20 Historias de primeras citas para morirse de vergüenza... y de risa

¿Por qué el inofensivo castor es una amenaza para los bosques argentinos? La respuesta es sencilla: aunque no sea agresivo con el hombre, no es autóctono de esa región, y se trata de una especie invasora.
A veces se piensa que si una especie se multiplica es una buena señal, pero en ocasiones el aumento de su población se descontrola y perjudica a otras especies de la región, ganando terreno y generando daño ambiental y económico. A continuación, una explicación de lo que son las especies invasoras y algunos ejemplos de animales exóticos que se propagaron sin control por varios países.
Una especie invasora es un organismo que no es originario o nativo de un área en particular. Las especies invasoras pueden causar un gran daño económico o ambiental para la nueva región.
Que una especie sea de otra área no la hace automáticamente invasora, sino su rápida adaptación y reproducción, y el hecho de que cause daño a la propiedad, a la economía y a otras especies nativas de un lugar en particular.
Algunas de las especies son introducidas en un nuevo hábitat por accidente, y otras de forma intencional, por ejemplo, como control de plagas. En 1949, se introdujeron cinco gatos en Isla Marión, una isla sudafricana ubicada en el océano Índico. Se esperaba que redujeran la población de ratones. Para 1977 había cerca de 3400 gatos en la isla, poniendo en peligro a las aves de la región.
Otras veces, las especies invasoras son mascotas exóticas que se escapan o son liberadas en la naturaleza. Es el caso de un gran número de pitones birmanas que fueron liberadas en la zona de las Everglades, en Florida, aunque su procedencia es del sudeste asiático. Con el tiempo, pusieron en peligro a especies locales, como el ibis blanco y el carrao, dos aves zancudas. La población de cotorras argentinas en España también se multiplicó en las últimas décadas como consecuencia del mascotismo.
Muchas especies invasoras logran prosperar porque compiten con ventaja frente a las especies nativas por el alimento. Otras veces, se asientan en un nuevo lugar porque allí no son cazados por depredadores.
Por ejemplo, en Guam (una isla al sur del Pacífico) se introdujeron serpientes arbóreas marrones entre los años 40 y 50. Se multiplicaron porque ningún otro animal las cazó, y al día de hoy llevaron a la extinción nueve tipos de aves.
A veces la falta de control hace que las especies invasoras perjudiquen el hábitat o la economía. Es el caso de las nutrias introducidas por rancheros en Norteamérica. Estos animales comen juncos y pastos altos que funcionan como ecosistema de muchas otras especies, además de prevenir la erosión del suelo.
Un visitante inesperado en los ríos europeos preocupa a los ambientalistas: el pez siluro. El río Guadalquivir, en la ciudad española de Sevilla, se convirtió en el nuevo hábitat preferido de esta especie. El problema radica en su voracidad y en su rápida reproducción, que pone en jaque a otras especies con las que comparten el caudal.
El siluro es una especie exótica para España, y puede llegar a medir dos metros y medio de largo y pesar hasta 120 kilos. Fue introducido por el biólogo alemán Roland Lorkowsky en 1974, quien llevó 32 ejemplares provenientes del río Danubio hacia el río Segre, y su expansión facilitada por aficionados a la pesca que transportaban al pez de un lugar a otro.
El peligro reside, según Carlos Fernández, profesor de zoología de la Universidad de Córdoba, en que disminuye las especies nativas: “Es una máquina de destrucción que come entre el dos y el cuatro por ciento de su peso corporal todos los días. Puede cazar aves como patos y gansos, e incluso cormoranes, de los que se han encontrado restos en su estómago”.
Lo que empezó como una iniciativa para impulsar la economía terminó siendo un problema. En 1946, la armada argentina trasladó diez parejas de castores desde Manitoba, Canadá, hasta la provincia austral de Tierra del Fuego. La intención era promover la comercialización de pieles de castor y atraer turistas a esa región, entonces despoblada.
Sin depredadores, los castores se multiplicaron rápidamente, y en los años 60 incluso cruzaron la frontera hacia Chile. El principal problema es que los castores talaron árboles nativos para alimentarse con sus hojas y construir represas con sus ramas. Esas estructuras desviaron los ríos y provocaron inundaciones masivas que dificultaban el paso y afectaban carreteras. Los castores incluso muerden las cercas que contienen ovejas para pastoreo, y en 2017 llegaron incluso a morder cables de fibra óptica, dejando sin servicio de Internet a Ushuaia, la capital provincial
Otra especie que se multiplicó sin control es la rana toro, de origen norteamericano. Su presencia llegó a varias partes del mundo, debido a su voracidad y a la falta de depredadores. Además, según el biólogo Cecil Schwalbe, estos anfibios podrían ser portadores del hongo quítrido. Aunque en su mayoría son inmunes a él, no quita que afecte a otros ecosistemas o especies de ranas de otras regiones.
El pez león es una de las especies invasoras con más alcance en los océanos de todo el mundo. Si bien su origen es el Indo-Pacífico, llegó a las costas mediterráneas y al Caribe y Sudamérica. Ahora se lo encontró incluso en los mares de Brasil.
El pez león causan un gran daño a los ecosistemas locales, ya que se alimenta de especies nativas y altera la cadena alimenticia. Su adaptabilidad a diferentes regiones y su falta de depredadores hacen que sea muy difícil controlar su población. Los especialistas están asombrados (y alarmados) de que haya llegado hasta las costas brasileras. Estos ecosistemas poseen miles de especies endémicas que ahora están en peligro, a menos que se revierta la tendencia.
Imagina tener tu pícnic arruinado por visitantes indeseadas. Es el caso de varios turistas que se ven afectados por la avispa chaqueta amarilla en diferentes regiones. Este insecto es originario de Alemania, pero extendió sus dominios hacia Oceanía, Sudáfrica, los Estados Unidos, Chile y Argentina.
Por su agresividad hacia humanos y otras especies animales, las avispas afectan al turismo. No solo los visitantes son propensos a picaduras, sino también otras especies que ellos quieren ver.
Se usan diversos métodos para controlar a una especie invasora. A veces, la solución está en introducir otra especie predadora, como el caso del cactus Opuntia, planta nativa americana, que estaba creciendo sin control en Australia. La solución del gobierno fue llevar la polilla del cactus, depredadora natural del cactus.
Los gobiernos trabajan para educar al público general sobre las especies invasoras. Por ejemplo, el gobierno estadounidense recomienda a los barcos pesqueros internacionales limpiar bien sus barcos antes de regresar, lo que evita que transporten accidentalmente mejillones cebra u otras especies de un cuerpo de agua a otro.
Las especies exóticas pueden significar un serio problema en algunos ecosistemas, así que es importante tener cuidado al transportar animales o plantas. Cuanta más concientización y compromiso ciudadano haya, mejores condiciones ambientales habrá. ¿Conoces alguna especie exótica de tu región? ¿Qué podemos hacer desde nuestro lugar para evitar este problema?