7 Errores importantes en la crianza que acaban convirtiendo a los niños en los tiranos de la casa

En los últimos años, los parámetros a la hora de criar a un niño se han elevado a un nivel casi inalcanzable. De pronto, quedó claro que el niño, casi desde su nacimiento, necesita ropa a la moda, diversos talleres de desarrollo, dispositivos electrónicos modernos y visitas a centros de entretenimiento. Muchos de nosotros caímos en la trampa de estas tendencias de moda y comenzamos a hacer todo lo posible para convertirnos en padres “ejemplares”. Pero los psicólogos ya están enviando señales de alarma, y no les falta razón para afirmar que los niños se sienten casi los dueños del mundo, mientras que en lo más profundo de sus almas quedan infelices e inseguros de sí mismos.

Genial.guru se preguntó qué tipo de argumentos estaban firmemente asentados en las cabezas de los papás modernos. Así, hemos podido identificar las principales de estas creencias, ¿tal vez, erróneas?

1. “¿El niño está aburrido? Entonces, eso significa que somos malos padres”

Qué está pasando. Mientras el niño no duerme, intentamos llenar cada segundo de su tiempo con juegos y entretenimiento. Un hijo o una hija se adentra en un mundo artificial, donde viven animadores divertidos representados por los papás o los abuelos. Otra opción podría ser irse al universo virtual, al hábitat de los personajes de los dibujos animados o los juegos de computadora.

Qué hacer. Recordar que el aburrimiento es uno de los factores del desarrollo necesarios. Es en este momento cuando la fantasía infantil comienza a funcionar. De forma periódica, permite que tu hijo esté solo y ya verás que él podrá completar su tiempo libre por su cuenta.

2. “Ahora solucionaremos rápidamente tus problemas, pero no llores”

Qué está pasando. Todas las peticiones del niño se cumplen a una velocidad aterradora. ¿Quieres comer un helado? Vamos a ver dónde está el quiosco más próximo. ¿Estás cansado de tu auto de juguete? Hoy mismo iremos a comprarte uno nuevo. ¿No tienes nada que hacer durante el viaje? Toma mi teléfono, juega todo lo que te permita la batería.

Qué hacer. Los psicólogos afirman que la capacidad de posponer tu lista de deseos es un buen entrenamiento para enfrentarte a las situaciones estresantes que se avecinan. Al niño que acepta aguantar esperando un poco que le compren un juguete nuevo, y no protagoniza rabietas en público por ese motivo, le será mucho más sencillo asimilar el hecho de que en la vida adulta no todo sucede como él quiere.

3. “Pero si solo está jugando”

Qué está pasando. Parece que estamos adoptando cada vez más el comportamiento de la abuela protagonista de un chiste: “Juanito, ni se te ocurra golpear al niño con la pala en la cabeza, ¡te vas a caer!”. Al menos, muchos padres ya casi no se sienten preocupados por el hecho de que sus hijos no sepan llegar a un acuerdo jugando con otros niños, sean groseros con los adultos y puedan cruelmente “bromear” con los animales de la calle: “Pero si son niños, ¿qué le vamos a hacer?”.

Qué hacer. En realidad, el niño entiende perfectamente lo que está haciendo. Y si al mismo tiempo siente el apoyo invisible de sus padres, creerá sinceramente que todo lo que sucede forma parte del orden natural de las cosas. Por lo tanto, educar para comportarse bien en la sociedad es justo a lo que deben enfocarse desde una edad muy temprana. No estará de más inculcarle a los niños a mostrar empatia por los más débiles, ser capaz de no sentirse ofendidos cuando pierden, llegar a un acuerdo en un juego en equipo, así como a decir “gracias” y “por favor”.

4. “¿Te has abrigado bien? Enciende la cámara en el móvil, lo quiero comprobar”

Qué está pasando. Nuestros hijos crecen en una atmósfera de control total, incluso apareció el término “crianza de helicóptero”, por analogía con un padre que siempre “sobrevuela” por encima de su hijo. Este enfoque mata completamente el deseo de independencia en un niño. Es más fácil para él esconderse detrás de las espaldas de sus padres, que siempre comprobarán si ha metido en la mochila todos los libros y si no se ha olvidado la sudadera para la clase de educación física.

Qué hacer. Permitir que un hijo o una hija tome decisiones con mayor frecuencia y explicarle que cada acción tiene sus consecuencias. No llevaba gorro, se le congelaron las orejas. Dedicó toda la tarde a una preparación de un proyecto de biología: obtuvo nuevos conocimientos y lo calificaron con una buena nota.

5. “Todavía es demasiado pequeño para ciertas tareas”

Qué está pasando. Tratando de crear una infancia perfecta para los hijos, los padres temen cargarlos con tareas domésticas, permitiéndoles hacer todo cuanto quieren. El triste resultado de este enfoque educativo puede ser un problema en la escuela, donde los profesores le prohibirán jugar con su tableta favorita y, a cambio, exigirán disciplina e insistirán en cumplir tareas que no siempre resultan interesantes. Además, ni hace falta mencionar qué respeto tiene hacia su “madre-limpiadora” y su “padre-cajero automático” en estos casos.

Qué hacer. Recordar la existencia de la frase “hace falta” e involucrar al niño poco a poco en las tareas domésticas. Incluso un niño de tres años es bastante capaz de colgar cuidadosamente su ropa encima de la silla, o guardar sus juguetes. Dicha ayuda en el hogar y el trabajo monótono, como fregar los platos, son un excelente entrenamiento para realizar tareas aburridas pero obligatorias en la escuela; además, le permitirán mantener la rutina de trabajo al alcanzar la edad adulta.

6. “A mi hijo no le gusta la sopa, odia vestirse solo y se acuesta cuando quiere”

Qué está pasando. Con mayor frecuencia, esto se presenta como una característica linda del pequeño, su personalidad y la peculiaridad que lo difiere de los demás. Ha salido así, qué más puedes hacer. Como resultado, el niño, literalmente, comienza a dictar a los padres cómo deben comportarse, y se convierte en un pequeño tirano en casa.

Qué hacer. Vamos a pensar en lo que es realmente bueno para los niños, y luego nos lo agradecerán. Sin una rutina diaria estricta, cualquier niño se volverá irritable y despistado. Sin una alimentación adecuada y paseos necesarios, adquirirá problemas de salud, aparecerá un exceso de peso y muchos complejos.

7. “Por supuesto, te compraremos un juguete nuevo. Yo todavía puedo aprovechar mi chaqueta vieja”

Qué está pasando. Muchas familias modernas están orientadas hacia el bienestar de sus hijos: en ellas, toda la atención de los adultos se centra exclusivamente en el niño. Su vida está planeada, literalmente, por horas: escuela, extraescolares, actividades dirigidas, clases con tutores... Los padres no escatiman tiempo ni dinero en satisfacer las crecientes demandas de su hijo. Al mismo tiempo, sus propias necesidades son gradualmente relegadas a un segundo plano.

Qué hacer. No te debes olvidar de tus deseos. Es importante que los niños comprendan que el mundo entero no solo gira alrededor de ellos. En el futuro, esto los ayudará a construir relaciones maduras con otras personas.

¿Te has reconocido en alguna de estas situaciones? ¿Estás dispuesto a compartir tus propios puntos de vista sobre la crianza de los hijos?