La historia de la primera mexicana en viajar “al infinito y más allá” como Buzz Lightyear
Muchas veces hemos mirado el espacio, las estrellas y quizá, en más de una ocasión, hemos querido imaginar cómo sería ver el planeta Tierra con nuestros propios ojos, aun sabiendo que es algo casi imposible. Afortunadamente para algunas personas, los sueños se cumplen, y esta es la historia de Katya Echazarreta, quien, tras mucho esfuerzo y un arduo trabajo, se convirtió en la primera mexicana en viajar al espacio.
Si pudieras viajar fuera del planeta, ¿en qué parte de la galaxia te gustaría aterrizar?
Los pasos de Katya antes de volar
“Hoy estoy aquí porque siempre supe que llegaría”.
Aunque Katya nació en México, cuando tenía 7 años su familia decidió mudarse a Estados Unidos en busca de nuevas oportunidades. Tiempo después, Echazarreta logró entrar a una universidad y comenzó sus estudios de ingeniería eléctrica.
Luego, tuvo la oportunidad de continuar estudiando en la Universidad de California (UCLA). Obtuvo una pasantía en el Jet Propulsion Laboratory (Laboratorio de Jets a Propulsión) de la NASA, hazaña que le permitió consolidar su carrera y conseguir un trabajo en la empresa aeroespacial. Su puesto en la NASA le permitió inscribirse en el programa espacial “Space for Humanity” (Espacio para la humanidad), y fue elegida entre 7 mil aspirantes que buscaban la oportunidad de viajar al espacio.
El despegue que selló un sueño y se volvió historia
Blue Origin, la empresa a cargo de realizar esta misión espacial, documentó cada parte del proceso. Eran las 9:25 de la mañana cuando la nave que transportaba a la joven mexicana junto con otros tripulantes inició su ascenso para superar las capas de nuestro planeta y adentrarse en el espacio exterior. Luego de unos 10 minutos y a una velocidad de más de 3200 km/h, el NS-21 (nombre de la nave) superó la atmósfera terrestre a unos 100 kilómetros de altitud.
El nombre de Katya quedó grabado en la historia, ya que se convirtió en la primera mexicana en viajar al espacio; además, al tener doble nacionalidad, también es la estadounidense más joven en sobrevolar la atmósfera.
Katya aseguró que este viaje fue trascendental para ella, y así lo manifestó en su discurso luego de ganar un premio: “La verdad es que esta experiencia me cambió la vida por completo, porque ver la realidad de lo que es nuestro planeta, eso nadie te lo puede quitar, eso es algo que te entra en el corazón, lo llevas contigo”.
Aterrizó para convertirse en la mujer del año
La aventura de Echazarreta la llevó a ser reconocida con el galardón de Woman Of The Year, premio otorgado en la gala del famoso medio Glamour. Su trabajo duro y su resiliencia frente a las críticas le permitieron alcanzar sus sueños. Como dijo en su discurso: “Alguna vez me dijeron en la universidad, después de haber sido una de las aceptadas ese año, que yo le estaba robando el asiento a un hombre que se lo merecía. Eso siempre fue mío”.
Las críticas no le pesan y su participación en cinco misiones de la NASA la respaldan frente a cualquier duda. Incluso trabajó en el proyecto del robot Perseverance, que se encuentra buscando vida en Marte.
Su madre, el pilar que ayudó a formar los cimientos de sus sueños
Katya sabe perfectamente que llegar a donde está no fue cosa de suerte; mucho trabajo duro, resiliencia, días, meses y años de estudio son la causa directa de su éxito. Sin embargo, también nombra a su madre como su ejemplo, ya que gracias a ella aprendió a ser más fuerte ante las situaciones de la vida, sobre todo después de haberse mudado a un nuevo país a una edad tan temprana.
Como mencionó en una entrevista: “Para ella lo más importante era que sus hijas fueran independientes, porque ella no lo pudo ser. Siempre quiso tener una carrera, siempre quiso estudiar, y no la dejaron, su esposo no la dejó, su papá no la dejó. Y es por eso que lo que más quería en la vida era que no les pasara lo mismo a sus hijas”.