Hay una forma lógica de desembarcar aviones, pero ninguna aerolínea lo hace

Un avión es una máquina compleja, ingeniosamente diseñada hasta el último detalle. Sin embargo, algunas cosas sobre ellos no tienen sentido. Como la forma en que se “organiza” el desembarque. Este suele sumar media hora extra al tiempo de vuelo. ¡Pero las simulaciones por computadora muestran que se puede hacer un 35 % más rápido! Todo lo que habría que hacer es desembarcar por pasillo, no por fila.

Imaginemos un diseño de cabina con 1 pasillo en el medio y filas de 3 a cada lado. Primero, los pasajeros del pasillo izquierdo abandonan el avión, luego los del pasillo derecho. Los siguientes son los pasajeros del asiento del medio del lado izquierdo, seguidos por los del derecho. Finalmente, los asientos de la ventanilla izquierda y luego los de la derecha. Puede ser un problema para los pasajeros que viajan juntos, pero es una excelente manera de evitar el bloqueo de los pasillos. Una de las razones por las que las aerolíneas aún no utilizan este método es que están más interesadas en ganar un dinero extra vendiendo asientos de primera clase y prioritarios.

¡El embarque “caótico” funcionaría mejor que los grupales! Hoy en día, el avión se carga por grupos de atrás hacia adelante (¡después de las clases primera, ejecutiva y prioritaria, por supuesto!). Todo el proceso sería mucho más rápido si las personas pudieran elegir sus propios asientos en el avión. Sentirían la prisa por tomar un lugar determinado en vez de quedarse paradas y poner su equipaje de mano en el compartimento.

¡Una manera aún mejor de reducir el tiempo de embarque sería dejar que los pasajeros abordaran por pasillo! Primero, todos los asientos de ventana, luego los del medio y, por último, los de pasillo. Una vez más, reduciría el tiempo que tenemos que esperar a que otros guarden sus cosas. ¡Pero por alguna razón, las aerolíneas no lo están haciendo! Simplemente nos suben a todos al avión de la manera más ridícula posible. Básicamente, ya empiezas el viaje nervioso. ¡Y solo te irritas más a partir de ahí!

Dato curioso: una encuesta realizada por el Aeropuerto Gatwick demostró que las altitudes hacen que los pasajeros se vuelvan más emocionales. Incluso si no tienes miedo de volar, llegar al aeropuerto y atravesar toda la seguridad y las largas colas puede ser físicamente agotador. Luego vienen cambios en la presión del aire, aire seco y, a menudo, turbulencias.

También está el componente emocional de despedirte de tus seres queridos y el entorno de los aviones con sonidos desconocidos. Todo eso junto exagera tus emociones. La misma encuesta mencionó que las personas son más propensas a llorar viendo películas en el aire, ¡incluso si nunca lo hacen en el suelo! Así que, si me ves llorar mientras veo Shrek, es... la presión de la cabina... ¿de acuerdo?