9 Secretos que el personal de vuelo usa cuando viaja como pasajero (y tú también deberías)

Curiosidades
hace 5 horas

Hay cosas que los sobrecargos solo comentan entre ellos. Pero esta vez harán una excepción y compartirán con nosotros algunos trucos poco conocidos que ellos mismos usan cuando vuelan como pasajeros. Y créenos: conocen el sistema por dentro y saben perfectamente cómo evitar ciertas reglas y aprovechar los atajos para lograr el mayor confort durante el vuelo.

Lleva siempre contigo unas pantuflas

En algún momento querrás quitarte los zapatos para que tus pies respiren. Pero, aunque tú te sientas más cómodo así, puede que los demás pasajeros no estén muy contentos al ver tus pies descalzos.

Por suerte, hay una solución intermedia: lleva contigo pantuflas desechables. Son lo suficientemente cómodas para usarlas durante el vuelo, y al final simplemente puedes tirarlas sin preocuparte.

Los suelos del baño acumulan muchísimas bacterias. Así que, mejor que todo lo que haya pasado en el avión se quede en el avión. No querrás llevar eso contigo al hotel o a casa.

Evita beber el agua del avión

Es importante mantenerse hidratado durante el vuelo, pero lo mejor es llevar tu propia botella de agua. Aunque en teoría el agua del avión es segura, los tanques donde se almacena son muy difíciles de limpiar a fondo, así que suelen tener una gran cantidad de bacterias.

Esto también aplica para el té y el café. Lo ideal es tomar solo agua embotellada. Todo lo demás, mejor evitarlo. Lo único que podrías considerar es el hielo, ya que a veces lo cargan listo desde tierra. Pero, aun así, es un riesgo: en algunos casos también lo preparan a bordo.

Lleva toallitas húmedas

Si quieres usar las salidas de aire para tener un poco de ventilación, primero límpialas con una toallita antes de encenderlas. Y si es posible, que sea con toallitas con alcohol, no las comunes.

Además, apunta el chorro de aire hacia las rodillas y no directamente a la cara. Así te proteges mejor de la suciedad y los gérmenes que flotan en el ambiente. Recuerda que es más fácil resfriarse en un avión que en tierra firme, así que más vale prevenir.

Además de limpiar la salida de aire, asegúrate de desinfectar también la bandeja plegable. No siempre se limpia a fondo entre vuelos, y algunos pasajeros hacen cosas con ella que cuesta imaginar. Por ejemplo, muchos padres la usan para cambiarle el pañal a su bebé. ¿Y adónde van luego los “desechos”? Exacto, los colocan en el bolsillo del respaldo del asiento delantero, así que no olvides limpiar bien esa zona también.

¡Y eso no es lo peor! Otros pasajeros prefieren viajar con sus pequeños perritos del tamaño del equipaje de mano. Y no siempre los llevan sobre sus piernas, sino que los colocan directamente sobre nuestra ya maltratada bandeja. Puedes imaginarte la cantidad de gérmenes que queda luego en su superficie.

Ten cuidado con los bolsillos de los asientos

Si vas a olvidar algo en el avión, lo más probable es que sea algo que dejaste en el bolsillo del respaldo del asiento delantero. Muy a menudo, la gente olvida allí dispositivos electrónicos como laptops, tablets o teléfonos móviles.

También es común dejar libros y libretas. O incluso algo más serio... como el pasaporte. Sí, así es. Una razón más para revisar tu equipaje de mano y todo lo importante justo antes de bajar del avión.

Sé amable con el personal

Esto, por supuesto, aplica a cualquier persona. Sin embargo, mientras que en otros contextos la grosería o la falta de respeto no siempre tienen consecuencias directas, en un avión pueden convertirse en una molestia adicional.

Por ejemplo, en el mostrador de registro podrían asignarte deliberadamente un asiento junto a una familia con niños pequeños. Y después, las sobrecargos ya no podrán hacer nada para ayudarte. En cambio, si eres amable y cordial con el personal de la aerolínea, quién sabe: podrías recibir un ascenso de clase o un cambio a un vuelo más directo.

