Entrar en tu zona de confort, un inesperado consejo de una psiquiatra que rompe un estereotipo tan común
Si vas a algún curso de eficiencia, autorealización, planificación o logro de objetivos, de seguro te dirán que tienes que salir de tu zona de confort, pues te tiene atrapado como un pantano y no te permite avanzar para cumplir tus sueños. ¿Pero es realmente así?
El equipo de Genial.guru quiso entender cuánto de tóxico tiene la zona de confort como para que tengas que salir de ella de forma obligatoria.
¿Qué es una “zona de confort”?
La zona de confort es un estado de seguridad psicológica en el cual la estabilidad y la seguridad en el futuro no le permiten a uno esforzarse para lograr objetivos.
Lo que NO es zona de confort:
- una casa confortable (un sofá muy caro podría provocar estrés a las personas con baja autoestima. Podrían pensar que no son dignas de tener cosas de calidad)
- un buen salario en una posición deseada (si reportas a dos jefes, si tienes responsabilidades mal definidas te puede estresar mucho)
- paz en la familia (muchas veces detrás de esta expresión se esconden problemas que pueden destruir a una familia)
La zona de confort se parece más a una vida establecida con reglas claras y objetivos esperados. Quiere decir que puedes estar en tu zona incluso trabajando en un lugar que no te gusta, y donde te pagan mal, o casado con una mujer malhumorada, solo porque así es como te parece que debe ser.
Según todo tipo de entrenadores y oradores motivacionales, la zona de confort nos afecta negativamente y nos impide obtener una nueva experiencia que necesitamos para nuestro desarrollo. Pero, ¿de verdad es así? Veamos los ejemplos de algunas celebridades.
¿Quién de los grandes no salió de su zona de confort?
Immanuel Kant. Vivió tranquilamente 80 años, haciendo sus paseos diarios por la ciudad natal. Los ciudadanos solían verificar sus relojes con él, tan programados eran sus días. Y miren, ¡qué personalidad fue! Nos preguntamos qué hubiera perdido la humanidad, si un día a Kant se le hubiera ocurrido mudarse a Australia, por ejemplo.
Vasily Belov. ¡Un escritor ruso que no solía abandonar su pueblo Timonikha, donde hacía sus creaciones y recibía visitas de otros países!
Richard Proenneke. Un ermitaño naturalista de Estados Unidos, que permaneció en su cabaña construida en las montañas de Alaska por 30 años. Gracias a la filmación de sus investigaciones salió una serie documental, varios libros y algunos artículos importantes en el ámbito de la biología y la meteorología.
O sea, ¿resulta que sí es posible vivir una vida productiva en un solo lugar, haciendo cosas habituales? ¿O, en otras palabras, subiendo la pirámide de Maslow sin cambiar nada?
Todo acerca de la pirámide
Recordemos de qué se trata: una persona no puede experimentar necesidades de alto nivel, mientras las necesidades de nivel bajo no estén satisfechas. Un artista hambiento pintará para comprar la comida, ya que esta necesidad fisiológica ocupará todos sus pensamientos. En estas circunstancias es difícil hablar de talento. Un músico sin hogar tocará algo mediocre para encontrar un lugar para pasar la noche (necesidad de seguridad), etc. Y aunque las personas quieran saltar hacia arriba sin cubrir las necesidades básicas, sus pensamientos siempre volverán a las cosas más simples.
Muchas veces entienden la pirámide demasiado literalmente. O sea, si no comiste, no creaste una obra maestra. Pero no siempre es así. Aquí se trata más de la eficiencia de las personas. Uno podría ir escribiendo una novela genial, pero hacerlo muy lento, porque tiene que pasar muchas horas trabajando en una fábrica para conseguir dinero y comprar comida. Otras personas no paran de lanzar bestsellers, si es su único trabajo.
Veamos el ejemplo de uno de los seguidores de la idea de salir de la zona de confort.
