Pensaba que sí producía alergia
Cómo afectan el polvo y sus alérgenos a nuestros hogares

Estornudos, tos, picor en los ojos... seguramente muchos de nosotros, a pesar de no ser alérgicos, hemos experimentado alguno de estos síntomas al estar expuestos al polvo. El exceso de este y los ácaros pueden llegar a ser muy molestos, y es por eso por lo que la limpieza adecuada y periódica de nuestros hogares es tan importante.
Genial.guru investigó al respecto y aquí confirmará o desmentirá algunos de los mitos y afirmaciones populares relacionados con el polvo y los ácaros.
1. El polvo no es solo piel muerta
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Aunque es verdad que el polvo contiene piel muerta, esta representa solo una pequeña proporción de su composición, la cual también depende de muchos otros factores, como la estación del año, el clima o de qué habitación de la casa se trata. En general, el polvo se compone de escamas de piel, tanto humana como animal, arena, tierra, suciedad, y restos y desechos de insectos.
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Puede contener caspa animal. A diferencia de la humana, que es reconocible y fácil de ver, la animal es microscópica. Se disemina por el aire, pudiendo quedar pegada en cualquier material textil, ropa, cortinas o sábanas. Por eso, aunque no tengamos animales en casa, su caspa puede estar igualmente presente en el ambiente.
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Cuando las casas están vacías y sin habitantes se ensucian mucho menos, pero igualmente continúan acumulando polvo con mayor cantidad del resto de sus componentes.
 
2. El polvo no produce alergia
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No es al polvo a lo que algunas personas tienen alergia, sino a los ácaros y a sus desechos. Estos pequeños insectos microscópicos viven en el polvo de nuestros hogares, dando preferencia a los lugares húmedos y oscuros. Se alimentan de piel muerta, por lo que su sitio favorito son las camas y sofás, que es donde más alimento pueden encontrar.
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Los ácaros afectan la calidad del aire. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera a estos insectos agentes contaminantes del grupo B, es decir, de tipo biológico, como lo son los hongos y los virus, porque su presencia sí afecta a la calidad del aire interior.
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En todas las casas hay ácaros, en mayor o menor cantidad, pero los hay. Eliminarlos por completo es prácticamente imposible, pero sí pueden mantenerse a raya y evitar su proliferación tomando ciertas medidas de desinfección específica y manteniendo una buena rutina de limpieza.
 
3. Los ácaros no pican
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Cabe aclarar que, aunque los ácaros del polvo son insectos, no pican, solo causan síntomas de alergia como estornudos, congestión nasal, tos o picor en la garganta y urticaria, entre otros, a las personas que son sensibles a ellos.
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Los ácaros del polvo son agentes desencadenadores del asma. Por eso, si hay alguna persona asmática en nuestro hogar, será imprescindible reducir al máximo posible la presencia de estos insectos en la casa.
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Algunas personas alérgicas, y también muchas que no, desarrollan amatofobia, que es el miedo irracional e injustificado al polvo y la suciedad. Quienes la padecen pueden sufrir diferentes tipos de síntomas como taquicardia, pánico y ansiedad al verse expuestos a ellos. Además, intentan evitar el contacto con el polvo y la suciedad en todo momento. Esto incluso puede llegar a afectar la normalidad de sus vidas.
 
4. Los lugares de la casa con más polvo y ácaros son la cama y alrededores
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El hábitat ideal para que los ácaros puedan vivir y proliferar debe ser húmedo y oscuro. Y esto, sumado a que se alimentan de piel muerta, hace que las almohadas y colchones sean el lugar perfecto para anidar. Viven dentro de los colchones y somieres, sitios donde dejan sus huevos y se desarrollan.
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Pasar la aspiradora no los elimina. Es eficaz para retirar el polvo, pero no para eliminar la mayoría de los ácaros que habitan en él. También favorece la dispersión del polvo en el aire, aunque esto puede evitarse utilizando un microfiltro. Sin embargo, si hay personas con alergias graves en casa, estas no deberían entrar en la habitación hasta pasadas las dos horas de haberla aspirado.
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Los ácaros proliferan a mayor velocidad en los ambientes húmedos. Por eso, para reducir su presencia, deshumidificar el aire en el ambiente es de suma importancia. En cualquier ferretería puede adquirirse un higrómetro, herramienta que sirve para medir los niveles de humedad. Mantenerla por debajo del 50 % será suficiente. Si fuera necesario, con ayuda de un deshumidificador o aire acondicionado, podemos disminuir la humedad.
 
5. Lavar la ropa de cama con agua caliente ayuda a eliminar los ácaros
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Para eliminar los ácaros y alérgenos de nuestra ropa de cama, debemos lavar periódicamente las sábanas, mantas y fundas en agua a 60 grados como mínimo. Si son tejidos que no pueden lavarse en caliente, otra opción será secarlos en la secadora durante un mínimo de 15 minutos a 60 grados o más.
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Existe ropa de cama específicamente diseñada con tejidos de fibras muy cerrados para evitar que los ácaros colonicen el colchón y las almohadas. Esta es una opción perfecta para las personas altamente sensibles a ellos.
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En el mercado también podemos encontrar aerosoles insecticidas específicos para este tipo de insectos, que son de mucha utilidad en la lucha contra esta plaga invisible.
 
6. Para reducir la presencia de ácaros, lo mejor es quitar las alfombras
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Las alfombras proporcionan a los ácaros un ambiente ideal para vivir y reproducirse, más aún si están colocadas directamente sobre cemento, porque este retiene la humedad. Si nuestra intención es reducir la cantidad de ácaros de nuestros hogares, lo ideal será cambiar las alfombras por baldosas, parqué, linóleo o suelo de vinilo.
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A la hora de la limpieza, utilizar mopas y paños húmedos o con productos será siempre mejor que limpiar en seco. De esta manera evitaremos que el polvo se disperse nuevamente por el aire y vuelva a depositarse en otra superficie tras la limpieza.
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Por último, si tenemos mascotas, especialmente de pelo largo, debemos tener en cuenta que pueden acumular polvo y, por consiguiente, ácaros en su pelaje. Por eso, si queremos mantener bajos los niveles de estos insectos en nuestro hogar, lo recomendable es bañar a nuestros animales de compañía al menos una vez por semana.
 
¿Qué te pareció este artículo? A la hora de hacer la limpieza de tu hogar, ¿tienes algún truco o secreto? ¿Podrías compartirlo con nosotros?
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Yo tengo sensibilidad a los ácaros
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