Traicioné a mi mejor amiga por su esposo, pero la vida me está devolviendo el golpe

El posparto puede ser una de las etapas más intensas y solitarias en la vida de una mujer. Entre el cansancio extremo, los cambios hormonales, el dolor físico y el desafío de conocer a un nuevo ser humano que depende completamente de ella, muchas mamás se encuentran deseando algo más que visitas cortas y regalos para el bebé. A veces, lo que más se necesita es alguien que escuche sin juzgar, que cocine sin que se lo pidan o que simplemente pregunte “Y tú, ¿cómo estás?”.
Muchas mamás decidieron hablar sin filtro y contar lo que de verdad necesitaron en esos días caóticos, donde todo gira en torno al bebé y cuidar de ti misma pasa al final de la lista y si es que hay tiempo para ello... Desde favores simples hasta gestos que les salvaron la cordura, estas historias nos recuerdan que el apoyo real no siempre se nota a simple vista, pero sí se siente.
Porque a veces, lo que más ayuda no es lo que traes en las manos, sino lo que ofreces con el corazón. ¿Y tú, recuerdas algo que realmente necesitaste, o que alguien te ofreció, en esos primeros días?