5 Cosas que debes hacer hoy mismo para salir de tu zona de confort
¿Qué es la zona de confort y por qué no deberías permanecer mucho tiempo en ella?
Genial.guru responde esta pregunta y te explica cómo puedes ampliar tus fronteras y crear nuevas expectativas para tu vida aplicando estos cinco consejos.
En psicología la zona de confort se define como un lugar mental en el que nos sentimos a salvo y cómodos. Allí todo es conocido para nosotros y nada representa una amenaza. Crear una zona de confort es algo natural para todos los seres humanos. Este lugar mental es el producto de nuestra necesidad de adaptación; nos es preciso sentir que el entorno en el que vivimos es reconfortante; nuestro cerebro nos lleva a adaptarnos a las circunstancias que nos rodean y asumir que son normales y sanas.
Vivir en la zona de confort no quiere decir vivir feliz. Es probable que muchas de las rutinas y comportamientos a los que estamos adaptados sean dañinos para nosotros, pero nos rehusamos a cambiarlos porque no conocemos otra manera de vivir o tememos perder algo valioso si los modificamos.
Mantenerse en una relación malsana, soportar abusos laborales o aceptar limitaciones producto de nuestros miedos son algunos ejemplos de situaciones que llegamos a tolerar con tal de no modificar nuestras certezas. Alguien anclado en este tipo de circunstancias normalmente argumentará: Sé que mi relación no es constructiva, pero no puedo dejar a mi pareja, siento demasiado apego; o bien, aunque mi jefe me maltrate tengo muchas razones para conservar este trabajo y no puedo renunciar porque necesito mi salario. Es cierto que es difícil salir de estos círculos viciosos, pero en algún momento es sano hacerlo.
Incluso si en nuestra zona de confort no hay nada que atente contra nuestro bienestar, está bien salir de ella para retarnos e incorporar nuevas experiencias a nuestra vida. Explorar nuestra zona de aprendizaje siempre será estimulante. Pero ¿cómo lograrlo?, ¿cómo saber cuándo estoy en mi zona de confort y hasta qué punto debo dejarla?, ¿qué pasa si nunca puedo regresar a mi zona de confort?
Lo primero que debes saber es que nunca dejarás tu zona de confort. Ésta solo se amplía. Cuando intentas algo nuevo y logras sentirte bien con eso, lo estás incorporando a tu zona de confort. Entre más visites la zona de aprendizaje, más versátil y creativo te vuelves. Sabes que estás en tu zona de confort cuando creas pretextos y argumentos que te ayudan a evadir o aplazar cosas que quisieras hacer. Deja de justificar tus miedos y pon en práctica estos consejos:
1. Cuestiona tu manera de ver las cosas. Intenta cuestionar tus opiniones acerca del mundo. Si crees que algo es feo, pregúntate si puedes verlo con otros ojos; si consideras que una acción es negativa o peligrosa, intenta considerarla desde otro punto de vista. Incluso podrías hacer el ejercicio de emitir juicios opuestos a los que normalmente produces. Crea en tu mente la posibilidad de pensar diferente y aceptar otras maneras de hacer las cosas. Esto te hará ver que muchas cosas que asumes como naturales o unívocas son en realidad tan solo tu punto de vista. Los prejuicios son una barrera que delimita tu zona de confort y no te permiten salir de ella, ¡véncelos! Estarás enriqueciendo tus puntos de vista y convirtiéndote en una persona más tolerante y abierta.
2. Cambia tu rutina. Entre más estricto seas con tus rutinas, más posibilidades estás dejando de lado. Contempla todas las opciones que tienes para hacer una cosa, y cambia la forma en que siempre opera tu día. Toma una ruta diferente para llegar a trabajar, intenta hacer algo diferente en las tardes, acércate a nuevas personas, come lo que nunca te has atrevido a probar. Haciendo esto mueves pequeñas barreras mentales que podían estar atascándote.
3. Aprende algo nuevo. Si puedes, inscríbete a un curso de idiomas, entra a clases de danza africana o practica tocar un instrumento. Puede que pienses que es tarde para comenzar algo así o que tú no eres el tipo de persona para esas prácticas. ¡De eso se trata!, sal de lo conocido y rétate a vivir situaciones en donde no te sientes seguro, solo así cuestionarás tu certezas y ampliarás tus horizontes. La incomodidad pasará y en poco tiempo vivirás en una zona de confort donde bailar o hablar alemán es fácil.
4. Deja de aplazar. Haz hoy mismo eso que llevas aplazando por meses. estás alimentando tus miedos o tu pereza. Cuando lo hayas hecho no solo sentirás alivio sino que entenderás que no era tan grave como creías. Es posible que dentro de las cosas que estás aplazando esté renunciar a tu trabajo, terminar con la relación que te hace daño o decirle a alguien que lo quieres. Llevar a cabo tus pendientes es una responsabilidad que tienes contigo mismo.
5. Vence un miedo cada día. No estamos diciendo que vayas a nadar con tiburones o saltes en paracaídas mañana mismo, pero si avanzas con constancia, llegará el día en que puedas enfrentar tus mayores miedos. El miedo es el mayor limitante que te mantiene encerrado en tu zona de confort. No dejes que sea él quien determine qué cosas puedes vivir y qué cosas no te están permitidas porque temes ir más allá. Cada vez que pienses "¿y si todo sale mal?", reemplaza la pregunta por "¿y si todo sale bien?".
Hoy podrías vencer el miedo a hablar con alguien, mañana el miedo a dar un paseo en bicicleta, el día después el miedo a comer algo extraño... y en poco tiempo serás más libre de lo que imaginas.
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