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Los productos de imitación son algo común que afecta a industrias como la de los bolsos, la ropa y el maquillaje. En este último caso, según datos de 2020, las empresas tienen una pérdida estimada de 5,5 mil millones de dólares. Y esto no es lo único que afecta la venta y compra de productos cosméticos falsificados, pues también pueden dañar nuestra piel debido a que no se fabrican con la misma calidad de materiales, los mismos procesos ni la misma higiene que los originales.
¿Cómo te das cuenta de que un producto que adquiriste no es original? ¿Qué precauciones se podrían tomar para evitar comprar artículos falsificados?
Lo primero que podemos observar detalladamente para averiguar si se trata de un producto réplica es el empaque. Podemos fijarnos en si se encuentra desteñido, si tiene fuentes de letra distintas o faltas de ortografía, ya sea en cómo se escribe la misma marca o en el nombre del tono o las descripciones, o si los textos están ubicados en sitios distintos que en el original. Para esto podemos basarnos en alguna imagen del sitio oficial del maquillaje que estamos comprando o, si lo hemos consumido con anterioridad, recurrir a ese mismo embalaje para comparar.
Asimismo, el número de serie o de lote normalmente se encuentra impreso en alguna de las etiquetas inferiores del maquillaje. Si no está ahí, puede ser otra señal de alerta, y puedes verificar el empaque en una tienda reconocida antes de comprar el que te están ofreciendo.
También puede notarse una menor calidad en el plástico, el metal o incluso la caja en la que está el producto. Si incluye espejos, estos podrían estar desalineados; en el caso de las sombras o el polvo, podrían no encajar totalmente en el empaque.
Este indicador es un poco más complejo, pero sin duda puede ayudar cuando estamos familiarizados con el producto. Quienes falsifican maquillaje suelen utilizar materiales de baja calidad para reducir costos, lo que podría dar como resultado cosméticos más livianos que los originales.
Una vez que tienes acceso al producto en sí, es decir, al abrirlo, algo que se suele detectar de inmediato es cómo se siente. El maquillaje falsificado, como sombras para ojos o lápices de labios, se produce con fórmulas de bajo costo, lo que se nota al tacto con la piel, sobre todo si ya tienes una idea de la consistencia o la textura de un cosmético de calidad.
Para verificarlo basta con probar un poco del producto; de esta manera, no solo puedes ver si tienes alguna reacción alérgica, sino también comprobar la consistencia. Pues, por ejemplo, las sombras de ojos falsas pueden ser más delgadas y calizas.
Las sombras de ojos, los rubores, los lápices labiales y los polvos que son réplicas, debido a su fórmula más barata, podrían no pigmentar tanto como el original, lucir más transparentes, ser de un tono distinto o no dar la cobertura que se promete en el empaque.
Tomar un poco del producto y colocarlo para asegurarnos de que el color sea lo que conocemos o lo que hemos investigado en las páginas oficiales es un buen modo de evitar las estafas.
No olvides oler el producto. Es cierto que muchos cosméticos no tienen fragancia, pero si detectas un olor a químico o si este aroma no es el que normalmente tiene el maquillaje, es probable que se trate de una falsificación.
Un ejemplo podrían ser los labiales de MAC, que tienen unas características notas olfativas a vainilla. Si detectas que no huele a algo agradable, sino más bien a medicina, es mejor no comprarlo.
Este es un factor determinante y el más sencillo de comprobar, pues aunque las ofertas existen, si notas que el precio tiene una diferencia abismal con el que suele tener en las tiendas o en su página web, esto puede ser una señal de alerta.
Cabe recordar que por lo general las marcas reconocidas manejan precios que no distan demasiado unos de otros. Si piensas aprovechar la oferta, lo mejor será que observes con atención las características del producto para que no te vendan liebre por conejo.
Es claro que existen tiendas de renombre en la venta de maquillaje, y que allí no hay riesgo de comprar algo falso. No obstante, al acudir a un minorista, a un mercado cerca de casa o algún local no oficial, hay que ser conscientes de que la posibilidad de que el producto no sea original existe, por lo que habrá que estar más precavidos.
Aunque es probable que la mayoría de las marcas de maquillaje luchen contra la falsificación, algunas de las que más recuentos de este problema tienen son Kylie Cosmetics, MAC, Best Beauty y Urban Decay.
Si no tenemos acceso al producto de manera física, algunos puntos que debemos considerar para evitar comprar una falsificación son:
El maquillaje falsificado no es seguro debido a que quienes lo producen no cumplen con los procesos de selección y las regulaciones sanitarias para poder ser comercializados, como ocurre con las marcas. Por esa razón, pueden contener ingredientes como plomo, arsénico, mercurio y otras sustancias desconocidas. También pueden haber sido creados en laboratorios antihigiénicos, sin estándares de saneamiento ni de almacenamiento.
Lo anterior puede ocasionar desde alergias, infecciones en los ojos y labios hinchados hasta acné y quemaduras químicas.