6 Errores de higiene que ya es hora de dejar de hacer

Para sentirse sanos, no solo debemos seguir las normas de higiene, sino que también debemos hacerlo de una manera totalmente correcta. De lo contrario, los efectos perseguidos no serán los mismos. Muchas personas pueden sorprenderse porque algo que llevaban haciendo durante toda su vida, lo hacían mal, incluso siendo estas las cosas más habituales.

Genial.guru estudió cuidadosamente cómo una persona promedio sigue las normas de higiene y sacó a la luz los errores más comunes. Te aconsejamos conocer la lista con estos y cuidarte a ti mismo de manera adecuada.

1. Nos duchamos y nos bañamos con demasiada frecuencia

Puede parecer extraño, pero lavarse con demasiada frecuencia es igual de malo que no asearse en absoluto. Según un equipo de expertos en enfermedades infecciosas de la Universidad de Columbia, ducharte en exceso provoca que la piel se reseque y se agriete, lo que provoca que las bacterias y microbios puedan penetrar fácilmente en el cuerpo a través de estas heridas. Los expertos recomiendan asearse no más de una vez al día. Si quieres saber más acerca de esto, podrás encontrar aquí buena información acerca de la frecuencia adecuada con la que debes ducharte.

2. No nos lavamos las manos antes de ir al baño

Se puede encontrar bacterias no solo en el baño, sino también por toda la casa. Eso significa que si no te has lavado las manos en mucho tiempo, las bacterias, probablemente, también estén presentes en ellas. Visitando el cuarto de baño, uno se toca las partes íntimas para las cuales los microbios son especialmente peligrosos. Así, lavarte las manos antes de ir al servicio no es menos, sino incluso más importante que hacerlo después.

3. Pulsamos el botón de descarga con la punta de los dedos

El cuarto de baño es, probablemente, el lugar más sucio de nuestro hogar. Las observaciones muestran que, incluso 90 minutos después de tirar la cadena, docenas de gotas con bacterias todavía permanecen en la superficie. Por eso, trata de no pulsar el botón de la cisterna con la punta de tus dedos, sino con los nudillos o la parte posterior del dedo. Eso puede ser especialmente útil en caso de que te olvides y te toques algo antes de lavarte las manos: no propagarás las bacterias a tu alrededor.

4. Dormimos sobre la misma almohada durante mucho tiempo

Las almohadas de plumas y plumón son un paraíso para los ácaros del polvo y el moho. Con el paso del tiempo pueden transferirse al rostro de una persona y provocar problemas como la demodicosis. Esta es otra causa habitual de la aparición de problemas con la piel. Un estudio afirma que los ácaros del polvo pueden desencadenar alergias, las cuales, causan congestión nasal, hinchazón e irritación de las vías respiratorias superiores. También es recomendable que laves las almohadas semanalmente con agua con una temperatura igual o superior a 54 °C.

5. Permitimos a nuestras mascotas dormir con nosotros

Resulta que, incluso durante la noche, tenemos que seguir las normas de higiene. Estas no recomiendan permitir que gatos y perros duerman contigo en la misma cama. Incluso las mascotas más cuidadas están repletas de bacterias merodeando su pelaje. Cuesta creerlo, pero algunas de ellas incluso pueden causar la peste bubónica. No, no estamos hablando de la Edad Media, ¡sino de hoy día! Las estadísticas revelan que entre los años 1977 y 1998 hubo 23 casos de infección de esta enfermedad mortal transmitida por los gatos domésticos.

6. Nos lavamos la cara con jabón

Algunas personas piensan, erróneamente, que si se lavan los rostros con jabón dos veces al día, este estará muy limpio y así evitarán la aparición de granitos. Pero, en realidad, el jabón obstruye los poros y provoca tales brotes. Los dermatólogos enfatizan que el jabón no fue inventado, precisamente, para el rostro. Usándolo, destruimos la barrera protectora de la piel y alteramos su nivel de pH.

¿Existen algunas normas de higiene que conozcas desde hace mucho tiempo, pero aun así no puedes obligarte a seguirlas? Cuéntanos más sobre ellas.