Escuché a mi esposo hablando de mí a mis espaldas y no pude evitar romper en llanto
Para muchos solteros, el camino hacia el amor puede volverse un poco más complicado por circunstancias adversas de la vida. Sin embargo, hay quienes no se rinden y cuentan con un as bajo la manga: familiares o amigos decididos a intervenir y echar una manito en esa tarea de conseguir el amor. Entonces, de formas inesperadas, estos “Cupidos improvisados” logran crear conexiones mágicas que desafían cualquier pronóstico.
Tengo 2 años y medio de casada. Mi esposo y yo tuvimos un matrimonio arreglado, algo muy normal en mi familia y mi entorno. Nos conocimos y salimos por 2 meses, y me di cuenta de que era un buen chico, respetuoso con su familia, prácticamente todo lo que buscaba. Después de 3 meses de salir, nos casamos.
Quedé embarazada enseguida; no lo planeamos, pero igual ambos estábamos completamente felices. Cuando él se enteró de que estaba encinta, pidió una licencia de 3 años. Por suerte, la empresa es de su papá, por lo que se la dieron sin problema.
Tuve a mi hija y mi esposo se encargó de todo de inmediato: me preparaba el baño, cocinaba, limpiaba y siempre estaba pendiente de cómo me sentía o de si necesitaba algo. Yo he estado en casa todo este tiempo, ya que apenas me enteré de mi embarazo, me tomé un descanso del trabajo. Mi hija ahora tiene 7 meses y es lo más hermoso que existe. Ambos la adoramos y es la consentida de la familia.
Hoy nos invitaron a una fiesta en casa de mis suegros. Estábamos todos: mis padres, mis 5 hermanos y los 7 hermanos de mi esposo. En un momento, estábamos en el patio. Los abuelos estaban adentro y mi esposo fue a buscar algo de comer y beber mientras yo estaba feliz viendo a mi hija jugar con sus tíos.
Me di cuenta de que mi esposo se estaba tardando y no había regresado, así que fui a ver cómo estaba. De repente, escuché a nuestros padres preguntándole cómo se sentía con nuestra relación. Él se puso a llorar y les dijo que no tenía palabras para describir lo feliz que se sentía. Les comentó que cada mañana, cuando se despierta y nos ve a mí y a nuestra bebé, no puede evitar llorar e imaginarse la vida sin nosotras, y les agradeció por habernos unido.
Al escuchar todo esto, se me salieron las lágrimas. Es un chico increíble, hasta la maternidad se me ha hecho fácil gracias a él. Realmente lo amo. En ese momento, no quería que supiera que lo había escuchado hablar con nuestros padres, pero quería compartir lo feliz que me hacía también.
Planeé una sorpresa para mi esposo gracias al consejo de algunas personas en la red. Quería decirle cuánto lo amaba, porque me di cuenta de que realmente no se lo había dicho. Conseguí que sus hermanas me ayudaran a mantenerlo afuera con mi bebé; le hice su comida favorita, puse globos que decían que lo amaba y decoré la casa. Soy una persona tímida, pero de ahora en adelante, trataré de demostrarle lo mucho que lo quiero más seguido.
En ocasiones, ese empujoncito de quienes más nos quieren, termina siendo la clave para descubrir una historia que parecía escrita por el destino. ¿Cuál crees que es el secreto para una relación duradera?