Había una persona que de día trabajaba de contable y de noche escribía cuentos para niños que deseaba publicar. Y un día decidió salir de su zona de confort después de ver un video de uno de los oradores motivacionales. Vio el ejemplo de varios amigos, se fue del trabajo, vendió su apartamento y se mudó a Bali para crear y realizarse. O sea, puso en cero la pirámide. Pero lo que sucedió fue que en Bali también tenía que buscar un trabajo para comer, pagar las cuentas y tener techo. Esto significa que, incluso dando el salto, no pudo dedicarse a la escritura de cuentos, ya que tuvo que volver a crear desde cero la zona de confort, cubriendo las necesidades básicas. Destruyó un recurso muy valioso, que lo mantenía en paz mental, y recibió un estrés más grande. La alegría por la mudanza pronto desapareció y los nuevos resultados se pospusieron por un período indeterminado. Una felicidad muy dudosa, ¿cierto?
Resulta que la zona de confort es una parte importante de nuestro éxito, que debemos ampliar, pero no abandonar. Cuando estamos cómodos y podemos ser nosotros mismos, los sueños se van convirtiendo en unos objetivos planificados. Sí, puedes vivir en una casa pequeña con 5 hijos y será tu zona de confort poco confortable. Pero justo ahí podrás sentarte para pensar hacia dónde quieres ir, porque ya tienes las dos partes más básicas de la pirámide cubiertas.
Un daño evidente
Pocas personas saben que sus días sin energía pueden ser resultado no solo de una motivación baja, sino también de un síndrome de cansancio crónico, del que sufre un 2 % de la población. Y, si estás entre este 2 %, entonces la salida de la zona de confort no solo no te ayudará, sino que podrá perjudicarte seriamente. Por esto, si no te sientes bien y tu objetivo no es alcanzar lo inalcanzable, sino sentir el sabor de la vida, primero consulta a tu médico para que te descarte este síndrome y, solo después, siéntate a pensar cómo lo podrías hacer.
¿Y entonces, cómo?
Sería mejor si te preguntas estas cosas para entender la razón de la salida de la zona de confort:
- ¿Estás listo para que el dinero que ganes con tu nueva vocación, tengas que gastarlo en doctores?
- ¿Estás listo para aceptar que tus obras no sean reconocidas por las personas, o, si lo son, ese reconocimiento llegue después de tu muerte?
- ¿Estás listo para que tu familia no apoye esta salida y tengas que enfrentártela solo?
Para responder a estas preguntas, necesitas tiempo a solas.
Pero si tus planes no son tan grandes y solo quieres diversificar tu vida, entonces no necesitas salir de la zona de confort, sino que requieres de emociones positivas que no tienen nada en común con la salida.
Abigail Brenner, psiquiatra, asegura que lo que todos llaman “salir de zona de confort” no es nada más que una simple ampliación de la misma zona. Cambiar de trabajo no es la famosa salida, sino el cambio de la fuente de dinero. No dejas tu trabajo, sino paralelamente buscas algo que correspondería mejor a tus expectativas. Si te cambias de soldador a florista no saldrás de tu zona de confort, sino que, al revés, entrarás en ella, porque solo así te realizarás al 100 %.
Los miedos que surgen de todos estos cambios son nuestros compañeros. La misma naturaleza lo programó para cuidar de nuestra psique. Uno puede tenerle miedo a nuevas responsabilidades que impliquen seis días laborales, y otro puede temer la opinión pública si manifiesta su deseo de ser un escritor infantil. Pero por esto somos seres humanos, para ser flexibles y consistentes. No es necesario mudar de un día para otro a un país desconocido, sino primero ir a ver cómo se vive allá. ¿Dónde está la salida de la zona de confort en eso? Si, en realidad, solo estás de vacaiones.
¿Y tú qué piensas sobre los cambios en tu vida? ¿Sufres por ellos o simplemente das el siguiente paso?