Además, ten en cuenta que si viajas con frecuencia, junto con las millas que acumulas, también se crea un pequeño archivo con información sobre ti, al que el personal de la aerolínea puede acceder por adelantado.

Ese archivo incluye una sección para observaciones. Y si siempre has sido un pasajero ejemplar y has dejado propina en el pasado, lo más probable es que recibas un mejor trato la próxima vez. Pero si fuiste grosero y causaste problemas, eso también quedará registrado, y no esperes un trato amable en futuros vuelos. ¡Lamentablemente así funciona!

Elige asientos en la parte trasera del avión

Sin duda, si eliges asientos en la parte delantera, podrás salir del avión más rápido al llegar a tu destino. Y además, la turbulencia suele sentirse menos. Sin embargo, si optas por sentarte más atrás, podrías recibir una atención mucho mejor.

Según contó una sobrecargo, algunas de ellas suelen ignorar las solicitudes que vienen desde los asientos delanteros. Principalmente porque muchas veces no hay suficientes artículos como almohadas extra, tapones para los oídos, cepillos de dientes, etc. Si entregan estos objetos en las primeras filas, inevitablemente los demás pasajeros los verán, lo que puede provocar una ola de peticiones innecesarias, incluso entre quienes no pensaban pedir nada al principio.

No duermas todo el vuelo

Puede parecer muy tentador: al iniciar un viaje largo, ponerse tapones en los oídos, colocarse una máscara para dormir y tratar de dormir todo el vuelo. Sin embargo, la sobrecargo británica Kris Major señaló que, en realidad, esta es una de las peores cosas que puede hacer un pasajero.

“No deberías simplemente cerrar los ojos y dormir todo el trayecto. Sigues funcionando según tu horario habitual, así que no estás ayudando en nada a tu reloj biológico a ajustar tu ritmo circadiano”, explicó.

El secreto para superar el cambio de huso horario está en adaptarse lo más rápido posible al nuevo horario, por lo que es mejor no resistirse a ese ajuste... a menos que vayas a estar en tu destino solo por muy poco tiempo.

Usa ropa más práctica

Las sobrecargos con experiencia recomiendan vestirse de forma cómoda. Parece una regla de sentido común, pero lo cierto es que muchos no la siguen en la práctica. Es común ver pasajeros viajando en chanclas y camisetas sin mangas.

Para la mayoría, ese tipo de atuendo puede parecer sencillo y cómodo, especialmente si el destino es un lugar cálido. Sin embargo, lo más importante aquí debería ser la seguridad.

La ropa ideal para volar es aquella que sea cómoda, no estorbe y no se enganche en ninguna parte si se necesita evacuar rápidamente el avión. Esto también implica cambiar las chanclas por unos tenis bien ajustados, que no se salgan incluso si alguien pisa tu pie.

Vestirse por capas también es clave. Así estarás preparado por si tienes demasiado calor o frío durante el vuelo. En caso de que tengas frío, te ofrecerán una manta, pero no puedes estar seguro de que haya sido desinfectada con esmero. Por eso, es mejor prevenir.

Cepíllate los dientes justo al llegar

Para recuperarte rápidamente después de un vuelo agotador, solo necesitas sacar tu cepillo y pasta de dientes, y lavarte los dientes. Esta sencilla acción siempre ayuda a despejarte y te hace sentir más fresco.

Recuerda que el cepillo y la pasta dental deben estar siempre entre tus objetos prioritarios. Llévalos contigo en el equipaje de mano. Por suerte, muchas marcas ofrecen tubos de pasta en formatos de viaje y cepillos especialmente diseñados para llevar contigo. No ocupan casi espacio, pero pueden salvarte en más de un vuelo largo.

Ahora ya sabes que incluso las sobrecargos tienen sus propios secretos para un vuelo cómodo. Toma nota de estos trucos y tu próximo viaje será mucho más agradable. Porque volar con inteligencia no solo es más cómodo, también es más seguro.

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