13 Personas que en su día de suerte encontraron verdaderos tesoros escondidos entre la basura

Hay cosas que a todos nos pasan al menos una vez en la vida: nacer, confiar en una pareja infiel y creer que la ropa recién lavada está bien seca... hasta que te la pones y huele a perro mojado. Sí, ese aroma a humedad que se aferra a tus blusas favoritas como el cansancio de un lunes a las dos de la tarde. Todo empeora cuando revisas bien la prenda y, además de oler peor que tus pensamientos en una cola del banco, también tiene manchas. Sí, sabemos que es frustrante. Pero tranquila, que existe una solución definitiva y aquí te la explicamos.
Te preguntarás: “¿Y por qué demonios huele así si la lavé con amor, suavizante y hasta un ciclo extra?”. Tranquila, no es que tu lavadora te odie, pero hay varios sospechosos en este crimen olfativo. Según la química Jessica Zinna, ese olor a humedad puede aparecer hasta en los hogares más pulcros. La causa puede ser tan simple como haber olvidado la ropa mojada dentro de la lavadora (culpable yo), tener un tambor más sucio que tu historial de WhatsApp o usar agua dura. Pero la joya de la corona, la culpable silenciosa, es otra.
Se llama “suciedad corporal invisible”, y sí, suena peor de lo que es. Resulta que tu ropa, toallas y sábanas están en contacto constante con tu piel, y aunque tú no lo veas, van acumulando restos de sudor, grasa y otras cositas humanas que, con el tiempo, huelen a trapo viejo. ¿El resultado? Un perfume a moho que ni el suavizante más caro puede disimular. Y si encima dejas la ropa húmeda en el cesto por horas o días (no vamos a juzgar), solo le estás dando la bienvenida a la fiesta del moho.
Ah, y por si te preguntabas si eso que crece en la ropa es moho o solo “un poco de humedad”, la respuesta es: moho, cariño. Técnicamente se llama mildiu, y le encanta todo lo que esté húmedo, oscuro y mal ventilado, como ese rincón del armario que ya huele sospechoso. Se presenta en forma de manchitas grises, blancas o negras, huele a sótano abandonado y, por si fuera poco, puede afectar a personas sensibles con alergias, estornudos o asma. Así que sí, mejor prevenir que andar con blusas aromatizadas al hongo.
Pero tranquila, en Genial.guru sabemos lo importante que es para ti tener un hogar limpio y libre de peligrosas manchitas y olores, por eso, hemos recopilado estos 7 trucos infalibles para eliminar el moho y prevenir el olor a humedad de raíz. Lo mejor es que no necesitas gastar una fortuna ni dejar tu casa ventilando como carpa playera. Así que lee con atención, porque llegó el momento de que tu ropa huela tan bien como tú mereces.
El vinagre no solo sirve para la ensalada, también puede salvarte de la vergüenza y la incomodidad de salir oliendo a gimnasio abarrotado. Solo tienes que hacer lo siguiente:
Nota: también puedes añadir una taza de vinagre en el prelavado de la lavadora y dejar que haga su magia.
Si después de usar el vinagre, el olor se aferra tu ropa como tus ganas de tomar café para comenzar el día, es hora de traer refuerzos:
El ácido del limón funciona como el vinagre cuando quieres eliminar el olor a humedad de la ropa, pero este tiene un aroma más fresco y junto al sol, forman un dúo dinámico:
El ácido cítrico mata las bacterias y el sol seca sin piedad todo hongo con complejo de inquilino. Esta es la prueba de que no necesitas gastar una fortuna para oler a frescura.
Nada como colgar la ropa al sol después de lavarla. Los rayos ultravioletas actúan como agentes blanqueadores naturales, ayudando a eliminar las bacterias que sobrevivieron al lavado. Además de ahorrar electricidad, el sol y el viento también ayudan a eliminar olores persistentes y dejan esa fragancia a “recién lavado” que ningún suavizante puede imitar.
Si el moho se pasó de inmortal y después de aplicar todas las anteriores sigue atentando contra tu paciencia, usa oxígeno activo, lo cual viene siendo una mezcla de peróxido de hidrógeno y carbonato de sodio:
Esta es una solución poco convencional, pero efectiva. El vodka (sin sabor, por favor) elimina bacterias y moho:
La sal de boro, también conocida como bórax, es en realidad uno de los aliados más potentes contra el moho:
El bórax penetra las fibras y elimina hongos y olores sin piedad, dejando tu ropa limpia y libre de esa “fragancia a sótano abandonado” que nadie pidió.
Y ahí lo tienes, mantener tu ropa libre de moho no tiene que ser una misión imposible ni un gasto extra. Eso si, recuerda siempre proteger tus ojos y tus manos al probar cualquiera de las opciones que te indicamos previamente. Usa guantes para evitar el contacto directo de tu piel con los productos.
Déjanos en los comentarios cómo te fue aplicando estos trucos y cuéntanos si conoces algún otro para decirle adiós al olor a humedad y hola a una colada que huela a gloria.