5 Secretos increíblemente curiosos escondidos en obras de arte famosas

Gracias a la tecnología moderna, los científicos están descubriendo detalles ocultos en pinturas clásicas, desde imágenes escondidas hasta figuras olvidadas. Sin embargo, algunos misterios siguen sin resolverse a pesar de las herramientas avanzadas. Exploramos qué descubrimientos podrían cambiar nuestra forma de ver obras de arte famosas.

El nacimiento de Venus

En El nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli, una espiral de cabellos dorados descansa sobre el hombro derecho de Venus, girando como un pequeño motor dentro del cuadro. Esta espiral perfecta no es un detalle al azar, sino que da al cuadro una sensación de movimiento que atrae al espectador.

Este tipo de espiral, que se encuentra en las curvas de las conchas de los nautilos y en el vuelo de las aves, ha intrigado a la gente durante siglos. En el siglo XVII, el matemático suizo Jacob Bernoulli la denominó spira mirabilis o “espiral maravillosa”. En el cuadro de Botticelli, la espiral parece susurrar a Venus secretos de belleza y verdad.

La joven de la perla

En el famoso cuadro de Vermeer La joven de la perla, te parecerá ver una perla brillante colgando de su oreja. Pero mírala más de cerca. En realidad, la perla no está ahí. Con unas cuantas pinceladas de pintura blanca, Vermeer ha engañado a nuestro cerebro para que vea una perla donde no la hay.

Si entrecierras los ojos, verás que no hay ningún lazo que conecte la perla a su oreja. La esfera es una ilusión, creada por una forma simple y diminuta. La perla de Vermeer es un truco óptico magistral que nos hace reflexionar sobre el modo en que nosotros también creamos ilusiones sobre el mundo que nos rodea.

El grito

Durante años se creyó que la figura angustiada de El grito de Edvard Munch -una imagen de cruda emoción que sigue siendo poderosa más de un siglo después- se inspiró en la expresión de asombro de una momia peruana que Munch vio en la Exposición Universal de París de 1889. Sin embargo, a Munch le preocupaba más el futuro que el pasado, especialmente el rápido ritmo de la tecnología.

Es probable que le impresionara aún más una enorme escultura de una bombilla en la misma Exposición, un homenaje a Thomas Edison. La escultura, repleta de miles de pequeñas bombillas, se erigía como un resplandeciente símbolo del futuro. Su forma, con la mandíbula caída y la parte superior redondeada, parece influir directamente en la figura salvaje y boquiabierta de El grito, reflejo de los temores de Munch ante el inquietante auge de la tecnología moderna.

El beso

El amor y la pasión pueden parecer mundos aparte del frío y clínico mundo de la ciencia, pero no en El beso de Gustav Klimt. El año en que lo pintó, Viena bullía de avances científicos, sobre todo en torno a la Universidad de Viena, donde Klimt ya había recibido encargos de cuadros de temática médica.

Una figura clave era Karl Landsteiner, el inmunólogo que identificó por primera vez los tipos de sangre y trabajaba incansablemente para que las transfusiones sanguíneas fueran un éxito. Si se fijan en los intrincados dibujos de la bata de la mujer de El beso, verán que parecen placas de Petri llenas de células, como si Klimt nos estuviera ofreciendo una visión de su esencia. El beso es una instantánea brillante y científica del amor eterno.

El jardín de las delicias

Muchos conocen el huevo oculto en el corazón del caótico El jardín de las delicias de El Bosco (en equilibrio sobre la cabeza de un jinete), pero ¿qué revela realmente este frágil detalle? Si cerramos los paneles laterales del tríptico, descubrimos la capa exterior del cuadro: un orbe translúcido que flota en el vacío y simboliza un mundo delicado.

El Bosco diseñó su obra maestra como un huevo que puede romperse y volverse a romper infinitamente con cada visión, invitándonos a desentrañar su complejidad. Con cada interacción, ponemos el mundo en movimiento o rebobinamos el tiempo a un estado inocente, anterior a la caída.

Antes de irte, no te pierdas nuestro próximo artículo, en el que te desvelamos 15 fotos confusas que te harán cuestionártelo todo... y no están retocadas con PhotoShop.