12 Revelaciones familiares que cambiaron todo de golpe

Si algo no puede faltar al emprender, es la valentía. Soñar con un proyecto propio, dedicarle tiempo, recursos y esperanza, y lanzarse al mercado con la ilusión de que funcionará, es una experiencia tan emocionante como incierta. Sin embargo, cuando las cosas no salen como esperábamos, es fácil sentir que el fallo nos desacredita. Sin embargo, hay emprendedores de diversas regiones que iniciaron pequeños negocios con entusiasmo y que, a pesar de que se encontraron con el fracaso, siguieron adelante con las enseñanzas que les dejó el proceso.
Estas historias de emprendedores no sirven para señalar errores ni minimizar los desafíos. Son inspiración a quienes se atrevieron a intentarlo, incluso si no salió bien. Más que un recuento de fracasos, estas historias son un homenaje a la resiliencia y a la capacidad humana de aprender, adaptarse y volver a soñar. Porque fallar no te hace un fracaso; te hace parte de una comunidad valiente que sigue adelante y con un poco de empuje, lecciones aprendidas y entusiasmo, logra despegar su sueño.
Emprender es arriesgado, ya que se estima que alrededor del 90% de las startups fracasan, y cerca del 20% cierran en su segundo año. Las causas van desde la falta de mercado hasta problemas de financiamiento. A pesar de las dificultades, muchos emprendedores continúan innovando y creando. Incluso después de fracasar, hay varios que logran levantarse y, con una gran muestra de resiliencia y aprendizaje, seguir adelante.
Candy Kemp es una emprendedora australiana que conoce de cerca las dos caras del emprendimiento, tanto el fracaso y el éxito. Tras fundar un negocio que inicialmente parecía prometedor, se enfrentó a una serie de decisiones difíciles y errores financieros que la llevaron a la bancarrota.
Sin embargo, lejos de rendirse, Candy tomó su experiencia como una lección invaluable. Con una visión más clara, aprendió a gestionar mejor sus finanzas, identificar oportunidades reales y construir una propuesta sólida. Inició una empresa de belleza a base de semilla de cáñamo y en tan solo un año, pasó de la bancarrota a facturar un millón de dólares con su nuevo emprendimiento. Su historia es un recordatorio poderoso de que los errores no son el final, sino parte del proceso de crecer y mejorar como emprendedor. Ahora también se dedica a hacer coaching para emprendedores, teniendo su experiencia y éxito como referencia.
Kim Perell es una emprendedora estadounidense que transformó un despido en una oportunidad millonaria. Tras perder su empleo, invirtió todos sus ahorros para fundar una empresa de marketing digital. Los inicios fueron duros: poca experiencia, escasos clientes y un mercado golpeado por la desconfianza.
Sin embargo, con perseverancia y un enfoque en resultados medibles, su empresa, Frontline Direct, creció rápidamente hasta ser vendida por 30 millones de dólares. Más tarde, como CEO de Amobee, lideró su expansión global. Su historia demuestra cómo la resiliencia y la adaptación pueden convertir un revés en un gran éxito.
Lucie Macleod fundó Hair Syrup, una marca británica de aceites naturales para el cuidado del cabello, nacida de su búsqueda personal por reparar el daño capilar y los comenzó a hacer en la casa de sus padres. Aunque la idea atrajo rápidamente interés, al principio enfrentó problemas por falta de experiencia y viéndose saturada con más cosas de lo que podía abarcar, lo que casi frena su crecimiento.
Su participación en Dragon’s Den le dio un impulso clave, ya que aunque no consiguió inversión, la visibilidad multiplicó el interés en su marca y reforzó su credibilidad. Con el tiempo, profesionalizó la producción, mejoró la distribución y, apoyada por una comunidad fiel en redes sociales, consolidó a Hair Syrup como un referente en cuidado capilar natural en Reino Unido.
Jaime Torres es el CEO y cofundador de UNK Latam, una startup chilena especializada en soluciones tecnológicas para la gestión de la cadena de frío en la industria alimentaria. Fundada en 2017 junto a Francisco Cuevas, UNK desarrolla sensores inteligentes y un software propio que permiten monitorear en tiempo real la temperatura y humedad en el transporte y almacenamiento de productos perecederos.
Los primeros años fueron desafiantes: su primer prototipo no funcionó en clientes clave como McDonald’s. Sin embargo, estas empresas ofrecieron retroalimentación valiosa, permitiendo a UNK mejorar su producto. Hoy, la empresa cuenta con más de 40 clientes en Chile y está expandiéndose a México, Perú y España.
