Tras 26 años con la madre de sus hijos, se divorcia y se enamora del vecino

Historias
hace 10 meses

La vida está llena de sorpresas que nos pueden llegar hasta en el momento menos pensado. Por ejemplo, un matrimonio puede acabarse luego de haber pasado la mitad de su vida juntos, solo para descubrir una nueva forma de amor. Y fue justamente eso lo que le sucedió al protagonista de este artículo.

Una nueva vida tras el divorcio

Marcelo tenía 50 años, cuando él y su esposa decidieron divorciarse, tras 26 años de matrimonio. Es así como, decidió mudarse a un departamento en Buenos Aires, sin pensar en que esta iniciativa le traería un cambio mucho más radical que solamente el de su lugar de residencia. Allí conoció al que llamaban el “Pela”, su vecino, con quien empezó un lazo de amistad.

En ese momento, Marcelo, quien había sido heterosexual por lo que llevaba de vida, no tenía dudas sobre su gusto por las mujeres. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo y la confianza entre ambos vecinos iba aumentando, empezaron a surgir los sentimientos. “Nos contábamos nuestras penas, era como que los dos nos usábamos de psicólogos. Yo le contaba del trabajo y de mis hijos, él no tenía porque había estado casado muy poco tiempo, pero seguía muy conectado a su ex”, recordó.

El paso a ser algo más que amigos

Luego de haber pasado dos años desde que se conocieron, una noche, habían quedado con otros amigos en ir a cenar a un restaurante, pero por casualidades de la vida, el resto del grupo canceló y se quedaron ellos dos solos. Fue ahí cuando el “Pela” le dijo que estaba enamorado de él.

Pasaron varias semanas sin hablarse, ya que Marcelo todavía no podía admitir lo que también sentía, pero que negaba por temor a ser juzgado por otras personas. Después de un tiempo se volvieron a ver y decidieron empezar una relación.

Sin embargo, esta historia no fue igual a la de un cuento de hadas, puesto que Marcelo tenía muchas cosas en su cabeza: estaba atravesando por un proceso de divorcio y ninguno de sus hijos sabía sobre su orientación sexual, menos aún que ya tenía una pareja.

La pareja empezó a contarle a otras personas

Había pasado ya un año desde que empezaron a estar juntos, cuando la hija de Marcelo descubre la existencia de su relación, por accidente. Ella no reaccionó bien, por lo que el hombre tuvo que explicarle que muchas cosas habían cambiado y que había decidido darse la oportunidad de volverse a enamorar.

Aprovechando la coyuntura, habló con su otro hijo y le contó sobre su nueva relación, ya que entendía que para un hijo puede ser difícil enterarse, de esa forma, que su padre había “salido del clóset”. Finalmente, ambos chicos aceptaron a la nueva pareja, pues los veían felices juntos.

La relación iba viento en popa, al punto que decidieron montar su propio negocio, aunque la pareja seguía manteniendo su amor en secreto, incluso frente a sus empleados. Luego de eso, organizaron un viaje a la playa, juntos, para poder actuar con libertad, sin sentirse juzgados. Fue allí donde se tomaron su primera y última foto.

El cambio más difícil de afrontar

Al día siguiente de su escapada romántica, Marcelo recibió una llamada de su hija que le cambiaría la vida: el “Pela” acababa de tener un infarto fulminante que acabó con su vida. Al ser muy pocas las personas que conocían sobre la relación entre ambos hombres, Marcelo tuvo que afrontar su duelo prácticamente solo. Fue solamente un año después que decidió abrirse y contarle su historia al resto del mundo. Esto ayudó a que conozca a Ariel, su actual pareja, el cual asegura que fue el “Pela” quien lo puso en su camino.

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