El tiempo vuela demasiado rápido, y estas imágenes lo prueban

La gente sintió por primera vez la necesidad de tener billeteras cuando se introdujo el papel moneda. En los Estados Unidos, eso fue en el siglo XVII. Antes de eso, la gente usaba monedas. Para llevarlas, tenían bolsas de cuero simples con un cordón. Esas primeras carteras estaban hechas de cuero. En estos días, las personas pueden ponerse bastante sentimentales cuando se trata de sus billeteras. Como esta de aquí que tiene una historia realmente impresionante. Inicialmente era propiedad de un hombre que luego se la pasó a su hijo cuando el chico cumplió 13 años. El joven literalmente usó la billetera hasta que comenzó a desmoronarse. Estaba tan apegado al diseño que siguió buscando en línea una réplica exacta durante años. Eventualmente encontró una billetera casi nueva en casi perfectas condiciones. No hace falta decir que su padre estaba muy orgulloso.

Hubo estudios sobre la cantidad de tiempo necesario para desgastar los tenis de correr. Pero los números no marcan cuánto tiempo debe pasar antes de que cambies tus tenis. Es la cantidad de kilómetros que puedes usarlos: alrededor de 320 a 1000 km. La mayoría de los fabricantes de zapatos para correr dicen que los suyos están hechos para durar de 480 a 800 km, lo que se traduce en alrededor de 3 a 6 meses si corres 32 km por semana en promedio. Obviamente, los corredores de maratón necesitan reemplazar sus zapatos con más frecuencia ya que algunos pueden correr de 64 a 80 km a la semana. Pero esta persona decidió mirar su rastreador de actividad física para ver cuánto tiempo había estado usando sus zapatos. ¡Terminaron soportando unos alucinantes 5000 km en dos años! De acuerdo, son unas botas, pero estos zapatos igual parecen haber estado deteniendo el carro como en los Picapiedra.

¡Otro de los objetos que pueden generar mucho sentimentalismo en las personas es el oso de peluche! ¡Algunos de los más pequeños disponibles para comprar miden solo 7 mm de alto! Están hechos por un fabricante sudafricano de “microosos”, y algunos de sus ositos de peluche “más grandes” miden poco más de 1,3 cm de alto. Por otro lado, el osito de peluche cosido más grande del mundo fue creado en 2008 en Estados Unidos. Medía 17 m de alto y se llamaba CT Dreams, o Conecta el sueño. Puedes echarle un vistazo si quieres, simplemente dirígete al museo Exploration Place en Wichita, Kansas. Incluso hay un nombre para los coleccionistas y fanáticos de los osos de peluche: arctófilo. Es una combinación de las palabras griegas arctos, que significa “oso”, y philos, que significa “amar”.

Una persona tuvo la suerte de toparse con la misma versión de su oso de peluche de la infancia 20 años después. Cuando se colocan uno al lado del otro, puedes ver claramente cuál de los dos ha visto más de 20 años de abrazos y lavados. Si eres fanático de las manualidades y la costura, te sorprenderá saber que la aguja de coser más antigua que se conoce data de hace 60 000 años. Estaba hecha de huesos de aves y fue descubierta en Sudáfrica. Se descubrieron otras agujas similares hechas de hueso o marfil en Europa y Asia, que se remontan a hace 45 000 años.

Incluso la primera aguja “moderna”, ya sabes, la que tiene un ojal, tiene alrededor de 25 000 años. Si miras a través de una buena lupa o un microscopio la punta de una aguja, verás por qué necesita cambiarse cada ciertos intervalos de tiempo. Solo mira esta imagen y entenderás por qué. Los especialistas dicen que cuando se trata de agujas para máquinas de coser, es necesario reemplazarlas cada veinte horas de costura aproximadamente. ¿Por qué? Porque incluso un objeto tan pequeño y afilado como una aguja puede deteriorarse después de un tiempo y dañar potencialmente la tela alrededor de la puntada. En tejidos más delicados, las agujas desafiladas pueden provocar una mala tensión. También es mejor usar agujas adecuadas para ciertas telas, como puntos de bola para tejidos, agujas más delgadas para telas más ligeras y agujas más gruesas para telas más pesadas.

¿Has oído hablar de los zuecos? Son un tipo de calzado que está hecho parcial o totalmente de madera. Se utilizan principalmente como calzado de protección en actividades agrícolas. También los verás en algunos tipos de baile por el sonido que hacen al golpear el suelo. El zueco es en realidad la raíz del tap actual. Si observas los zuecos nuevos y viejos de esta persona, verás cómo se desgastan con el tiempo. ¡Es fácil entender por qué algunas personas los comparan con una papa y una papa pelada! Sin embargo, siempre me he preguntado, ¿son cómodos? Quiero decir, están hechos de madera, y eso no me suena cómodo. Sin embargo, la mayoría de las personas a las que les gusta usar zuecos dicen que después de un tiempo, conservan la forma de tus pies y se vuelven bastante cómodos, a pesar de ser completamente rígidos.

¡Veamos algunos objetos cotidianos que también son más antiguos de lo que piensas! ¡Como el chicle más viejo del mundo, que se dice que tiene 5000 años! Fue descubierto por un estudiante de arqueología en 2007. Ocurrió en Finlandia. Los científicos sugirieron que las personas que vivían en el período Neolítico solían masticar chicle para tratar sus problemas de encías. Sin embargo, ¿cómo descubrieron los investigadores que era chicle? Más que nada, por las marcas de dientes que quedaron en él. Se decía que este pequeño trozo de alquitrán también brindaba mucha información sobre su propietario, como sus preferencias dietéticas e incluso su ADN. La comida rápida es más antigua de lo que piensas. Si miramos nuestra historia, ¡este concepto culinario se remonta a los antiguos romanos! Llamaban a sus restaurantes de comida rápida “termopolio”. La palabra se traduce como “lugares donde se venden bebidas calientes”.

Muchos de estos antiguos restaurantes tenían salas pequeñas con grandes mostradores al frente. Algunos de ellos también tenían algún tipo de comedor diminuto, pero los historiadores están convencidos de que su propósito principal era vender comida para llevar. Como la mayoría de nosotros en estos días, muchos de los antiguos romanos no tenían dónde, o cuándo, preparar las comidas en casa. En cuanto a los menús, claramente no eran tan elegantes como los que tenemos hoy. La mayoría de estos lugares servían mezclas de lentejas, carnes y quesos. Hemos llegado a depender de los mapas en línea para ir a casi cualquier partes, pero estos sistemas de navegación para automóviles no son tan modernos como parece. Uno llamado Iter Avto se remonta al año 1932 y es el primer sistema de navegación para automóviles de la historia.

Este increíble invento usaba un mapa enrollado. Como la mayoría de sus contrapartes más modernas, se colocaba en el tablero de un automóvil. También venía con un juego de diferentes mapas en papel. Los mapas se movían a lo largo de una pantalla y todo estaba conectado a través de un cable al velocímetro, que controlaba la velocidad a la que se movía el rollo. Su propósito era mover el mapa en función de la velocidad del automóvil. Tu sudadera con capucha de todos los días tampoco es tan moderna como crees. La ropa con capucha apareció en el período medieval en Europa o incluso antes. En aquel entonces, la gente usaba túnicas con capuchas, que se conocían como cogullas.

Una empresa estadounidense introdujo la sudadera con capucha en el mercado y presentó los primeros artículos en la década de 1930. Comenzaron a hacer sudaderas con capucha después de descubrir cómo coser materiales más gruesos. Inicialmente, el objetivo principal de estas prendas era mantener calientes a las personas que trabajaban al aire libre durante los fríos inviernos en el norte del estado de Nueva York. Las sudaderas con capucha modernas se hicieron populares en la década de 1970 debido a varios factores. El auge de la cultura hip hop en la ciudad de Nueva York tuvo mucho que ver con eso, así como con el hecho de que la alta costura comenzó a crecer exponencialmente en este punto. Pero no fue hasta el éxito de taquilla Rocky que la era de las sudaderas con capucha realmente despegó. Aproximadamente al mismo tiempo, los estudiantes comenzaron a usarlas con los logotipos de sus universidades para mostrar dónde estaban estudiando.