La divertida boda que podría hacerle competencia a Tinder
Las bodas son quizá los eventos sociales más importantes en la vida de muchas personas. Las familias y amigos de los novios se reúnen para celebrar el amor, mientras los protagonistas del encuentro son aquellos afortunados que se han de jurar amor eterno, claro, si es que no ocurre una sorpresa, que se lleve las miradas y la atención de los invitados.
Hace apenas algunos meses, tuvo lugar un evento especial en la vida de Ana de Breuil, una usuaria activa en Twitter. Una pareja cercana a ella decidió unirse en matrimonio y concibió un plan ingenioso para asegurarse de que su celebración no fuera solo una más entre tantas, sino que dejara una impresión emocionante en la memoria de sus invitados.
Los novios tuvieron una idea innovadora que se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años: buscaban trascender el tradicional concepto del amor matrimonial. Así que trazaron un plan estratégico que permitiría a cada individuo soltero, encontrar a algún desconocido que le gustara, dentro de la fiesta, y sentirse incentivado a dar el primer paso para conquistarlo.
De acuerdo a lo que Ana compartió en su cuenta de Twitter, se descubrió una situación interesante en los baños durante la boda. En el baño de mujeres, se encontraba una notable cantidad de fotografías de hombres solteros que habían sido invitados al evento, con el fin de que alguna de las mujeres se interesara por alguno de ellos y se animara a conocerlo.
Algunos seguidores de Ana se sorprendieron, pero quedaron encantados con la idea de conectar a través de las fotos en el baño de una fiesta, llegando a compararla con una versión en la vida real de la popular aplicación Tinder.
Pero para que todo quedara en igualdad de géneros, en el baño de hombres se exhibían fotos de mujeres solteras. Luego todo sería más fácil, solo tendría que ir a buscar a la elegida entre la multitud de la fiesta. Esta innovadora propuesta causó revuelo en las redes sociales, generando un gran interés y llevando a muchos a considerar implementarla en sus propias bodas.
Los comentarios no se hicieron esperar, y surgieron dudas. Por ejemplo, a Camila Nesa se le ocurrió: “Si a mí me gusta alguno, despego la foto, me la llevo y comienzo mi búsqueda”. También confesó que devolvía la foto si no había química con su elegido. Por su parte, Ana respondió: “Vi cuando una chica se llevó una foto de un tal Joaquín y lo fue a buscar a la pista”. Y así las relaciones humanas logran vencer a la tecnología, al menos, por un ratito.