Criaturas gigantes podrían hundir barcos en el Triángulo de las Bermudas

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hace 10 meses

El Triángulo de las Bermudas es una de las rutas marítimas más transitadas del mundo. Algunos escépticos creen que este hecho resuelve el misterio asociado a este lugar: estadísticamente, cuanto más concurrida es una zona, mayor es la frecuencia de accidentes y desapariciones en ella. Si bien esto tiene sentido, la frecuencia de las desapariciones no es una explicación válida del misterio del Triángulo de las Bermudas, sino la imposibilidad de encontrar las causas y la inexistencia de restos. En su primer viaje al Nuevo Mundo en 1492, Cristóbal Colón navegó por el Triángulo de las Bermudas. Informó que una noche, cuando estaba en la cubierta del barco, notó que aparecía una luz gigante en la distancia, diferente a todo lo que había visto antes. Colón miró su brújula en busca de dirección, pero esta emitía lecturas erráticas. Es posible que hayas notado que el Triángulo de las Bermudas no aparece en ningún mapa mundial. Esto se debe a que las instituciones oficiales se niegan a reconocer que el área realmente existe.

Nadie sabe exactamente cuántos barcos y aviones han desaparecido en el Triángulo de las Bermudas. La estimación aproximada es de 50 barcos y 20 aviones. La mayoría de las veces, las desapariciones no tenían explicación y nunca se han encontrado restos. Cuando desaparecieron los aviones TBF Avenger, se llevó a cabo una operación de búsqueda masiva. Barcos y aviones buscaron en el Triángulo de las Bermudas cualquier señal de ellos. Una de las naves que hacía la búsqueda era un hidrodeslizador PBM-5 Mariner. Partió a las 7:27 p. m. y envió un mensaje de radio de rutina 3 minutos después. Nunca más se supo de él. No se encontraron rastros del hidrodeslizador de rescate ni de los cinco aviones Avenger. Se inició una gran investigación sobre la desaparición de todos estos vehículos, pero nunca se descubrió nada.

El Triángulo de las Bermudas tiene un clima bastante intenso e inestable. Las tormentas se acumulan rápida e inesperadamente y desaparecen poco después. Si parpadeas, es posible que te lo pierdas. Esto podría explicar por qué se emiten pocas señales de socorro: los pilotos y los marineros nunca ven venir el cambio del clima. Una teoría popular sugiere que las olas rebeldes son responsables de muchas desapariciones. Los científicos las llaman “olas de tormenta extremas”. Ocurren cuando diferentes patrones climáticos suceden al mismo tiempo y causan olas grandes e inesperadas que alcanzan hasta 30 m de altura. Los testigos dicen que parecen gigantescas paredes de agua. Estas olas podrían explicar por qué los barcos se hunden rápido y sin dejar rastro.

Justo frente a la costa de Japón, encontrarás el Triángulo de las Bermudas del océano Pacífico. Lo llaman el Triángulo del Dragón. Entre 1950 y 1954, nueve barcos desaparecieron en esta zona sin dejar rastro. El barco Kaiyo Maru 5 fue enviado para investigar estas desapariciones inexplicables cuando también desapareció. Después de este incidente, las autoridades japonesas calificaron el área como zona de peligro y recomendaron a los navegantes a evitarla. Algunas personas culpan de todos los desastres a la actividad paranormal extraterrestre, otros suponen que se trata de fenómenos naturales furiosos. Algunos científicos creen que la causa de las anomalías son los cambios ambientales. Hay una concentración muy alta de hidratos de metano en el fondo del océano en el área de las Bermudas del Pacífico. Este gas tiende a explotar y cuando sucede, comienzan a formarse burbujas en la superficie del agua. Estas erupciones de gas pueden suprimir la capacidad de flotar y hundir fácilmente un barco. Debido a esta reacción química, no quedará ni rastro.

Se dice que los volcanes submarinos son otra posible explicación para el Triángulo del Dragón japonés. De hecho, ¡hasta pueden derribar islas pequeñas! Afortunadamente nadie vive allí. Es bastante común en esta zona que algunas de ellas desaparezcan bajo el agua y otras aparezcan de la nada a causa de la actividad sísmica. [suscríbete] Nunca encontrarás el Triángulo del Dragón en ningún mapa oficial del mundo, por lo que nadie está seguro de qué tan grande es en realidad. En julio de 2015, dos adolescentes desaparecieron tras zarpar frente a las costas de Florida. Hay cierto misterio sobre lo que los chicos realmente estaban haciendo. Les dijeron a sus padres que solo irían a pescar, pero les dijeron a sus amigos que iban a cruzar a las Bahamas. Poco después de que se fueran, una línea de tormentas eléctricas se movió hacia el área y nunca más se supo de ellos. Se realizó una búsqueda masiva, pero lamentablemente no se encontró nada. Un año después, su bote fue encontrado frente a la costa de las Bermudas con un iPhone roto y algunos efectos personales dentro.

