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Cómo Naomi Watts descubrió que a sus 36 años ya había entrado en la menopausia
A pesar de ser una fase natural e inevitable en la vida de las mujeres, la menopausia ha sido rodeada de estigmatización y desinformación a lo largo del tiempo, hasta convertirse en un tema tabú en la actualidad. Así lo experimentó la actriz Naomi Watts, cuando, poco después de sus 30 años, le llegó el turno de enfrentar esta etapa, bajo unas circunstancias totalmente inesperadas para ella. A raíz de eso, se dio a la tarea de incentivar una conversación abierta y libre de barreras sobre este proceso biológico.
Justo después de pasar los 35 años, Naomi gozaba de una carrera exitosa, una pareja estable y un deseo muy fuerte por convertirse en madre. Se sentía vital y lista para abrirle la puerta a la aventura de tener hijos. Sin embargo, justo en ese momento, cuando pensó que lo tenía todo para lograrlo, la naturaleza se cruzó en su camino y casi trunca es gran sueño.
“A los 36 años me enfrenté a la perimenopausia, una palabra que ni siquiera conocía, y yo estaba intentando formar una familia. Así que entré en pánico total, me sentí muy sola, sentí que valía menos y que había fracasado. No había con quién hablar, no había información, básicamente el médico me dijo: ’Bueno, no vas a quedar embarazada... tu análisis de sangre indica que estás cerca de la menopausia’. Yo me estaba volviendo loca”.
La preocupación de Watts no solo se debía a la noticia que recibió acerca de su capacidad para quedar en embarazo, sino, sobre todo, a lo desconocido que representaba en ese momento la menopausia en su vida. “Sabía que al rededor de los 35 años, el cuerpo tiene algunos cambios, pero lo que no sabía era que realmente ya era parte para empezar a pensar en un embarazo”.
A pesar de ese panorama incierto y poco esperanzador, Naomi, no se dio por vencida. Ahora, su carrera era no solo para alcanzar su propósito de tener hijos, sino también para que otras mujeres en el mundo pudieran tener información valiosa cuando se enfrentaran a la menopausia, sin herramientas previas, como le pasaba a ella.
“Llegué a la menopausia mucho antes que mis pares e incluso los doctores tenían poco que decir al respecto. Es como un código de silencio no escrito: las mujeres deberían aguantar y hacer frente, porque así es como lo han hecho las generaciones pasadas”.
Fue así, como empezó a investigar y recolectar también su propia experiencia, para lograr juntar todas las piezas de ese rompecabezas. “La perimenopausia es un período de transición, con muchos altibajos, y si no tienes una salida o un lugar para quejarte, gemir, llorar, reír y experimentar todos esos sentimientos con otras personas, será horrible”.
Entre los primeros síntomas que vivió la actriz, había algunos de los que pocas veces se oye hablar: “La piel seca, rebelde y con picazón fue uno de mis primeros síntomas y tuve que abordarlo de inmediato. Había oído hablar de los clásicos: los sofocos y el insomnio, pero lo de la piel era una novedad para mí. Visité varios médicos y solo me dieron soluciones superficiales, pero los síntomas persistían”.
Pero los efectos no se limitaban solo a su parte física, sino también mental: “Pasé por ansiedad, vergüenza, confusión, pánico”.
Con mucha persistencia y, sin perder el foco de su deseo materno, Naomi continuó buscando un bebé, recurriendo incluso a ayudas naturales como el pasto de trigo y las hierbas chinas. “Logré quedar embarazada de forma natural después de dos años de intentarlo y luego de arreglar mi sistema con diferentes alternativas, ya que no era candidata para la fertilización In Vitro”.
De esa forma, Watts llegó de forma exitosa a su meta, aunque, no sin antes pasar por el escabroso recorrido que representó para ella, toparse de frente con la menopausia, cuando menos lo esperaba.