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Dormir es fundamental para el bienestar general y desempeña un papel clave en la salud mental y emocional. Aunque descansar lo suficiente es esencial, dormir en exceso puede tener efectos inesperados e incluso perjudiciales para tu cuerpo, tu mente y tu salud mental. En este artículo, exploramos las consecuencias menos conocidas de dormir demasiado y por qué el equilibrio es la clave para una vida saludable.
Aviso legal: Este contenido se ofrece únicamente con fines informativos y no sustituye el consejo médico profesional. Consulta a tu médico sobre cualquier tema relacionado con tu salud y condiciones médicas.
Dormir demasiado puede contribuir al dolor de espalda. Hace años se solía recomendar reposo en cama como tratamiento, pero hoy en día se sabe que esa práctica no siempre es la mejor. Aunque el descanso es necesario, dormir en exceso puede empeorar el dolor de espalda al reducir la movilidad y debilitar los músculos. Si sufres de este tipo de dolor, consulta con tu médico antes de modificar tu rutina de ejercicios, pero evitar permanecer demasiado tiempo en la cama puede ser beneficioso.
Las investigaciones sobre la relación entre la duración del sueño y las enfermedades cardiovasculares han arrojado resultados diversos. Algunos estudios buscan determinar si dormir muy poco o demasiado aumenta el riesgo de padecer afecciones cardíacas. Dormir más de nueve horas cada noche podría ser una señal de trastorno del sueño, problemas de salud mental u otras condiciones médicas.
Aunque quedarse en la cama puede parecer un lujo, hacerlo de forma habitual puede provocar serios problemas de salud. Dormir demasiado, ya sea de manera ocasional o constante, puede afectar el estado de ánimo, generando ansiedad, fatiga, irritabilidad, agitación, problemas de memoria y confusión mental. Además, dado que los ritmos circadianos regulan el apetito, el exceso de sueño puede alterarlo, provocando un aumento o una disminución del consumo de alimentos, lo que a su vez puede afectar el peso corporal.
Dormir en exceso puede favorecer el aumento de peso. Un estudio reciente encontró que las personas que dormían entre nueve y diez horas cada noche tenían un 21% más de probabilidades de desarrollar obesidad en un periodo de seis años, en comparación con quienes dormían entre siete y ocho horas. Esta relación entre la duración del sueño y la obesidad se mantuvo incluso después de tener en cuenta la alimentación y el ejercicio físico.
Para algunas personas propensas a los dolores de cabeza, dormir de más durante los fines de semana o las vacaciones puede provocar molestias. Los investigadores creen que esto se debe a que el exceso de sueño altera ciertos neurotransmisores en el cerebro, como la serotonina. Además, quienes duermen demasiado durante el día y alteran su descanso nocturno pueden despertarse con dolor de cabeza por la mañana.