Yo no sabía de algunas de estas brochas
Cómo utilizar correctamente tus brochas de maquillaje
En el mundo del maquillaje existen tantas brochas como productos y formas de aplicación. Hoy en día podemos encontrar herramientas tan específicas que elegir las que realmente necesitamos puede resultar frustrante, pero si consigues identificarlas, puedes lograr que tu kit de maquillaje se ajuste perfectamente a tus necesidades. A partir de ahí, tu imaginación comenzará a volar.
Genial.guru siempre busca formas de inspirar y ayudar a sus lectores, por lo que ha elaborado una guía práctica que podría ayudarte a aprender a usar las diferentes brochas de maquillaje que existen. Al final del artículo encontrarás un bono para aprender más sobre el (importantísimo) proceso de limpieza de estas herramientas.
1. Base de maquillaje
El nombre de este producto es autoexplicativo: la base nos ayuda a crear un lienzo de color y textura uniformes sobre el que podremos pintar nuestra obra de arte. Pero aunque después de este producto vayamos a aplicar otros tantos, si colocamos la base de manera incorrecta, el resultado final nunca será satisfactorio.
El tono de la base debe ser igual a nuestro tono de piel, nunca más claro u oscuro (más adelante verás cómo conseguir un aspecto bronceado). Además, debe aplicarse en el sentido del vello facial, para evitar que este se levante provocando un efecto antiestético. También es importante comenzar la aplicación desde el centro del rosto hacia los bordes, para que el producto quede lo más difuminado posible en las líneas del cabello y la mandíbula.
Brocha de precisión para base líquida o en crema
Si lo que buscas es una máxima cobertura, una brocha plana como la de la foto te ayudará a cubrir las imperfecciones con precisión (especialmente si es cuadrada), pero su tamaño solo le permitirá abarcar pequeñas zonas, por lo que te recomendamos que la uses sin prisa.
Brocha de acabado natural para base líquida o en crema
El pelo de esta brocha es menos compacto, y se abre en forma de V, de manera que la concentración de producto es menor. Es perfecta para los que buscan un acabado más natural (ya sea con base de maquillaje o cremas BB), pero no proporciona tanta cobertura de imperfecciones como la anterior.
Brocha para base en polvo
Aunque hoy en día existen excelentes bases líquidas libres de aceites, algunas mujeres de piel más grasa prefieren una en polvo para evitar un posible efecto “pegajoso”. El truco para aplicar cualquier polvo es dar unos toques sobre el producto con la brocha y sacudirla con un golpe suave para retirar el exceso. Las brochas densas y redondeadas como la de la imagen garantizan una aplicación homogénea.
Esponja de maquillaje
Estas esponjas se han ganado un hueco en el corazón de las mujeres con agendas apretadas. Permiten una aplicación uniforme y rápida, y también proporcionan un acabado muy natural (principalmente si las humedeces un poco antes de aplicar la base). Son una herramienta muy cómoda para el día a día, aunque no son la elección adecuada si buscas alta cobertura.
2. Corrector
Profesionales, madres, amigas, hijas... hoy en día, las mujeres representan todos los roles de la película, pero es difícil conseguirlo sin ojeras. Es por esto por lo que el corrector es un producto de primera necesidad para muchas, tanto para cubrir los odiosos círculos morados debajo de los ojos como para tapar otras pequeñas imperfecciones.
El corrector debe aplicarse en pequeños puntitos en la zona oscura de las ojeras, y, a continuación, distribuirse a toquecitos (sin arrastrar), con mucho cuidado, ya que la piel de esa zona es muy sensible. No hay que aplicar el producto bajo la línea del párpado inferior, ya que esto puede formar pliegues que se harán más visibles con el paso de las horas. Una recomendación: prueba aplicar unos puntitos en la línea superior de las cejas para definirlas.
