18 Personas con una imaginación incontenible que saben cómo incomodar a los demás

En la amistad, a veces se trata de mantener el equilibrio sobre una cuerda floja que se balancea constantemente. El límite entre la cercanía afectiva y la invasión del espacio personal puede ser difuso. Todos valoramos a esos amigos que siempre están ahí, pero cuando un amigo no respeta nuestro espacio personal, puede terminar lastimándonos profundamente. En esta situación se encuentra la mujer protagonista de esta historia, quien junto a su esposo, decidieron ponerle un límite claro a su amigo.
“Me casé hace poco y fui a Seychelles de luna de miel. Antes de irme, un amigo cercano me dijo que quería acompañarnos, pues era un lugar que tenía muchas ganas de conocer. Me sorprendió mucho porque, aunque sabía que era nuestro viaje de luna de miel, insistió en que no habría problema en que él se uniera”.
“Este amigo ya había mencionado antes lo mucho que quería visitar Seychelles, pero por diversas razones —económicas, falta de compañía o problemas de timing— no había podido ir. Cuando supo que nosotros íbamos, se emocionó y no entendió por qué no podía unirse. Incluso mencionó que, hace unos años, una pareja que conocemos permitió que un amigo los acompañara en su luna de miel a Nigeria. No sé por qué lo hicieron ellos, pero para nosotros era diferente. Le explicamos que este viaje era especial, solo para nosotros, pero él se molestó”.
“La verdad, preferiría que no lo hiciera, pero no puedo impedirle que vaya a alguna parte del mundo. Sin embargo, anticipé que, si él viajaba al mismo tiempo, querría pasar tiempo con nosotros allá. Ya lo veía sintiéndose ofendido si no lo hacíamos, así que le sugerí que, si todos íbamos a viajar al mismo tiempo, mi marido y yo deberíamos reservar un vuelo diferente al suyo, porque no me sentiría cómoda si compartíamos los mismos vuelos”.
“Después de nuestra conversación, recibí una llamada de otro amigo en común, preguntándome qué había hecho para que nuestro amigo se enojara. Estaba molesto por el comentario que hice sobre sentirme incómoda al viajar junto a él a nuestra luna de miel y no podía entender por qué me sentía así. Dijo que lo había hecho sentir como si estuviera haciendo algo malo. Eso me dejó muy sorprendida”.
“Ahora nuestro amigo no quiere hablar con nosotros, y nuestro otro amigo parece estar de su lado, dice que debería disculparme. Me siento muy confundida. No quiero desestimar los sentimientos de mi amigo, pero me cuesta entender su reacción. ¿Estoy siendo irrazonable?”.