A menudo le decían que no hacía lo suficiente, y convirtió los comentarios en la oportunidad para emprender un negocio

En ocasiones, hay personas que se pasan la vida pensando y buscando cuál es su mayor talento, sin obtener respuesta. Y quizá sea porque en realidad son buenas haciendo cosas específicas o actividades que no requieren un gran esfuerzo, como es el caso del joven Shoji Morimoto, a quien se le ocurrió que podía sacar algo bueno de esa extraña cualidad.

Y como en Genial.guru somo fans de las historias inspiradoras y peculiares, te contamos un poco de su labor diaria, gracias a la cual ayuda a muchas personas con pequeñas cosas.

Un poco de su vida personal

“En alquiler”

Shoji Morimoto es un físico de 38 años, con un posgrado en terremotos, originario de Tokio, Japón. Es padre y esposo. Cuenta con más de 230 000 seguidores en Twitter y aproximadamente 600 mil en Instagram, haciéndose cada vez más popular en las redes sociales y en los alrededores de su ciudad por su peculiar forma de ganarse la vida.

Durante gran parte de su vida, Shoji se acostumbró a que aquellos que lo rodeaban, tanto familiares como compañeros de clase y del trabajo, le dijeran que era de las personas que “no hacían nada”.

Cómo convirtió el “no hacer nada” en una profesión

Después de terminar la universidad, Morimoto pasó de un trabajo a otro, hasta que descubrió que no encontraba satisfacción en lo que hacía. Fue en 2018 cuando se le ocurrió la genial idea de sacarle jugo a lo que tantas veces le habían recordado era su fuerte: “hacer nada”.

En una entrevista, Shoji comentó: “A menudo me decían que no estaba haciendo lo suficiente o que no estaba haciendo nada, entonces esto se convirtió en un complejo para mí. Decidí aprovechar esto y convertirlo en un negocio”.

Shoji inició cambiando el nombre de su cuenta de Twitter a “renta al hombre que no hace nada”, sumándole la siguiente descripción: “Te presentaré a una persona que no hace nada (yo). Siempre estoy aceptando ofertas. La tarifa de renta es de 10 000 JPY (80 USD aproximadamente), y solo te cobraré el transporte desde la estación Kokubunji y otros gastos como comida y bebida. Para pedidos y consultas, por favor, comunicarse conmigo por DM. No debo hacer nada más que beber, comer y contestar con respuestas sencillas”.

Los servicios que proporciona

Morimoto comenta que “se presta para, en realidad, no hacer nada, lo cual significa hacer ningún esfuerzo especial”.

Ha rechazado solicitudes que tenían que ver con hacer tareas del hogar, ser un amigo y hasta visitar supuestas casas embrujadas. Sin embargo, los servicios que sí ofrece incluyen hacer filas, brindar compañía durante las compras, acompañar a la gente a ciertos lugares e incluso a comer o pasear, entre muchas otras actividades.

No es trabajo, sino una satisfacción personal

Se muestra satisfecho con lo que hace, y sus clientes también, pues los muchos años que lleva alquilándose lo respaldan. En ocasiones ha expresado “estar tan divertido que ha estado a punto de hacer algo”.

Una compañía con la que te sientas libre

En una entrevista, una mujer de aproximadamente unos 30 años (que es clienta habitual) comentó que “las mujeres japonesas se preocupan mucho por lo que los demás piensen de ellas, lo cual es agotador, pero solicitar los servicios que brinda el hombre que ’no hace nada’ se siente como algo liberador”.

A veces solo necesitamos recordar que estamos vivos

En una ocasión, le tocó el caso de un joven que se sentía atrapado en su trabajo de oficina. Una vez que concluyó su jornada laboral, le pidió que lo encontrara en unos columpios, para tomarse un poco de tiempo y revivir la alegría de estar vivo.

Es una inspiración para algunos

Como es normal en la vida, le ha tocado gente que apoya y alienta lo que hace, y otra que lo critica por la misma razón, pero él comenta que “no tiene necesidad de responder a esas críticas, ya que cada persona tiene derecho de expresar su opinión”.

Morimoto ha sido contratado en ocasiones para despedir a personas que van a mudarse de ciudad e incluso como “motivación para alguien que creí que no alcanzaría a terminar una carrera en una maratón, y que al final terminó ganando una medalla”.

Le gusta tanto lo que hace que lo ha contado en libros

Gracias a las experiencias que ha vivido al ofrecer sus servicios, Shoji ha escrito cuatro libros y un cómic-manga, en los que ha abordado temas que van desde acompañar a tomar un café a alguien que se sentía solo hasta dar apoyo moral a una persona que había solicitado un divorcio. E incluso inspiró a un programa de televisión, en el cual cuentan un poco de su historia.

A pesar de que a menudo Morimoto recibe elogios y agradecimientos, ha expresado que no hace esto con la intención de hacer un acto de caridad, sino para simplemente desempeñarse en lo que mejor sabe hacer y aliviar un poco la soledad de las personas con ello.

“Lo que es sorprendente es la gran variedad de personalidades, circunstancias y situaciones”. En ocasiones, “solo necesitamos la presencia de un ser humano”, compartió Morimoto en una entrevista, indicando que quizá esa sea la principal razón por la que lo contratan.

En la vida siempre habrá comentarios que pueden ser negativos para algunos, pero para otros, como en el caso Shoji Morimoto, pueden ser una fuente de inspiración para sacarles el máximo potencial a las habilidades personales y emprender un negocio capaz de generar no solo ingresos, sino también satisfacción personal.

Cuéntanos en los comentarios qué opinas sobre lo que hace Shoji y si conoces otro caso de inspiración parecido. Si tuvieras la oportunidad de contratarlo, ¿lo harías?