Leticia Gasca, emprendedora y autora mexicana, es reconocida por su trabajo en visibilizar el fracaso empresarial y transformar esa experiencia en una fuente de aprendizaje. Su primer emprendimiento vendía artesanías en un plan de comercio justo con artesanas locales. Leticia buscaba generar un impacto positivo, pero enfrentó serios desafíos que, eventualmente, llevaron a que su negocio no alcanzara la sostenibilidad esperada y cerrara sus operaciones.
Sin embargo, Leticia tiene la percepción del fracaso muy claro, como bien dice: “No porque el negocio fracase, significa que tú eres un fracasado”. Así que lejos de ocultar ese fracaso, Leticia decidió compartir su experiencia públicamente y fundó el Movimiento Fuckup Nights, un espacio donde emprendedores relatan sus historias de fracaso con honestidad y sin estigmas. Gracias a su autenticidad y visión, este movimiento se expandió a muchas ciudades en distintos países. Su éxito radica en haber convertido una experiencia dolorosa en una plataforma global que celebra la vulnerabilidad, fomenta la resiliencia y redefine el concepto de éxito en el emprendimiento.
Marco Sánchez, ingeniero en Administración Hotelera y Gastronómica, inició su camino emprendedor a los 24 años con un restaurante de comida mexicana en Quito. El lugar estaba ubicado en una zona universitaria, entonces, a pesar de su entusiasmo, el negocio dependía de clientes de la universidad y si estaban en vacaciones, las ventas caían. Ese factor, con algún otro más, llevó al cierre del local tras un año.
Aprendiendo de esta experiencia, Sánchez trabajó en logística de catering, lo que le proporcionó conocimientos clave. En 2020, fundó Trofigourmet, ofreciendo servicios de alimentación a fincas florícolas en Cayambe. En 2021, junto a su esposa y hermana, lanzó Stereo Bolón, un restaurante especializado en comida costeña, que ahora cuenta con sucursales en Quito, Ibarra y el Valle de Los Chillos y con el que tienen impacto de manera positiva a 50-60 familias.
Fric Martínez es un emprendedor, autor y conferencista mexicano conocido por su enfoque creativo y humorístico hacia el emprendimiento enfrentó problemas de administración, falta de control en los procesos y una rápida saturación del mercado, lo que eventualmente provocó su cierre. Esta experiencia lo llevó a comprender que tener una buena idea no es suficiente si no está acompañada de una gestión sólida. Él comenta: “No existe el fracaso: hay formas de hacer las cosas y te tienes que tropezar para avanzar más. Siento que el fracaso es puro aprendizaje, es pura información, pero debes tener la valentía para verlo de esa forma”.
Lejos de desanimarse, Fric utilizó su aprendizaje para reinventarse. Escribió el libro “Startupismo”, donde comparte de forma accesible y humorística las lecciones de sus fracasos y ofrece consejos prácticos para otros emprendedores. Además, se ha consolidado como conferencista internacional, inspirando a jóvenes a emprender sin miedo al error. Su éxito actual radica en su autenticidad y en su capacidad para convertir las caídas, los “fracasos”, en herramientas de enseñanza que le pueden servir a otras personas.
Andrés Barreto, emprendedor colombiano, cofundó Grooveshark, una plataforma de streaming musical que permitió a millones de usuarios compartir y escuchar música gratuitamente. Aunque logró un crecimiento acelerado, el negocio fracasó. Sin embargo, Barreto aprovechó la experiencia para convertirse en inversor y mentor de startups a través de Socialatom Group, enfocándose en fortalecer el ecosistema tecnológico en América Latina y apoyando a nuevos emprendedores con las lecciones que aprendió. También ha dado varias conferencias respecto a los retos de emprender.
Tina Tower, emprendedora australiana, fundó Begin Bright, una franquicia de centros educativos que preparaba a niños en lectura, escritura y matemáticas, y aunque creció rápidamente con más de 30 franquicias, pero se descontroló un poco y decidió vender la empresa con éxito a una compañía cotizada, y desde entonces ha utilizado su experiencia para dar coaching a otros emprendedores, escribiendo libros y dando conferencias sobre cómo construir negocios sostenibles y equilibrados.
Cada experiencia, incluso las que no resultan como imaginamos, suma a la historia que construimos como personas y emprendedores. ¿Qué te enseñó a ti una caída y cómo marcó tu camino después?