Gente está descubriendo ahora MÁS fotos editadas de la realeza, lo que está causando conmoción en Internet
Aunque en un principio Photoshop fue utilizado por profesionales cualificados del mundo de la moda y la publicidad, su amplia accesibilidad ha creado una cultura de la realidad editada de la que no se libran ni las figuras más respetadas. ¿Las últimas víctimas de este fenómeno? La familia real británica.
Recientemente, Internet se ha convertido en un crisol de teorías conspirativas sobre la familia real. Su estimada y a menudo escudriñada imagen pública ha vuelto a estar bajo la lupa. Cada píxel de una fotografía real es ahora objeto de una intensa inspección.
La obsesión de los usuarios por descubrir estos retoques alcanzó una nueva dimensión cuando empezaron a circular por Internet una serie de imágenes de personajes reales aparentemente retocadas. Estas fotos, supuestamente retocadas para mejorar su aspecto o borrar las imperfecciones percibidas, desataron una oleada de debates y especulaciones en diversas redes sociales.
Todo empezó cuando el príncipe y la princesa de Gales compartieron su postal navideña de 2023. Las especulaciones corrieron sin control por las redes sociales, con detectives diseccionando cada píxel de la imagen en busca si al príncipe Louis le faltaba un dedo.
En medio del frenesí, una fuente reveló que tanto el príncipe William como Kate Middleton se sintieron sorprendidos por la reacción del público, expresando sentimientos de vergüenza por la suposición de que la foto había sido editada. La pareja, conocida por su transparencia y accesibilidad, se encontró en el centro de una tormenta inesperada.
Ya en 2015, las especulaciones se agitaron en torno a la tarjeta navideña de la familia real, centrándose especialmente en la presencia de la princesa Charlotte en la fotografía. Los usuarios señalaron signos de posible manipulación digital, sobre todo los bordes borrosos alrededor de su cabeza, un indicador clásico de Photoshop. La sugerencia de que la princesa Charlotte podría haber sido editada en la foto provocó una oleada de discusiones y debates en Internet.
En abril de 2023, un retrato de la difunta reina Isabel II junto a sus bisnietos suscitó especulaciones entre los observadores más perspicaces, que se apresuraron a cuestionar la autenticidad de la imagen. La imagen, que mostraba un momento poco frecuente, suscitó sospechas de una posible manipulación digital. La gente cree que no todos los niños estaban en la misma habitación que la reina.
Hasta ahora, no se ha hecho ningún comentario oficial sobre estas acusaciones. Independientemente de las motivaciones de este fenómeno, una cosa está clara: la era digital se ha convertido en una época de escrutinio sin precedentes.