20 Maneras efectivas de apoyar el desarrollo físico de tu hijo desde los primeros años

Salud
Hace 1 semana

Muchas veces, pensar en el desarrollo infantil nos lleva a enfocarnos en el lenguaje o el aprendizaje escolar. Sin embargo, hay otro factor de gran importancia para que los niños crezcan sanos, seguros y sanos: el desarrollo motriz. Dentro de este proceso, la motricidad fina y la gruesa juegan un papel fundamental, pues cada una tiene funciones distintas que influyen en la vida diaria de los pequeños. En este artículo te contamos por qué son clave para que tus pequeños tengan una mejor calidad de vida.

LOS CONTENIDOS SE FACILITAN ÚNICAMENTE CON FINES INFORMATIVOS Y NO PRETENDEN SUSTITUIR EL ASESORAMIENTO MÉDICO. CONSULTA A TU MÉDICO EN RELACIÓN CON TU ESTADO DE SALUD.

¿Qué es el desarrollo motriz?

El desarrollo motriz es una parte clave del crecimiento de los niños, especialmente en sus primeros cinco años de vida. Se refiere al proceso mediante el cual fortalecen sus huesos, músculos y adquieren la capacidad de moverse y explorar el mundo que los rodea. Este desarrollo se da en dos niveles: la motricidad gruesa y la motricidad fina.

Y lo interesante es que estos dos tipos de motricidad tienen un gran impacto en la vida diaria de los pequeños, pues no solo se trata de que puedan brincar, correr o moverse con libertad, también influye en su desarrollo del cognitivo y emocional.

¿Para qué sirve la motricidad gruesa?

La motricidad gruesa es la encargada de permitirnos realizar movimientos que requieren el uso de varias partes del cuerpo. Cosas que podrían parecer tan sencillas para algunas personas, como caminar, correr, saltar la cuerda, son un gran ejemplo de actividades que requieren la coordinación y balance de nuestro cuerpo.

Por eso, para que los niños tengan un desarrollo físico óptimo, es necesario trabajar en su motricidad gruesa. Así podrán tener más control sobre su cuerpo, ser más ágiles y adaptarse a las actividades que son parte de su rutina, como practicar un deporte o simplemente jugar de manera autónoma. Recuerda que se comienza con unos pasitos, para después poder ser imparable.

La motricidad fina es casi un superpoder

Cuando hablamos de motricidad fina nos referimos a la capacidad de realizar movimientos con músculos más pequeños para poder realizar alguna acción. Siempre que tenemos que hacer algo que requiere mucha precisión, es cuando esta habilidad sale a relucir.

Desde sostener una cuchara, poder colorear sin salirte de la línea, o incluso vestirte y peinarte, hay una infinidad de cosas para las que la motricidad fina es esencial. Al poder realizar este tipo de actividades de forma individual, los niños pueden ser más independientes y aprender a tener un mejor cuidado propio.

Al crecer, estas habilidades serán cada vez más necesarias para poder interactuar con todo lo que les rodea, ya sean objetos o personas. Hacer pequeños cambios en la rutina, como priorizar los juegos que requieran movimientos delicados, en lugar de actividades que no estimulan su movilidad, como ver televisión o usar el celular, puede ayudar a que tengan un mejor desarrollo de la motricidad fina.

Tips para desarrollar la motricidad en tus pequeños

El desarrollo motriz es una parte fundamental del crecimiento y puede potenciarse de forma natural en nuestro día a día. A través ciertas acciones diarias, los niños fortalecen habilidades como el equilibrio, la coordinación y la fuerza. Estos son algunos ejemplos de actividades que estimulan sus capacidades físicas.

De 0 a 3 años

Motricidad fina:

  1. Aplaudir cuando se les indica: Esta actividad es ideal para los más pequeños, recuerda primero mostrarles cómo deben aplaudir y después espera a que imiten tus movimientos. Con el tiempo serán capaces de aplaudir por sí solos.
  2. Tomar objetos pequeños con los dedos: Pon una variedad de objetos chiquitos frente a al niño y demuéstrale cómo debe tomarlos uno a uno utilizando sus dedos.
  3. Construir torres de bloques: Para los niños más pequeños, comienza con bloques de mayor tamaño y que sean ligeros, así será más sencillo maniobrarlos y poder construir una torre pequeña.
  4. Quitarse los calcetines: Elige calcetines que sean sencillos de quitar, es decir, que no estén apretados. Demuestra cómo se deben quitar uno a uno y después guía las manos de tu pequeño para que pueda imitar los movimientos. Con la práctica se volverá un experto en deshacerse de los calcetines.
  5. Dibujar círculos: Lo inicial es que tú indiques cómo deben ser los movimientos de la mano para lograr dibujar esta forma. Puedes utilizar plumones o crayones grandes para que sean más fáciles de manejar para los niños.

