El vino, los somníferos y otros métodos para dormir mejor que probé en mí misma
Despertar por la mañana sin querer venderle el alma al diablo con tal de dormir otros 5 minutos. Mirarte en el espejo y ver en él tus ojos sin enrojecimiento y sin odio a todos los seres vivos. Preparar y beber el café tranquilamente, sin tratar de cepillarte los dientes, limpiar la caja del gato y llamar a un taxi al mismo tiempo. ¿Quién no sueña con una mañana así?
Para despertar más temprano, hay que acostarse más temprano. ¿Pero cómo? Exclusivamente para Genial.guru, contaré qué métodos de mejorar el sueño he probado en mí misma y qué salió de eso.
¿Para qué quise hacer esto?
Mi nombre es Liuda. Y cada mañana de mi vida me he preguntado por qué no hay jardines de infantes, universidades y oficinas que abran después del almuerzo.
Debido a mi odio por las mañanas, en cuanto tuve la oportunidad, comencé a trabajar freelance. La satisfacción con la vida llegó a su punto máximo: ahora podía dormir en la mañana todo lo que quisiera.
Como sucede en las películas, si al personaje principal le llega un período de felicidad absoluta, estaba por llegar un problema. Mi problema se materializó en forma de una vecina nueva, que se veía de 45 años, aunque su pasaporte decía que tenía más de 60. La señora Natalia nunca se puso Botox, de los cosméticos solo usaba la máscara de pepino casera, pero siempre se iba a la cama a las 22:00.
Por supuesto que era probable que la cosa no tuviera nada que ver con los horarios, sino, por ejemplo, con la genética de la señora Natalia. Pero, después de leer acerca de los beneficios de la melatonina para la belleza y la juventud femeninas, decidí establecer el odiado pero, según los científicos, beneficioso régimen del sueño.
Entonces, el objetivo era dormirme a las 23:00 como tarde y despertarme antes de las 6:00
Al principio, intenté simplemente acostarme a las 22:00 y quedarme dormida. Pero el sueño no llegaba, y el aburrimiento me recordaba persistentemente que existía una cosa llamada Internet donde, generalmente, yo pasaba el tiempo hasta la una o dos de la mañana. Entonces, decidí probar las formas que pudieran ayudarme a conciliar el sueño rápidamente. Estas fueron:
- aromaterapia
- pastillas para dormir
- alcohol
- la aplicación “despertador inteligente”
- dejar de usar los dispositivos electrónicos 2 horas antes de ir a la cama
Probé cada método durante aproximadamente una semana, evaluando no solo qué tan rápido me dormía, sino también cómo me sentía al día siguiente.
Aromaterapia
Al principio, leí sobre los aceites esenciales que suelen recomendarse para mejorar el sueño. Elegí el aceite de lavanda, porque su efecto positivo sobre el sueño fue probado en estudiantes y mujeres que sufrían de depresión posparto.
- Qué hay que hacer: inhalar vapores de aceites esenciales de 15 a 20 minutos antes de acostarse a dormir, y también proporcionar una fuente de aromatización durante la noche. Encendí un aromatizador, puse unas gotas de aceite sobre la funda de la almohada y, debajo, coloqué una bolsita de lavanda seca.
- Qué efecto tuvo en mí: sentí una agradable relajación. No me ayudó a conciliar el sueño más rápido, pero me di cuenta de que comencé a sentirme más despierta por las mañanas, como si hubiera dormido una o dos horas más de las 7 horas reales. Aparentemente, el aceite de lavanda actúa sobre la calidad del sueño: lo hace más profundo y constante.
- Veredicto: lo usaré, pero junto con otros elementos.
Pastillas para dormir
Para elegir una pastilla para dormir, llamé a un amigo médico. Primero me dijo que dejara de molestarlo, porque “las pastillas para dormir se recetan a personas con trastornos del sueño graves, y no por esos problemas imaginarios tuyos”. Pero después de escuchar mis argumentos me recomendó probar con el extracto de pasiflora.
Encontré un estudio que confirmaba el efecto positivo del remedio, a saber, un aumento de las fases profundas y una disminución de las fases rápidas del sueño. Perfecto, empecemos.
- Qué hay que hacer: tomar 2 pastillas una hora antes del momento de irse a la cama, en mi caso a las 21:30.
- Qué efecto tuvo en mí: tal vez las fases profundas de mi sueño se hicieron más profundas, pero no noté ningún cambio significativo después de tomar el extracto de pasiflora por una semana. Tal vez se necesite tomar el remedio por un período más largo para que surta efecto.
- Veredicto: no lo usaré.
Dejar de usar dispositivos electrónicos 2 horas antes de acostarse
El apósito en la cámara parece paranoico, pero estoy más tranquila así.
Nuestros ojos reconocen la radiación de los teléfonos inteligentes y de las computadoras portátiles (también llamada radiación azul) como luz solar, el cerebro cree que es el día, y la producción de melatonina disminuye. Es por eso que suele pasar que, aunque el cuerpo se caiga de cansancio, uno no logra dormirse.
- Qué hay que hacer: dejar de usar el smartphone, la computadora, o cualquier otro tipo de dispositivo electrónico 2 horas antes de acostarse.
- Qué efecto tuvo en mí: como planeaba dormirme a las 22:30, apagué la computadora portátil a las 20:30 (por primera vez en mucho tiempo, generalmente la tengo en modo de suspensión) y guardé el smartphone en la cartera. Por desgracia, mi fuerza de voluntad no fue suficiente como para soportar una abstención de Internet tan larga, y no logré llevar el experimento hasta el final ni un solo día.
- Veredicto: debo entrenar la fuerza de voluntad, ¿qué más puedo decir?
Alcohol
Para probar este método, elegí una variedad de merlot y cabernet-sauvignon.
Los vinos tintos, o más bien las uvas de las que están hechos, contienen una sustancia que ayuda a conciliar el sueño rápidamente. Se encuentra, en mayor parte, en variedades como nebbiolo, cabernet-sauvignon y merlot.
- Qué hay que hacer: beber de 100 a 150 ml de vino tinto seco 2 horas antes de acostarse a dormir.
- Qué efecto tuvo en mí: la melatonina y el efecto relajante general del alcohol hicieron su trabajo, y me quedé dormida después de 15 o 20 minutos. Pero, a pesar de haberme acostado temprano, me fue difícil despertarme, y el deseo de volver a la cama me duró varias horas. Y, además, hubo un efecto secundario en forma de edema en la mañana. Pero también hubo ventajas. Una noche me fui a dormir en un horrible estado de ánimo y con un montón de problemas sin resolver. Cuando los pensamientos son tan invasivos que empiezas a sentirlos físicamente, no hay manera de conciliar el sueño. Pero esa noche no hubo nada de eso: me quedé dormida después de un corto período de tiempo.
- Veredicto: lo usaré en casos especiales.
Aplicación “despertador inteligente”
La aplicación realiza un seguimiento de las fases del sueño: registra todos los sonidos y los sobresaltos mientras duermes. Este es un informe diario: a las 17:54 puse la alarma para la mañana siguiente. La brecha de 22:30 a 05:07 es el tiempo real del sueño, el azul y el verde marcan las fases profundas y las ligeras.
Por la mañana, media hora antes del horario programado, la aplicación detecta el momento en que los movimientos corporales y los sonidos que emites alcanzan su punto máximo (lo que significa que ha llegado la fase de sueño ligero) y se activa la alarma (en mi caso, el canto de los pájaros). Y para que sea más fácil conciliar el sueño por la noche, hay que activar una melodía relajante (yo elegí “ruido blanco”).
- Qué hay que hacer: descargar la aplicación y poner el smartphone cerca, habiéndolo puesto a cargar previamente.
- Qué efecto tuvo en mí: me fui a la cama a las 22:30, configuré el temporizador a las 5:30 y encendí el “ruido blanco”. Me quedé dormida en 15 minutos (según lo muestra la aplicación) y me desperté a las 5:00 como la mujer de la publicidad de café: con facilidad y con una sonrisa. Me sentía llena de vigor: hice el desayuno, me puse una máscara en la cara, leí las noticias, comí, escribí una lista de cosas para hacer, puse a lavar la ropa. Miré el reloj: las 7:00.
- Veredicto: lo usaré.
Qué pasó después
Después de haber completado la prueba de todos estos métodos, elegí el “despertador inteligente” y el aceite esencial de lavanda. Y el vino tinto como artillería pesada cuando tenía un día especialmente difícil. Durante un mes me quedaba dormida con el “ruido blanco” de fondo y el aroma de la lavanda en el aire, y me despertaba con el canto de los pájaros a las 5 o a las 5:30 de la mañana. Por supuesto que varias veces, sobre todo los viernes, todos los métodos fallaban porque me iba con mis amigos a un club, a un café o a otros lugares tradicionales de los fines de semana.
Un mes más tarde, hice un resumen de los resultados para ver si valía la pena continuar. Esto fue lo que cambió durante ese tiempo
En la foto de la izquierda: yo al comienzo de mi guerra contra los trastornos del sueño; a la derecha: también yo, pero al final del experimento.
- Adelgacé. Las vigilias nocturnas frente a la computadora portátil o al teléfono inteligente muchas veces iban acompañadas de consumo de galletas o sándwiches. En cambio por las mañanas, no había tiempo ni humor para el desayuno, así que comía por primera vez a eso de las 12:00. Habiendo cambiado el horario, dejé de comer por las noches, y comencé a desayunar a las 8:00 regularmente. El resultado: 2 kg menos.
- Me veo mejor. No comencé a verme 15 años más joven, como la señora Natalia, pero mi tez definitivamente se ve más pareja (tal vez hayan tenido que ver las máscaras matutinas que comencé a aplicarme regularmente). Desaparecieron las ojeras, y la expresión del rostro en general se volvió más agradable.
- Empecé a tener más tiempo. Antes del experimento, no creía que los momentos del día afectaran la capacidad o el deseo de una persona de hacer algo. Pero si antes empezaba a trabajar en un artículo a las 10:00-11:00 de la mañana y, en el mejor de los casos, terminaba el borrador por la tarde o, en la mayoría de los casos al día siguiente, durante el experimento me sentaba frente a la notebook a las 7:00-8:00 de la mañana y ya para la hora del almuerzo tenía el borrador terminado. Lo más importante es que comenzaba a trabajar con una comprensión clara de lo que tenía que hacer, y no con una completa confusión en la cabeza, como antes.
- Empecé a pasar menos tiempo en Internet. Antes, le dedicaba a las series y a las redes sociales desde las 21:00 hasta la medianoche y, a veces, incluso más tiempo, porque estaba en un momento en que ya no podía hacer nada pero todavía no tenía sueño. Ahora, antes de dormir no paso más de una hora en Internet. A veces siento como si me faltara algo, pero todavía no entiendo si eso es bueno o malo.
¿Qué sigue?
Incluso antes de hacer el resumen del experimento, decidí no regresar a mi régimen anterior porque comencé a amar a las mañanas. Eso de salir al balcón temprano y, escuchando el alegre canto de los pájaros, ver cómo se despierta la ciudad, tiene su encanto. Por eso decidí quedarme más tiempo en las filas de las alondras que, además, parece que viven más tiempo.
A pesar de todas las ventajas de mi nuevo horario, no lo recomendaría encarecidamente. Me parece que es como con el amor a las aceitunas: cada cual llega a eso a su manera y a cierta edad. Pero si decides intentarlo, ya sabes lo que debes hacer para bajar la tapa de tu computadora portátil con una mano firme y acostarte a las 22:30.