Yo creo que lo más incómodo eran los vestidos enormes y los corsés
9 Misterios de los atuendos de las mujeres nobles que incluso algunos historiadores desconocen
La moda es un espejo del tiempo. Precisamente en ella se reflejan los valores y estándares en curso. Las nobles francesas, inglesas y españolas de los siglos pasados sorprenden nuestra visión moderna con sus increíbles vestidos. Pero pocas personas saben que las prendas de la distinguida nobleza tenían sus pequeños secretos.
En Genial.guru decidimos averiguar cómo se vestían las damas de la corte en su época para cumplir con los requisitos de la moda. Descubrimos y nos alegramos de que hoy en día los trajes de punto sean más populares que los corsés y las colas.
1. Un pliegue transversal en el vestido les permitía ajustar el largo
El atuendo español femenino de la época renacentista contenía un detalle curioso. Este era un pliegue transversal apenas perceptible en el dobladillo del vestido, el cual se encontraba debajo de la rodilla y arriba del tobillo. Lo puedes ver en retratos con nobles españolas del siglo XVI. Por ejemplo, Isabel Clara Eugenia de Austria, la hija de Felipe II, usaba vestidos con tal pliegue tanto en la infancia como en la vida adulta. Existe la suposición de que la reserva de tela permitía cambiar el largo de la falda en medida que la chica o mujer que llevaba el vestido crecía.
2. Agarraderos secretos para faldas permitían moverse sin obstáculos en un vestido con cola
Los vestidos con cola eran populares a finales del siglo XIX. Se veían fabulosos, pero no siempre eran cómodos. Para que las damas no se vieran tan limitadas al hacer movimientos, fijaban unos agarraderos especiales a los lados de la prenda, debajo del peplum. De esta forma, se podía levantar la falda larga y fijarla discretamente. Tal truco creaba un drapeado adicional, no violaba la integridad del look y facilitaba mucho la vida a las damas.
3. Los guantes fragantes podían salvar de olores desagradables
Catalina de Médici introdujo la moda de unos guantes especiales que solo las personas adineradas podían comprar. Ella los usaba no para calentarse o como un accesorio, sino como un medio para combatir los olores desagradables que se percibían en la corte en aquella época. Para ello, mezclaban granada, azahar, jazmín y violeta con grasa animal y cocían todo. A continuación, dejaban que la mezcla se secara. Este accesorio se volvió popular de inmediato. Los guantes perfumados existen hasta el día de hoy, ya que todavía son fabricados por la casa de moda Guerlain.
4. El tontillo hacía que la cintura se viera más delgada visualmente
Durante el auge del estilo rococó en el siglo XVIII, este accesorio se puso de moda. Se volvió más ligero y fue denominado tontillo. Debajo de él vestían camisones largos y corsés, y en la parte superior se ponían faldas no ajustadas con pliegues anchos.
El guardainfante era otro tipo de armazón que le ayudaba a una mujer a adquirir una silueta de moda en la época rococó: una “copa invertida”. Una cintura delgada, hombros rectos y una falda que tenía forma de copa evocaban precisamente tales asociaciones.
El contraste entre la cintura y la falda era importante por dos razones. En primer lugar, destacaba la figura esbelta de la dama. Ocultaba la silueta corpulenta, ya que el corsé no apareció para destacar las formas femeninas, sino esconderlas. Ocultaba el abdomen y apoyaba la espalda. De esta forma, la cintura apretada parecía aún más delgada en el fondo del voluminoso guardainfante, y entonces el efecto se notaba aún más. En segundo lugar, cuanto más ancha era la falda, más rica se consideraba a su dueña. Las mujeres de clase baja usaban faldas almidonadas.
5. Insertaban unas almohadillas en las mangas para destacar la cintura
Las damas del siglo XIX les daban preferencia a los vestidos con mangas voluminosas. Metían las almohadillas de plumón a través de la sisa dentro de las mangas y luego se ataban al vestido. Las mangas grandes destacaban la cintura delgada, por eso eran populares entre las seguidoras de la moda de la corte.
6. El nivel de cintura de la prenda podía revelar si una dama seguía las tendencias actuales de la moda
En 1815, Inglaterra comenzó a seguir las tendencias de la moda francesa. Las damas empezaron a usar vestidos de cintura alta. En 1816-1817, la línea del tiro se encontraba debajo del pecho. Casi de inmediato, en 1818, comenzó a bajar rápidamente, y continuó descendiendo anualmente una pulgada hasta que alcanzó su posición normal en 1825.
7. Chaqueta Spencer
Spencer es una chaquetilla de mujer con mangas largas. Inicialmente, la prenda era considerada un abrigo corto que usaban los hombres sobre su ropa exterior principal. Según la leyenda, el creador de este diseño fue el conde Spencer, quien por casualidad quemó los faldones de su abrigo sin darse cuenta de ello.
Desde la década de 1790 hasta la de 1820, la chaqueta Spencer se volvió popular entre las mujeres. En aquel entonces, complementaba los vestidos de moda hechos de fina muselina, abrigando así a su dueña. El largo de la prenda dependía de la altura de la falda, ya que era importante que no terminara ni por encima ni por debajo de la cintura. La falda se fijaba a la chaqueta desde el interior con ayuda de pequeños ganchos.
8. Liguero en forma de lazos
Las mujeres usaban medias por encima de la rodilla, las cuales estaban hechas de lana, algodón, seda o una mezcla de estos hilos. Por lo general, en la zona del tobillo, estas se decoraban con un patrón bordado. Los lazos de raso se ataban por encima de la rodilla para fijar las medias. Pero si la dama planeaba salir a dar una vuelta o bailar, se colocaban lazos debajo de la rodilla.
9. Pantalettes
Los vestidos de muselina delgados y suaves de los 1800 se ajustaban al cuerpo y destacaban sus líneas naturales. De hecho, estos eran camisones para dormir. Para que las damas no tuvieran frío, necesitaban ponerse ropa interior caliente. Los pantalettes, que en aquel entonces ya eran usados por hombres, también les resultaron muy útiles a las mujeres.
Al principio, el largo llegaba hasta los tobillos o el área justo debajo de la rodilla. Una característica distintiva del diseño de los primeros pantalettes de mujer eran los pantalones separados, que se sujetaban al cinturón en la cintura y no estaban cosidos entre sí. Los pantalettes estaban hechos de punto de color carne claro. Posiblemente por esta misma razón, a menudo, en los lienzos de esa época las mujeres con vestidos de muselina eran representadas sin ropa interior.
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Comentarios
Qué horror lo del los guantes para evitar olores
Muy interesante la de los agarraderos secretos para faldas