No iré a la boda de mi hermana a menos que cambie algo que me exige hacer ese día

¡Pueden hacer todo lo que quieran, pero no toquen a mi mascota! Esa es la manera correcta de reaccionar cuando alguien quiere hacerle daño a nuestros hijos peludos. El verdadero predicamento viene cuando alguien en quien creías confiar se mete con ellos. Ese fue el caso de una mujer cuyo esposo tuvo el valor de meterse con su gato porque su relación con él lo “incomodaba”, y lo que ella hizo al respecto, puede dividir opiniones.
Cuando lo miro a los ojos, siento que veo algo más que un gato. Como si fuera un gato nacido con alma humana. Incluso concuerdan los tiempos, todo tiene sentido, para mí, al menos. Incluso si estoy loca, este pensamiento me trae consuelo y no veo nada de malo en ello.
Mi esposo piensa que esto es extraño y poco saludable. Dice que mi vínculo con el gato lo asusta y lo hace sentir incómodo porque realmente creo que tiene el alma de mi papá. Han pasado dos años desde que murió, y Benji realmente me salvó la vida. Es el mejor compañero que podría haber pedido. Quiero decir, no hay nada mejor que poder acurrucarse con un animal que te ama al final de un largo día. Aunque mi esposo no estaría de acuerdo.
Cuando llegué a casa y no pude encontrar al gato, lo primero que pensé fue que se debía haber escapado de alguna manera. Esto ya me preocupaba porque nunca lo dejábamos salir, ¡Dios sabe lo que le podía pasar estando solo por ahí!
Después de buscar frenéticamente adentro de la casa y de salir para seguir buscando, mi esposo me informó que Benji se estaba “quedando con un amigo”. ¿¡QUÉ!? Así que exigí que lo llamara para traerlo lo antes posible. No quiso, pero afortunadamente me había dicho a quién le había dado mi gato, así que tuve que hacer algunas llamadas por mi cuenta.
Benji de hecho estaba atrapado con el compañero de trabajo de mi esposo. No somos buenos amigos, pero sí amigos, a veces cenamos juntos, etc. Así que lo llamé para pedirle que me devolviera a mi gato y me dijo que mi esposo se lo había entregado de manera justa y que no lo devolvería.
Mil cosas estaban pasando por mi mente en este momento. La seguridad de mi gato. La extrema decepción con mi marido. Estaba tan disgustada de que incluso haya pensado en hacer algo como esto. No tenía idea de qué hacer en ese momento ni por dónde empezar. Solo quería que mi gato regrese a salvo, luego lidiaría con mi esposo.
Después de aclarar un poco mis ideas, presenté un informe policial, recopilé la mayor cantidad posible de pruebas de propiedad, me acerqué a la esposa del compañero de mi esposo y le expliqué lo que estaba pasando, y les pedí que devolvieran a Benji.
Luego, me informó que no tenía idea de lo que estaba hablando. En este punto estaba muy furiosa, así que, de nuevo, le pregunté a mi esposo qué estaba pasando. Le dije que tenía a la policía involucrada y que necesitaba entregarme al gato lo antes posible.
Mi hermana ya se ha divorciado y se ha vuelto a casar, así que me va a ayudar a ordenar todo, y a prepararme para solicitar el divorcio. ¡Estoy desconsolada!, pero también increíblemente agradecida de que mi pobre hijo esté ahora a salvo en casa conmigo. El pobre estaba claramente estresado y confundido, pero se está adaptando bastante bien a mi hermana.
Mi hermano recogerá mis cosas de mi casa por mí, no he estado allí ni he visto a mi esposo desde que fui al refugio. Mi familia me ha apoyado en mis decisiones y todos están dispuestos a hacer lo que sea necesario para ayudarme cuando lo necesite.
Reconocemos que, a veces, identificar a una pareja tóxica puede ser difícil. Dado que este tipo de dinámicas en las relaciones se presentan tan frecuentemente en el entretenimiento, es muy fácil pensar que ciertas conductas son normales cuando no lo son.
No obstante, lo normal de una pareja debería ser un ambiente tranquilo y amoroso, en el que, juntos, puedan armar un equipo genial. Para ello, es importante reconocer los síntomas de que algo no anda bien en la relación y hacer algo al respecto.
Es por eso que, hemos consultado con los expertos, y estos son los signos a los que tienes que estar alerta, para reconocer y lidiar con una pareja tóxica: