Hice que mi mamá se perdiera la boda de mi hermano y no me arrepiento

La celebración de una boda puede ser el día más feliz de una pareja. Sin embargo, toda su preparación puede ser un auténtico dolor de cabeza. Y aunque no sea la intención de los involucrados, estar pendiente de cada detalle puede poner de nervios a cualquiera y sacar su peor lado. Así le sucedió a esta usuaria, puesto que en el día de su casamiento, tanto su amiga como ella se preocuparon más por ponerse de acuerdo por un vestido antes que por disfrutar del evento en sí.
Tengo una amiga, a quien llamaremos Kat, a la que le pedí que fuera una de mis damas de honor. Cuando fuimos a comprar los vestidos y les dije el tema del color que iba a elegir, Kat expresó inmediatamente que pensaba que el verde bosque era una mala elección porque no era un tono favorecedor y que debería elegir algo diferente, más “femenino”.
Le di las gracias, pero le expliqué que la temática de mi boda sería invernal y que, en mi opinión, el color iría perfecto con eso. Se enteró de que el vestido de mi madrina era negro y me preguntó si ella también podía ir de ese tono, pero le dije que no, porque solo ella iría vestida de ese color. De todas formas, pagué por su traje y el de las demás.
Me enfrenté a Kat y le pregunté qué estaba pasando. Me dijo que odiaba su vestido de dama de honor, ya que el color era feo y le daba asco, así que llevaría uno negro. Le pedí que por favor volviera y se cambiara, pero se negó y empezó a alejarse de mí. Le dije que se lo iba a pedir una vez más y que si no lo hacía, llamaría a seguridad y la echaría. Empezó a gritarme que me fuera al diablo, así que llamé a seguridad y le pedí que la acompañara fuera. Ella montó un gran escándalo y comenzó a gritar que no podía obligarla a ponerse nada, que era una amiga horrible y desconsiderada.
Durante la preparación de la boda, muchos de nuestros vínculos pueden entrar en tensión. Esto no solo se debe al estrés de que todo salga bien, sino también a las convenciones sociales que rodean el evento, como quién se sentará cerca de la mesa principal o incluso quién recibirá el ramo de la novia. Estos son detalles que, por más pequeños que parezcan, pueden ser muy significativos para algunos, hasta el punto de hacerlos dudar de si son tan apreciados como creían.
Por eso, si te estás preparando para un evento tan importante del cual serás protagonista, a la hora de lidiar con los invitados, ten en cuenta: