Jaaaaaajaaaa ni disculpas ni nada! No te gusta la comida perfectamente comestible? No comas!
Corrí a mis amigos de mi casa después del berrinche que hizo su hija
A lo largo de los años, las amistades cambian por distintos motivos, entre ellos puede ser que ahora cada uno tenga su propia familia. Adaptarse a esos cambios puede ser complicado, como le pasó a esta usuaria de la red, que por querer pasar un buen rato con sus amigos terminó entre la espada y la pared a causa de la hija de ambos.
Decidí cocinar algo que sé que a los niños les gusta, pero teniendo en cuenta también a los adultos. Hice pollo parmesano con pastel de chocolate de postre. Me imaginé que eso era algo así como una presentación diferente de los nuggets de pollo, que a los niños les suelen gustar.
Mike y Sandra me dijeron que la cena estaba buena; tal vez estaban siendo amables, pero se comieron todo. Sin embargo, la niña solo estuvo picando la comida durante toda la cena, ni siquiera estoy segura de que haya comido algo.
Pasaron un par de minutos y vi que Sandra me estaba mirando feo. Le pregunté si podía ayudarla a calmar a su hija, aunque no se me hace fácil convivir con niños, pero se lo dije porque no sabía qué más hacer. Sandra solo resopló y me dijo: “¿No hay nada que le quieras decir a Charlie?”.
Tardé unos segundos en darme cuenta de que quería que me disculpara con su hija porque no se había comido la cena que preparé. Creí que eso podría hacer que la niña se tranquilizara, así que le dije que sentía mucho que no le hubiera gustado mi comida.
Mientras Sandra seguía intentando convencerme de que le preparara algo diferente a su hija, Mike se quedó ahí sin decir una sola palabra, comiendo su postre.
Me puse de pie y le pregunté a Mike si quería que le diera su pastel para llevar, porque el resto de su familia parecía que no la estaba pasando bien en mi casa. Les sugerí que se fueran a su casa para que Sandra pudiera prepararle algo de comer a su hija.
Sandra empezó a decir que había creído que yo iba a cocinar y que ella podría tener una noche libre, fuera de la cocina. En ese momento sentí que iba a decir algo de lo que realmente me arrepentiría después, así que solo le dije que se fuera de mi casa. Mike se veía muy avergonzado cuando se fueron. No he hablado con ninguno de los dos desde ese día y ahora comienzo a cuestionarme si fue mi error y si reaccioné de la manera equivocada al correrlos de mi casa.
Poner límites es difícil cuando no se trata de tus hijos, pero estos son algunos consejos que podrían ser útiles si llegas a estar en una situación similar a la de esta usuaria:
- Decide cuál es tu límite. Es válido dejarles claro a tus amigos que en tu hogar las reglas las pones tú. Cuando esto se comunica de manera amable y clara, puede ser un punto de partida para una amistad más respetuosa.
- Encuentra otras formas de conectarte con tus amigos. Si estar físicamente en el mismo espacio no es posible, por cualquier razón, pueden encontrar alternativas. Una videollamada para ver una película juntos o incluso solo para charlar puede convertirse en una manera efectiva de mantener el contacto.
- Tus amigos también deben poner de su parte. Toda relación necesita esfuerzo, así que no temas hablar del tema. Seguro que tus amigos que tienen hijos llevan una agenda complicada, pero para que la amistad persista, también deben estar dispuestos a ser flexibles y empáticos contigo.
Comentarios
No entiendo el problema de Sandra, si tanto le molestaba que su hija no comiera hubiera cocinado ella, además no es sano dejar que caprichos como ese se permitan de esa manera.