5 Tipos de síndrome del impostor que podrían estar saboteando tus logros

Psicología
hace 1 día

Imagina que recibes un ascenso, terminas una carrera o cumples una meta que te costó años lograr. Pero, en lugar de sentir orgullo, algo te incomoda. ¿Te sientes identificada? ¿Eres de las que piensan que “fue suerte”, “no soy tan buena como piensan” o “en cualquier momento se dan cuenta de que no sé lo que hago”?

Si esto te resulta familiar, es probable que estés experimentando el síndrome del impostor, un fenómeno psicológico en el que las personas no logran internalizar sus logros y sienten un miedo constante a ser descubiertas como “fraudes”.

¿Qué es el síndrome del impostor?

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El término fue acuñado en 1978 por las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes. Se refiere a la creencia persistente de que no somos lo suficientemente competentes, a pesar de tener evidencia clara de éxito.

Afecta a personas exitosas de todos los ámbitos: desde estudiantes destacados hasta profesionales con años de experiencia. No es un trastorno mental, pero puede tener consecuencias profundas: baja autoestima, ansiedad, agotamiento e incluso evitar nuevas oportunidades por miedo a “no estar a la altura”.

¿Cuál es tu tipo de síndrome de impostor?

1. La perfeccionista

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El mínimo error lo vives como un fracaso total. Crees que todo debe salir perfecto o no sirve. Aunque logres el 99% de sus metas, te enfocarás solo en el 1% que falló.

  • Cómo enfrentarlo: enfócate en el progreso, no en la perfección. Acepta que equivocarse es parte del crecimiento.

2. Genia natural

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Crees que todo debe salir bien a la primera. Si necesitas esforzarte o pedir ayuda, sientes que es un fracaso. La dificultad la interpretas como una falta de talento.

  • Cómo enfrentarlo: recuerda que dominar cualquier habilidad lleva tiempo. El esfuerzo no te hace menos capaz, sino más humana.

3. La experta

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Te convences de que no sabes lo suficiente. Vives con miedo de ser “descubierta” como inexperta, aunque tengas formación, experiencia y logros comprobables.

  • Cómo enfrentarlo: cambia el enfoque de “saber todo” a “estar siempre aprendiendo”. Nadie lo sabe todo. Incluso los referentes más grandes siguen formándose.

4. Superhumana

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Te exiges al extremo para sobresalir en todas las áreas: trabajo, familia, vida social, salud, productividad. Crees que si no estás siempre rindiendo al máximo, no mereces el éxito que tienes. Adictas al trabajo se reconocen en esta categoría.

  • Claves para enfrentarlo: tu valor no depende de cuánto haces. Aprender a disfrutar el descanso y a aceptar tus límites no es rendirse: es crecer con equilibrio.

5. La solista

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Necesitas hacerlo todo por ti misma. De lo contario, sientes que nadie lo hará como tú. Sientes que pedir ayuda te hace sentir débil o incompetente.

  • Claves para enfrentarlo: la colaboración no te resta valor. Pedir apoyo es signo de inteligencia emocional.

¿Cómo reconciliarte con tus logros?

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  • Ponle nombre a lo que sientes. Reconocer que estás experimentando el síndrome del impostor ya es un gran paso.
  • Habla con alguien de confianza. Compartir tus miedos puede darte otra perspectiva.
  • Haz una lista de tus logros. Léela cada vez que empiece la autocrítica.
  • Acepta cumplidos con gratitud. Di “gracias” en vez de justificar tus logros.
  • Reescribe tu diálogo interno. Cambia el “tuve suerte” por “me preparé para esto”.

Eres el resultado de tu esfuerzo

La próxima vez que te encuentres dudando de tus logros, recuerda: no estás sola. Millones de personas atraviesan lo mismo, incluso aquellas que admiras...

El síndrome del impostor no es una señal de incapacidad, sino de conciencia. Pero no dejes que la duda defina tu valor. Tú llegaste hasta aquí por mérito propio. Y mereces estar donde estás.

¿Alguna vez te ha sucedido? ¿Qué se siente? Cuéntanos y comparte con tus amigas.

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