8 Secretos que se esconden en algunas de las icónicas pinturas de Van Gogh

Arte
hace 2 años

Capturar momentos que perduren en la historia y que además sean reconocidos mundialmente, es una meta que Vincent van Gogh logró alcanzar. Nos muestra que nunca es demasiado tarde, pues tenía 27 años cuando decidió dedicarse a pintar, y en 10 años logró crear alrededor de 870 pinturas, además de bocetos, acuarelas y otras obras. A pesar de que en vida no conoció la fama, su talento fue reconocido tiempo después, y ahora es uno de los artistas más influyentes.

En Genial.guru nos encanta el arte así que pasamos un grato momento recopilando algunos detalles que se esconden en las pinturas más famosas de Vincent van Gogh.

1. Los girasoles

En muchas de las obras del artista holandés resaltan los colores brillantes, sobre todo el amarillo, como en “Los girasoles”, “La casa amarilla” y “Terraza de café por la noche”. Se ha indagado que esto puede deberse a que Van Gogh consumía una planta conocida como digital, que entonces era usada como medicina para distintas enfermedades, entre estas, la epilepsia.

Al ingerir en exceso esta planta se podía desarrollar xantopsia, una patología que afectaba la percepción de los colores, por lo que quienes la presentaban veían los objetos con un tono amarillento. Por ello se cree que Vincent veía con un filtro de ese color, que se reflejaba cuando pasaba su perspectiva a la pintura.

Centrándonos en “Los girasoles”, se considera que el pintor, que produjo en total cinco lienzos con este tipo de flores en un jarrón, comunicaban gratitud. Dos de estas obras las colgó en la habitación del también pintor Paul Gauguin, que vivió con él un tiempo en su estudio llamado la Casa Amarilla.

2. La noche estrellada

Se trata de una de las pinturas más icónicas de Van Gogh, sin embargo, cuando él la creó pensó que era un fracaso. La fama de la obra ha inspirado investigaciones que nos han dejado datos como que la luna, que podemos ver en fase creciente en la pintura, en realidad en ese momento habría estado a alrededor de tres cuartos de llegar a luna llena.

Otro dato que se ha destacado es que el pintor plasmó a Venus en el cuadro sin saberlo, ya que en 1985 se realizó una comparación con una recreación del planetario de cómo se vería el cielo el 1 de junio de 1889 y se encontraron similitudes entre la recreación y la pintura que revelaron esta información.

3. Almendro en flor

Los almendros florecen en la primavera y son relacionados con la vida nueva. Por ello, Van Gogh regaló a su hermano Theo y a su cuñada Jo esta pintura cuando nació su sobrino, a quien llamaron como él, Vincent Willem.

“Como te dijimos, le pondremos tu nombre y deseo que sea tan decidido y valiente como tú”, escribió Theo en una carta anunciando la llegada de su hijo.

4. Autorretratos

El éxito para el pintor llegó luego de su muerte, gracias a su cuñada Johanna Van Gogh-Bonger, quien luego de la muerte de Theo, su esposo, heredó las obras de Vincent y las dio a conocer al mundo evitando que se quedaran en el olvido.

En vida, el pintor no tenía dinero, y era su hermano quien lo apoyaba económicamente para que él pudiera seguir con el arte. Sin embargo, esta falta de recursos incluso para sus creaciones lo llevaron a pintarse a sí mismo, pues no podía permitirse pagar modelos.

“Estoy trabajando en dos retratos de mí mismo en este momento, a falta de otro modelo, porque es más que hora de que haga un poco de trabajo de figuras”, escribió en ese entonces a Theo.

5. Los comedores de patatas

Fue la primera obra reconocida de Vincent Van Gogh, en esta decidió darle más fuerza al mensaje que a la composición, y buscó mostrar campesinos con rostros toscos y manos trabajadoras para exponer que ellos mismos habían labrado la tierra para conseguir el alimento que ahora consumían en la mesa. Le dio a la obra, además, los colores que tendría realmente una papa con tierra y sin pelar.

6. El dormitorio

Este es el reflejo de la habitación de Van Gogh que tenía en la Casa Amarilla, en Arles, una ciudad al sur de Francia. Se inspiró en las impresiones japonesas, por lo que en la pintura omitió las sombras. La pintura en realidad no era de los colores que actualmente se exponen, sino que el paso del tiempo los decoloró. Esto se puede ver en las paredes y las puertas que originalmente eran moradas y ahora son azules.

7. La casa amarilla

Cuando llegó a Arles, el pintor rentó cuatro habitaciones en una casa en la Place Lamartine. Su idea era convertirla en una casa de artistas para que pudieran vivir y crear en ese edificio amarillo. No obstante, este sueño solo le duró algunos meses. Esta pintura, que se quedó en su familia hasta 1962, muestra como colores primarios el azul y amarillo, que se volvieron distintivos en su obra.

En el lugar real ya no se encuentra la casa, pero se colocó una placa conmemorativa que marca lo que fue el estudio y hogar de Van Gogh.

8. Terraza de café por la noche

Esta obra no fue firmada por Van Gogh, sin embargo el pintor mencionó específicamente la pieza en tres cartas, por lo que historiadores están seguros de que fue él quien la pintó. En cuanto a la pintura, el investigador Jared Baxter publicó un artículo en el que expone que en esta se muestra una visión innovadora de “La última cena” de Leonardo da Vinci. Esto debido a que en la escena podemos ver una figura central con túnica blanca y cabello largo. También, alrededor de esta se vislumbran 12 personas sentadas, mientras que al fondo brilla la figura de una cruz.

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