Brocha para corregir ojeras
Aunque el dedo anular es una opción muy recomendable para extender el corrector sobre la ojera, existen herramientas magníficas que pueden ayudarte a conseguir más cobertura sin necesidad de mancharte las manos. La brocha de la fotografía es plana, de pelo denso y borde redondeado. Puede ayudarte a cubrir las zonas más difíciles.
Brocha para corregir imperfecciones
Las ojeras son grandes enemigas, pero a menudo también queremos corregir otro tipo de imperfecciones, como granitos o cicatrices. Aquí debemos usar el corrector sobre una superficie muy pequeña y en gran concentración, por lo que lo ideal sería utilizar una brocha de precisión como la de la imagen.
Miniesponjas para corrector
Al igual que su hermana mayor, esta esponjita permite una aplicación rápida y homogénea, pero la cobertura es bastante menor que si usas un dedo, y mucho menor si la comparas con la de una brocha. No son la herramienta más recomendable para cubrir imperfecciones muy pequeñas, como granitos.
3. Polvos fijadores
Una vez aplicada la base y el corrector, es muy recomendable colocar polvos translúcidos o del color de tu piel para fijar bien todos los productos líquidos o en crema. Esto es especialmente importante si luego usarás polvos bronceadores o colorete en polvo, ya que el resultado será mejor si los aplicas sobre una base de la misma consistencia (polvo sobre polvo). Aplica este producto con ligeros toques sobre toda la superficie de la cara (¡recuerda eliminar el exceso antes de llevar la brocha a tu rostro!).
Brocha de polvos para fijar la base
Esta brocha es amplia y permite fijar el producto en toda la cara con unos pocos toques. Tiene cierta forma de abanico y su pelo no es muy concentrado, lo que evita que tomes demasiado polvo y tu rostro quede “enharinado”.
Brocha para fijar el corrector
Se trata de una brocha más pequeña que la anterior, y se utiliza para fijar el corrector en las ojeras e imperfecciones. Es importante usar una brocha más pequeña en esta zona para evitar poner demasiado producto y que se formen pliegues.
4. Contorno
Desde que el contorneado o contouring se puso de moda en la década del 2000 ha generado millones de adeptas y toda una industria de productos específicos (solo basta con preguntarle a Kim Kardashian). El objetivo de esta técnica es generar sombras en el rosto para estilizarlo. No obstante, este método también tiene detractores, como Bobbi Brown, quien considera que esta técnica le transmite a la gente el mensaje de que hay “algo erróneo en su cara”.
Si aún no has formado una opinión sobre el contorneado, probarlo es la mejor forma de salir de dudas. Escoge un contorno en crema o polvo de un color que sea un par de tonos más oscuro que tu piel, siempre mate. Aplícalo deslizando la brocha bajo el hueso del pómulo, los lados de la frente y el borde de la mandíbula, e incluso puedes poner un poco en los lados de la nariz para darle un aspecto más largo y puntiagudo.
Brocha en ángulo para contorno
Esta es la clásica brocha angulada, cuya parte más ancha iría pegada a la línea del cabello, con la más delgada hacia el interior del rostro. Esta forma resulta muy útil, ya que reducir la intensidad del contorno conforme avanzamos hacia el interior del rostro nos dará un resultado más natural.
Brocha recta para contorno
Tiene forma recta y garantiza una precisión máxima, pero cuidado: agarra mucho producto, y con ella es fácil alcanzar ese “efecto sucio” que tanto queremos evitar, así que recuerda retirar el exceso de polvo antes de aplicar el contorno.
Brocha de punta redonda para contorno
Con esta brocha conseguirás un acabado más natural, ya que su densidad de pelo es menor, y su punta redonda brinda una aplicación más suave.
Brocha para difuminar el contorno
Aunque no se indica en muchos manuales, la difuminación del contorno es un paso esencial para conseguir un efecto natural y evitar una “cara manchada”. Usa esta brocha tupida desde el centro del rostro hasta la línea del pelo realizando movimientos circulares y suaves.