Motricidad gruesa:

  1. Estar boca abajo: Podría parecer algo básico, pero es un paso inicial en el desarrollo de los bebés. Este ejercicio les ayudará a tener control, estabilidad y a que sus músculos crezcan.
  2. Estirarse para alcanzar juguetes: Los bebés están llenos de curiosidad y qué mejor que utilizar esto para que mejores sus habilidades. Puedes rodear a tu niño con sus juguetes favoritos y mientras está sentado, hacer que se estire para alcanzarlos. Esto ayudará a su coordinación.
  3. Subir y bajar las escaleras: Para muchos papás, las escaleras son un foco rojo que solo significa peligro, pero practicar con tu pequeño a subir y bajarlas de manera tranquila los ayudará a ser más independientes, mejorar sus habilidades motrices y correr menos riesgo de sufrir algún accidente.
  4. Patear la pelota: Podría parecer una actividad sencilla, pero para un niño pequeño puede ser bastante complicada. Jugar a patear la pelota requiere coordinación y atención hacia la acción que se está realizando, además de balance y fuerza para golpear el balón. Todo esto ayuda a los niños a tener un mejor control de sus movimientos.
  5. Caminata animal: No le tengas miedo a que se arrastren por el piso, porque con esta actividad seguro lo tendrán que hacer. Elige algún animal que sea llamativo para tu hijo y observen cómo camina: con pasos grandes, pequeños, de lado, etc. El reto es imitarlo y, de paso, mejorar la coordinación.

De 4 a 6 años

Motricidad fina:

  1. Rompecabezas sencillos: Comienza con un rompecabezas de pocas piezas y con dibujos llamativos y fáciles de descifrar. Poco a poco ve introduciendo otros más con un nivel de dificultad mayor.
  2. Abrochar y desabrochar botones: Esta parte de la rutina diaria es muy importante. Ayudará a que tengan mejor control de sus movimientos cuando se trata de manejar objetos pequeños y de paso aprenderán a ser un poco más independientes.
  3. Cortar formas simples: Comienza con formas que sean sencillas y recuerda siempre comenzar dando un ejemplo de cómo deben recortar cada una de ellas. Conforme su control de las tijeras y los cortes vaya mejorando, puedes cambiar a formas más complejas.
  4. Meter objetos pequeños en alcancías o recipientes: Ya sea que metan unos bloques de figuras a sus espacios correspondientes o que pongan monedas dentro de una alcancía, lo más importante con esta actividad es que practiquen el manejo de objetos pequeños.
  5. Dibujar personas: Para esta actividad lo importante es que poco a poco mejoren su habilidad para hacer dibujos más precisos. Ilustrar personas con formas geométricas básicas como círculos y cuadrados es un gran paso hacia la creación de dibujos más detallados.

Motricidad gruesa:

  1. Brincar en una pierna: Hasta uno que otro adulto tiene dificultades para hacer esto, pero practicarlo con tus pequeños les ayudará a mejorar su coordinación y seguro hasta les parecerá divertido.
  2. Atrapar la pelota: Para niños pequeños recuerda utilizar un balón grande y ligero, para evitar accidentes. Pon el ejemplo de cómo deben atrapar la pelota y lánzala despacio. Con niños mayores, puedes cambiar por un balón más pequeño, pues ya tendrán algo de práctica.
  3. Brincar la cuerda: Además de ser divertido, es una actividad que requiere concentración y equilibrio. Este es uno de esos juegos que nunca pasa de moda y que se pueden hacer incluso en espacios pequeños.
  4. Nadar o patinar: Ambas actividades van a requerir de concentración, coordinación y muchas ganas de divertirse. Aprovecha los intereses de los niños para que mejoren su desarrollo motriz.
  5. Andar en bicicleta, ¡sin ruedas entrenadoras!: Este puede ser un paso grande para muchos niños, así que recuerda darles tiempo para acostumbrarse al nuevo reto que es recorrer el mundo sin rueditas de apoyo.

Cada que los más pequeños de casa se divierten, también aprenden cosas nuevas y desarrollan habilidades que les serán de utilidad en el futuro. Así que es mejor unirnos a sus juegos, apoyarlos y tal vez hasta mejoremos nuestra coordinación al igual que ellos.

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