Una de las teorías más populares y extrañas que tratan de resolver el misterio del Triángulo de las Bermudas pertenece a Charles Berlitz. Insiste en que el área es el hogar de la ciudad perdida de la Atlántida. Los barcos y aviones desaparecidos y el mal funcionamiento del equipo, según él, fueron causados por rayos de energía emitidos por unos cristales especiales que alimentan la Atlántida. Si bien esto suena tonto, la teoría de Berlitz fue lo suficientemente convincente como para que más de 20 millones de personas compraran su libro en todo el mundo.

Antes, la brújula no funcionaba bien en el Triángulo de las Bermudas ya que allí las líneas de los dos polos coincidían: el norte verdadero y el norte magnético. Si caes en esta intersección, tu brújula se comportará de manera extraña. Pero el norte magnético cambia constantemente y ahora está mucho más allá del triángulo. Tu navegación está bien. El material electrónico también está bien. Pero el combustible del yate se acabó porque olvidaste apagar el motor. Ninguna leyenda dice nada de piratas que hayan operado en el Triángulo de las Bermudas en los últimos siglos o de que el holandés errante hiciera desaparecer los barcos. Una teoría popular es que los vehículos viajan al pasado o al futuro a través de un portal del tiempo en el Triángulo de las Bermudas. Pero solo son mitos, así que sigues en nuestra realidad, esperando a los rescatistas.

Imagínate cientos de tentáculos gigantes acercándose a un grupo de barcos que navegan por el Triángulo de las Bermudas. En los siglos pasados, podían hundir fácilmente una flota entera, ya que los barcos eran de madera y pesaban menos. Los calamares envolvían las cubiertas con sus fuertes tentáculos, agujereaban los cascos de los barcos con sus afiladas puntas. Las ventosas con dientes podían romper los mástiles y rasgar las velas. El agua llenaba las bodegas y subía lentamente a cubierta. Los barcos se hundían en cuestión de minutos. Los sobrevivientes llegaban a la orilla y les contaban a todos sobre los enormes monstruos. Así aparecieron las leyendas del Kraken. Afortunadamente, ahora la gente tiene sonares y equipos para monitorear el espacio marino. Dicen que la razón principal por la que este lugar es tan enigmático son los campos magnéticos que forman el siniestro triángulo.

El fondo del océano está hecho de rocas que contienen mucha magnetita (no como los imanes que pones en tu refrigerador para recordar ese hermoso viaje a París). Es más como el hierro. Los campos magnéticos reaccionan a la alta concentración de magnetita en el fondo del océano, lo que puede iniciar una especie de conflicto entre los dos. A menudo puede provocar diversas anomalías climáticas y, como resultado, problemas de navegación. Y, naturalmente, cualquier cambio en el fondo del océano o en los campos magnéticos de la Tierra influye mucho en el Triángulo de las Bermudas. Los campos magnéticos tienden a cambiar de posición, al igual que las placas tectónicas e incluso los continentes, aunque nunca nos demos cuenta. Los cielos suelen estar muy despejados allí, pero en 1883 algunas personas presenciaron cosas anormales en la zona. Afirman haber visto grandes bloques de hielo cayendo del cielo y la tripulación incluso logró salvar uno como prueba contundente.

Parece que el Triángulo de las Bermudas tiene un gemelo no solo en la Tierra, sino también en el espacio. Pero las naves espaciales generalmente no desaparecen en el aire. Porque... bueno, no hay aire. Esta área anómala es realmente grande y se extiende justo sobre el Atlántico Sur. Ocupa el área desde Chile hasta Zimbabue, y se asienta justo en el punto donde los cinturones de radiación de Van Allen están más cerca de la superficie de nuestro planeta. La Tierra tiene dos cinturones de este tipo, que son útiles para atrapar las partículas que se eyectan desde el Sol. Hacen un gran trabajo protegiendo a la Tierra de la radiación. El campo magnético allí es más bajo, por lo que permite que el cinturón de radiación de la Tierra se acerque a la superficie. Cada vez que pasa un satélite, estará expuesto a una radiación que puede provocar daños graves. Por lo tanto, ninguno puede tomar fotografías de ese lugar. La anomalía del Atlántico Sur es una parte de la Tierra donde la radiación natural fluye fuera de control.

Aún así, hay poca evidencia de que todos estos triángulos sean realmente peligrosos. Muchos creen que se ha demostrado una y otra vez que el Triángulo de las Bermudas no es más que una obra de ficción. De hecho, algunos naufragios, como el Ellen Austin, ganaron popularidad a mediados del siglo XX, cuando nadie había dibujado todavía un triángulo en el área de las Bermudas. El misterio fue popularizado por escritores de ciencia ficción y se convirtió en un mito común, mientras que ninguna investigación seria demostró que era más peligroso que otras partes de los océanos del mundo. Así que en 1881 la tripulación del Ellen Austin ni siquiera conocía el Triángulo de las Bermudas, y mucho menos le tenía miedo. ¿Qué piensas TÚ?

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