5. Bronceador
Los expertos recomiendan aplicar protección solar durante todo el año para evitar arrugas y efectos perjudiciales en la salud. Pero protegernos del Sol no significa que necesariamente tendremos un rosto pálido y apagado, ya que los polvos bronceadores pueden aportarnos ese toque de color y ese aspecto saludable que todas buscamos. El producto puede ser mate o satinado, unos dos o tres tonos más oscuros que tu piel.
¡Cuidado! El bronceador no es lo mismo que el contorno; de hecho, su finalidad es opuesta. Mientras que el contorno se usa para crear sombras en el rosto (por eso debe ser mate), lo que buscamos con el bronceador es resaltar el color en las zonas donde más nos alcanza el Sol de forma natural: los pómulos, los laterales de la frente y la línea de la mandíbula. No olvides aplicar un poco en el cuello para no crear diferencias de color.
Brocha angulada para bronceador
Estas brochas salieron al mercado recientemente y son una maravilla para las mañanas más apuradas. Su forma “abraza” los pómulos y otras curvas del rostro para depositar el bronceador en el lugar correcto, lo que permite una aplicación más “automática”. Añade un poco de corrector y estarás lista para comerte el día en menos de un minuto.
Brocha para bronceador estilo kabuki
De cuerpo corto y pelo muy denso, estas brochas reciben su nombre de la modalidad de teatro japonesa kabuki, que se caracteriza por el intenso maquillaje de sus artistas. Por lo tanto, tiende a atrapar mucho producto, pero si te aseguras de retirar el exceso antes de usarla, te sorprenderá la homogeneidad del resultado.
6. Colorete
Los antiguos egipcios ya usaban colorete en las mejillas para conseguir un aspecto más saludable, y desde entonces es un producto esencial en cualquier kit de maquillaje. Debe aplicarse a toquecitos en la manzana de las mejillas, evitando poner demasiado producto desde el principio. “Pero ¿dónde están mis manzanas?”, te preguntarás. Es muy simple encontrarlas: solo debes sonreír. ¿Notas dónde se hinchan las mejillas? Ahí las tienes.
Brocha para colorete
Punta redonda, pelo suave y no muy denso. Procura agarrarla por el extremo inferior para garantizar un toque más ligero y un acabado más natural. ¡Voilà!
7. Iluminador
Si sigues de cerca a las celebridades o te gustan los desfiles de moda, seguramente te habrás percatado de que el iluminador ha ganado mucha presencia últimamente, y es que no es para menos. Aplica un poco con ligeros toques en la parte superior de los pómulos, la parte central de la frente, el arco ciliar, la punta de la nariz y el arco de cupido, y tus gestos cobrarán vida. Un truco: pruébalo en los lagrimales para darles un punto de luz a tus ojos.
Brocha para iluminador acabada en punta
Esta brocha es perfecta para zonas donde se requiere una mayor concentración de producto, como el arco ciliar o los lagrimales. Evita poner demasiado iluminador para que este no se mueva a otras zonas del rostro.
Brocha para iluminador estilo “abanico”
Esta brocha algo graciosa está diseñada para iluminar la parte superior de tus pómulos con un trazo ligero y muy natural. También puedes usarla en la barbilla y la frente.
8. Ojos
Las diferentes aplicaciones y estilos de maquillaje de ojos son temas suficientes para varios artículos, pero de momento mencionaremos las brochas necesarias para un look básico de ojos en orden de aplicación.
Brocha para crear la “base” del párpado
Es una brocha suave, con pelo denso y punta redondeada. Úsala para cubrir todo el párpado del color que servirá como base de tu maquillaje de ojos (normalmente un tono mate).
Brocha para el contorno del párpado
Se utiliza para darle profundidad al ojo, aplicando un color mate y más oscuro que el de la base en la cuenca del párpado superior. Coloca un poco de producto en el pliegue y difumina con cuidado hacia los lados.
Brocha para párpado móvil
Esta es una brocha más compacta que permite una aplicación de mayor pigmentación de los colores en el párpado. Aunque la de la foto es angulada, también puedes encontrarlas de punta redonda. Se trata de una brocha polivalente que puedes utilizar tanto para tus looks de día como de noche, pero recuerda siempre limpiarla antes de cambiar al siguiente color.
