónde bañarnos y sin servicio de agua varios días porque cambió las tuberías. Para rematar, todos los materiales que quitó y le sobraron los dejó aquí guardados hasta ver qué hace con ellos, y son 4 puertas, un sanitario, adobes, arena, cemento, tuberías, varillas y una ventana. © Diana Amariles / Facebook
  • Cuando alquilaba con mi marido, la dueña iba todos los días a ver quién entraba y salía. Un día estábamos durmiendo y escuchamos un ruido, ella estaba en el comedor parada husmeando todo. No sabía qué decirme cuando abrí la puerta de la habitación y la miré. Ese fue el último día que estuve ahí, al otro nos fuimos, ya no confiábamos, porque entraba y salía siempre. © Verito Bustamante / Facebook
  • No es mía, pero mi amiga solía vivir en una casa donde el propietario pintaba sobre el moho negro. © mcp613 / Reddit
  • Mi mamá es la propietaria en este caso, así que supongo que esta es una mala historia de inquilinos. Tenía inquilinos que acababan de tener un hijo y tiraban por el inodoro las toallitas húmedas para bebés (que no se pueden tirar) y causaron que todo el sótano se inundara. Después de arreglarlo, continuaron tirándolas hasta que el sótano se inundó nuevamente solo unos meses después. Enorme pesadilla. © JohnnyShakeNBak / Reddit
  • Quería alquilar un lugar que fuera bueno y más barato. El agente del arrendador me dijo que tenía que pagar el primer mes, el último mes y un depósito de seguridad de al menos un mes, además de una tarifa de solicitud no reembolsable de 75 USD. Les di un cheque para todo el año y la tarifa de solicitud. El agente tomó mi cheque, lo cobró y aun así no me alquiló porque la oficina me dijo que no podían verificar mis ingresos. Les tomó tres meses devolverme mis depósitos, y solo mediante una carta enérgica de un abogado. Cuando les recogí el cheque, tuvieron el descaro de preguntar por qué no me quedaba con ellos. © DukeBeekeepersKid / Reddit
  • La señora que me rentaba un cuarto medio amueblado me dijo que estaba prohibido ingresar comida y que yo tenía todo sucio. Se metía a revisar cuando yo estaba trabajando, me dijo que por las noches estaba prohibido estar despierto y que tenía que bañarme antes de las 6 porque no podía prender el agua caliente varias veces al día. Me tocó bañarme con agua fría en invierno. © Marina Hernandez Gomez / Facebook
  • Viví con mi expareja durante casi dos años en una casa de campo alquilada. La casera, que era la vecina, cuando nos mudamos se fue y dejó a sus gatos en el terreno, así que por pena los cuidé como si fueran míos. Cuando llegó el momento de irnos de la casa, se inventó que las paredes tenían la pintura gastada (desgaste más que normal si pintas con pintura de mala calidad) y que tenía que calcular el precio de la pintura y la mano de obra para descontarla de la fianza. Se ve que haciendo los cálculos, le dio menos de lo que esperaba, porque se inventó más cosas para llegar al importe total de la fianza, y se quedó tan pancha sin devolvernos ni un peso. © Paula Pérezz Rodríguez / Facebook
  • Una vez encontré un departamento muy bonito. Cuando estaba esperando para firmar el contrato, descubrí que había una puerta que parecía un panel de pared que daba hacia el departamento vecino, donde vivía el dueño. Él tenía la llave y podía entrar en cualquier momento, y me lo dijo. ¡En mi cara pelada! Salí tan rápido que no me vio ni el polvo. © Pa Su / Facebook
  • Rentamos un apartamento y al lado vivían los dueños. En la entrada tenían una cámara y estaban pendientes de cuándo salíamos o llegábamos. Y cuando alguien nos visitaba, los dueños siempre preguntaban quién era esa persona y a qué había venido, y también entraban sin pedir permiso. © Abby Zavala / Facebook
  • Alquilé un monoambiente con mi pareja en el Gran Buenos Aires, casi nunca estábamos en casa por motivos de trabajo y solo llegaba para bañarme y dormir. La dueña siempre que venía a cobrarnos los servicios nos enseñaba las boletas, pero nos parecía que pagábamos muchísimo de agua y luz cuando no teníamos ni refrigerador, ni lavadora, ni tele. Hasta que al sexto mes mi pareja se dio cuenta de que en la boleta decía la dirección de la residencia principal, donde habitaba la dueña. Estábamos pagando los servicios de la casa de ella, que estaba a 10 cuadras. © Anthonietta Dávila / Facebook
  • Cuando me fui a vivir sola a otro estado, me dijeron que me fuera a un tipo hostal, así que fui a verlo. Solo era para mujeres, cobraban 3000 pesos de renta hace como 18 años, era un cuarto superpequeño con un catre, la regadera era un tubo y solo podías bañarte cinco minutos, no podías cocinar ni traer comida, y a las diez de la noche se cerraban las puertas. También, por otra cantidad, la dueña te daba comida y desayuno, y la supuesta regadera estaba bloqueada por la taza del baño. Por cierto, eran como diez habitaciones enanas, le di las gracias y ella me dijo: “Mira, es tu oportunidad, a mí se me saturan, pero te estoy dando prioridad”. Le dije: “Gracias, señora, aún no quiero vivir en la cárcel, y mucho menos pagar por ella”. © Alejandra Gilibert / Facebook
  • Fue a mediados de la década de 2000. Mi esposa y yo acabábamos de comprar una casa y pudimos programar que nuestra fecha de cierre fuera poco antes del final de nuestro contrato de arrendamiento. Notificamos a nuestros propietarios, una pareja de ancianos, que no renovaríamos, aunque no recuerdo si les dijimos por qué, y acordamos que estaríamos fuera el último día del contrato de arrendamiento.

