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A muchos de nosotros nos han enseñado que no se puede beber agua durante el entrenamiento e inmediatamente después de él. Sin embargo, los científicos y los atletas profesionales creen lo contrario: no debes privar a tu cuerpo del vital líquido.
Genial.guru te dirá qué le sucede a tu cuerpo si, durante el entrenamiento, ignoras sus señales y no bebes agua.
Está demostrado que los ejercicios físicos tienen un efecto rejuvenecedor. Gracias a la afluencia de sangre a la piel, las células se saturan con oxígeno, estimulan la producción de colágeno y suavizan las arrugas. Pero el cuerpo necesita una cantidad de agua suficiente para que la sangre pueda circular normalmente.
Algunas personas creen que, si uno no bebe agua durante el entrenamiento, pierde peso más rápido y más efectivamente. Sí, de hecho, verás este efecto en la balanza inmediatamente después del entrenamiento. Pero, en realidad, no perderás exceso de grasa, sino agua. Y tan pronto como calmes tu sed, la flecha de tu balanza volverá a su posición inicial.
La ingesta insuficiente de agua no permite quemar efectivamente las células de grasa. Debido a la falta de agua, la circulación sanguínea normal resulta imposible, y es debido a la circulación de la sangre que los tejidos se llenan de oxígeno y se produce la quema de grasa.
Durante el ejercicio físico, las toxinas se excretan del cuerpo debido al flujo sanguíneo a la piel y sudoración intensa. Sin embargo, si no le das a tu cuerpo suficientes líquidos, la sudoración no será tan intensa y la desintoxicación no será tan eficaz.
Los científicos creen que, debido a la deshidratación, la efectividad del entrenamiento disminuye significativamente. La pérdida de tan solo el 5% del líquido reduce la efectividad de tus ejercicios en un 30%. Con aproximadamente un 2% de pérdida de líquido, ya no permites que tu cuerpo queme grasa o desarrolle músculos.
Después de un esfuerzo físico serio, el dolor en los músculos aparece, en cualquier caso. Sin embargo, si te deshidratas, el dolor en tus músculos te perseguirá constantemente.
Los microtraumas que reciben nuestros músculos durante el entrenamiento, solo pasan si los tejidos absorben proteínas y carbohidratos, y la absorción efectiva de estas sustancias es imposible sin suficiente agua en el cuerpo.
Si no consumes suficiente líquido, la sangre se vuelve más espesa y los vasos se contraen para "estirar" un suministro limitado de agua. Como resultado, tu corazón funciona al máximo, haciendo que la sangre espesa circule a través de los vasos más estrechos.
El resultado de todo esto es taquicardia, dificultad para respirar y presión arterial alta. Incluso si estás completamente sano, con tales esfuerzos regulares, tu corazón sufrirá significativamente.
Paradójicamente, si bebes poco líquido durante el ejercicio, puedes tener hinchazón. El cuerpo, sintiendo la falta de líquido, trata de acumularlo y, como resultado, aparece la hinchazón y ojeras.
A menudo confundimos la sensación de sed por la sensación de hambre. Por lo tanto, si durante el entrenamiento no bebes agua y después sientes un gran apetito, tal vez solo necesites tomar un líquido. Primero, bebe un vaso de agua, y luego, si la sensación de hambre no desaparece, puedes comer tranquilamente.
Durante la actividad física, es óptimo tomar agua cada 15-20 minutos en porciones pequeñas, aproximadamente 150-250 ml a la vez, dependiendo de la intensidad del entrenamiento.
Los científicos creen que para mantener el estado normal del cuerpo y del intercambio de temperatura, hay que beber agua fría, en lugar de agua natural. Como resultado, para el cuerpo será más fácil mantener la temperatura deseada, a pesar de los intensos entrenamientos.
Si haces un entrenamiento corto, entonces el agua común es adecuada para mantener el nivel óptimo de líquido en el cuerpo. Sin embargo, si haces ejercicios por más de 2 horas, una buena solución será una bebida deportiva.
Saturará tu cuerpo no solo con el líquido necesario, sino también con carbohidratos y minerales que ayudarán a mantener el suministro de potasio y magnesio en tu cuerpo.
Un par de horas antes del entrenamiento es mejor beber hasta 500 ml de agua y no una bebida deportiva. Además, si tomaste bebidas deportivas durante el ejercicio, después de un entrenamiento intensivo, es mejor reponer el equilibrio del líquido con agua.