Brocha para sombras en crema
La sombra en crema es más difícil de mezclar y difuminar que el formato en polvo, pero dura más y permite lograr una mayor pigmentación en looks metálicos o con diamantina. Es mejor aplicarla con una brocha de esponja como la de la imagen, ya que retendrá mejor el producto y permitirá una aplicación más uniforme.
Pincel para delineador de ojos
Aunque los formatos líquido y en lápiz pueden aplicarse directamente, muchos maquilladores usan delineador en crema, el cual permite conseguir una mayor pigmentación que el lápiz y más precisión que el líquido. Para ello se utilizan este tipo de pinceles planos y diminutos.
9. Cejas
Consideramos que las cejas se merecen un apartado individual en este artículo porque no son un paso más de tu maquillaje de ojos, sino que aportan personalidad al rostro por sí mismas. Un ejemplo de esto es Cara Delevingne, quien convirtió las suyas en su marca personal.
Pincel para cejas
Este preciso pincel permite rellenar las cejas en las zonas con menos densidad de pelo. Haz pequeños trazos con una sombra o gel del color de tu cabello, marcando más la línea exterior que el abanico inicial para no darles un aspecto demasiado duro.
Cepillo para cejas
Tanto si quieres rellenar tus cejas como si las prefieres naturales, cepillarlas le dará un aspecto pulido a toda la cara. Un pequeño truco: cepíllalas primero a contrapelo para darles volumen, y luego vuelve a hacerlo en el sentido contrario para ordenarlas.
10. Labios
Puede que los pinceles de labios te parezcan una herramienta para maquillaje profesional, y que te apañes perfectamente con tu labial y tu delineador. Sin embargo, queremos animarte a probar estos delicados instrumentos, ya que creemos que la precisión y el control que ganarás con ellos te sorprenderá.
Moja la punta del pincel en el labial y delinea tus labios primero con un trazo más pigmentado. A continuación, rellénalos a toquecitos, con un color ligeramente menos saturado que el de los bordes. Finalmente, ¡sonríe!
Bono: cómo limpiar tus brochas
Es muy probable que, una vez que comiences a utilizar tus brochas, nunca las abandones. Pero con los usos irás notando que su color cambia y quedan restos de producto en ellas. Es necesario limpiarlas con regularidad para garantizar su buen funcionamiento, pero principalmente por una cuestión de higiene. Existen dos métodos principales para limpiar las brochas y pinceles.
- El primero es el más básico y efectivo: lava tus brochas con jabón neutro o champú para bebé y agua tibia. Enjabona y enjuaga hasta que el agua salga limpia. Después retira el exceso de líquido con un paño y déjalas secar al aire en posición horizontal. Si te maquillas todos los días, es recomendable que las limpies una vez por semana.
- Para mantener tus brochas limpias entre lavados, existen unos cómodos aerosoles antibacterianos como este que puedes comprar en tu tienda o sección de maquillaje habitual. Una vez que hayas terminado de maquillarte, humedece un poco de papel con este líquido y desliza la brocha sobre él varias veces para retirar el producto.
Existen tantas herramientas y formas de aplicar maquillaje que podríamos hacer cientos de artículos al respecto, pero primero queremos conocer tu opinión: ¿te resultó útil esta guía? ¿Conocías los usos de estas brochas? Si te apetece leer más trucos y consejos de este tipo, deja tus sugerencias en los comentarios, ¡y no olvides compartir este artículo con otros amantes del maquillaje!
Comentarios
Yo siempre me aplico mal los polvos bronceadores
Maquillarse bien es todo un arte
Muy buen artículo :)
Había cosas que desconocía. Interesante!
me gusto mucho este artículo cual ed la brocha perfecta para aplicar el maquillaje
bastante importante artículo, muchas de las brochas las estaba usando mal