Científicos descubrieron varias cualidades sorprendentes en los seres humanos que son hereditarias

Curiosidades
hace 4 años

Los ojos de mamá, la nariz de papá, y las preferencias políticas del abuelo. ¡No hablamos en broma! Los científicos han señalado que, además de las cualidades físicas, heredamos también las preferencias personales, algunas habilidades, e incluso, una forma de vida propia de nuestros padres y antepasados ​​lejanos.

En Genial.guru decidimos estudiar este tema con más profundidad, y hoy te explicaremos algunas características interesantes y para nada obvias que podrías haber heredado de tus tatarabuelos.

Bondad

La amabilidad es una cualidad que depende de la educación que se ha recibido, el entorno, y el carácter de cada persona. Pero, como ya se ha descubierto, la genética también influye en ello.

La capacidad de empatía viene determinada por un gen que afecta a la producción de oxitocina, conocida como la “hormona del amor”. Este gen puede estar presente de tres maneras distintas: fuerte, medio o débil, que, en consecuencia, afecta el nivel de bondad. En un estudio en el cual participaron 348 personas, en el 51 % se encontró una variante de este gen fuerte, y solo el 7 % del débil. Por lo tanto, podemos afirmar que la mayoría de las personas son genéticamente bondadosas, aunque no siempre lo demuestren.

Afición por los viajes

Existen personas que consideran que el sentido de la vida radica en visitar tantos países como se pueda, y hay otros que no quieren cruzar ni el patio de su casa. Todo esto responde al gen DRD4-7R, que se asocia con la curiosidad y el deseo de cambiar de lugar.

Las personas que tienen este gen poseen un alto nivel de inquietud y curiosidad. Les gusta explorar nuevos enclaves, no quieren estar parados siempre en el mismo sitio, y les gusta cualquier tipo de cambio. Pero también son más propensos al riesgo y a explorar nuevas relaciones, probar alimentos inusuales, e incluso drogas. Según los científicos, el gen se encuentra tan solo en el 20 % de la población de la Tierra.

Pereza

Todos los que creían que la pereza no tiene excusas, estaban equivocados. Sí las tiene, y estas responden no solo a uno, sino a 36 genes que los aficionados a disfrutar de las series de televisión tumbados en el sofá han heredado de sus antepasados.

Los investigadores encontraron esos “genes de la pereza” al criar a dos grupos de ratas: unas eran más activas, y las otras no tanto. Después de varias generaciones, realizaron pruebas, y descubrieron que las crías procedentes de padres activos eran igual de enérgicas que ellos. Los investigadores tuvieron en cuenta muchos factores, pero descubrieron que los genes tenían un mayor impacto en este caso.

Habilidades de conducción

La proteína DBNF es responsable de adquirir nuevas habilidades, así como la memoria y la capacidad de actuar en situaciones estresantes. Los investigadores encontraron que aquellas personas que tienen una producción más reducida de esta proteína, ven, manejan el automóvil y se orientan en situaciones de arduo tráfico un 30 % peor que todos los demás.

Como los científicos señalan, aproximadamente el 30-40 % de las personas posee un gen que influye a la hora de conducir, pero vale la pena destacar que esas habilidades aún dependen de la persona y no de su genética.

Relación con el cilantro

Mientras que algunos sienten asco al ver platillos exóticos con insectos, otros tienen una sensación similar con las cebollas, la espuma de la leche o el cilantro. Por cierto, la relación hacia este último responde a la genética.

Puede parecer extraño, pero algunos no toleran el olor a cilantro. Y esto se debe a una pequeña mutación de un gen relacionado con el sentido del olfato, que puede hacer que se perciba ese aroma de manera repugnante. Según estiman los investigadores, los que odian el cilantro engloban a alrededor del 4-14 % de la población mundial.

La capacidad de percibir el olor a espárragos

En el mundo encontramos dos tipos de personas: algunas que creen que, después de comer espárragos, la orina emite un olor extraño, y otros que no sienten absolutamente nada.

Los científicos han llevado a cabo un estudio de estas personas “extrañas” que perciben tal olor, descubriendo que no se trata de una consecuencia de la imaginación, sino de una mutación genética. El estudio reveló que solo el 40 % (2 748 / 6 909) de las personas invitadas al estudio tienen receptores olfativos capaces de notar este aroma.

Sin embargo, ahora ha surgido otro debate. ¿Quién es un mutante: el que percibe el olor o el que no?

La popularidad

Si tienes muchos amigos, entonces, probablemente hayas heredado el “gen de la popularidad”. Según afirman los psicólogos de la Universidad de Míchigan (EE.UU.), existe una clara relación entre el atractivo de una persona y su ADN.

El experimento involucró a 200 estudiantes que no se conocían entre sí. Durante 2 horas, charlaron entre ellos, y al final completaron cuestionarios indicando quién les provocó más sensación de simpatía.

Resultó que todos los estudiantes populares tenían el mismo gen único, al cual se denominó el “gen del rebelde”. Los que lo poseen tienden a violar ciertas reglas y normas de comportamiento, cuestión que atrae a los demás.

Inclinaciones políticas

Comunista, liberal, demócrata: tus puntos de vista ideológicos también pueden estar genéticamente condicionados. Un estudio de gemelos idénticos y no idénticos reveló que los primeros tenían preferencias políticas más parecidas que los segundos.

Como resultado, los científicos concluyeron que la predisposición a los valores tradicionales o no tradicionales es establecido por el nivel genético, y ya de allí surge la simpatía por diferentes puntos de vista políticos.

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