    Habíamos conseguido que todas nuestras cosas fueran trasladadas a la casa. Mi esposa recibió una llamada de uno de los propietarios, que había pasado por el lugar de alquiler y estaba preocupado por la cantidad de limpieza que habíamos hecho. Realmente no habíamos hecho una limpieza profunda todavía, ya que planeábamos hacerla otro día. El hecho de que los propietarios hubieran pasado sin previo aviso, aunque el lugar estuviera desocupado, debería haber sido una señal de alerta para nosotros, pero habían sido bastante buenos hasta ese momento, así que no le dimos mucha importancia.

    Fuimos a hacer nuestra limpieza profunda: quitar el polvo, fregar los baños, barrer y trapear los pisos, pasar la aspiradora, etc. esperando recuperar nuestro depósito de seguridad. Cuando recibimos la carta de los propietarios, decía que, dado que no habíamos usado un limpiador de alfombras para limpiar en profundidad las alfombras, no recuperaríamos todo nuestro depósito. Redacté una carta cortés pero severa señalando las múltiples leyes que habían violado y solicitando el resto del depósito de seguridad, o nos pondríamos en contacto con las autoridades correspondientes. Recibimos el resto de nuestro depósito y nos alegramos de habernos librado de ellos. © balthazar_blue / Reddit
  • Cuando estaba alquilando, era casi imposible ponerme en contacto con el propietario cuando necesitaba algo. Tenía moho en las paredes del dormitorio principal (hasta el punto de enfermarme); la ducha se rompió después de una semana y no funcionó durante 6 meses hasta que finalmente la arreglé yo mismo; la ventana de la sala de estar no cerraba correctamente y mi vecino de la planta baja, que también era su inquilino, se quedaba despierto hasta las 3 de la mañana todas las noches tocando música hardcore rave a máximo volumen. Llamé decenas de veces (literalmente, decenas), envié mensajes de texto y correos electrónicos e incluso escribí una carta. No solucionó ninguno de los problemas. Una vez no pagué el alquiler (deliberadamente, para llamar su atención) y él estaba golpeando mi puerta al día siguiente. © MagnificentColossus / Reddit
  • Alquilé un condominio y lo vendieron. Me dieron 60 días para mudarme. Me mudé en 30 y me cobraron por los dos meses completos. © DarrenEdwards / Reddit
  • Hace muchos años, por el trabajo de mi esposo nos fuimos a vivir a otra ciudad, muy calurosa por cierto. No conocíamos a nadie y mucho menos la ciudad, y el compañero de trabajo de mi esposo se ofreció amablemente a ayudarnos a encontrar una casa en renta. Nos recomendó la casa de un compadre suyo y sin dudarlo la alquilamos sin verla. ¡Dios! Han sido los 6 meses más largos y tormentosos de mi vida.

    La casa se encontraba en una privada de 10 casas, geográficamente era la más alta y no le llegaba la poca agua que aventaba el municipio cada tercer día. Tenía que lavar a las 2-3 de la mañana porque era la hora a la que caía algo de agua, a veces nos teníamos que bañar con agua de garrafón porque no había más, jamás pudimos bañarnos en la regadera. Además, la casa estaba infestada de hormigas, se veían caminos negros de hormigas por todos lados. Era la única casa que no tenía mosquiteros y de pronto podíamos ver entrar por las ventanas tremendas cucarachas. Toda la casa en general era fea, sin pintura, grasienta, sucia de años.

    Salimos huyendo en cuanto pudimos, y aun así fueron a preguntarnos si queríamos comprarla. Después, nos enteramos de que las personas que nos alquilaron se habían ido días antes de nuestra llegada y se habían ido a rentar a otro lado. Prefirieron rentar su casa e irse a otro lado antes que arreglar la suya propia. © Isabel Estrella / Facebook

¿Cuál es la historia más surreal que has tenido o que has escuchado sobre los dueños de viviendas? ¿Qué es lo que no podrías tolerar del propietario de tu hogar?

Imagen de portada StephMess18 / Reddit

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