17 Historias de personas que alquilaron un departamento y ahora necesitan sesiones con el psicólogo y unas largas vacaciones

La mayoría de las parejas sueñan con la jubilación. Poder vivir de sus frutos, disfrutar su vejez y llenarse de nietos, sin muchas preocupaciones. Pero en muchos casos, la realidad es otra, y cuando por fin llega el momento, no suele ser como se lo imaginaban. Ya sea por una circunstancia u otra, puede que en vez de que se aproximen los años de descanso, más bien se encuentren con desacuerdos, problemas y, en el peor de los casos, el divorcio.
Mi esposo y yo tenemos dos hijos. Ambos fueron a la universidad; uno ya se graduó y el otro todavía está en la facultad de Derecho. Así que ahora sentimos el nido vacío, cosa que me encanta, porque puedo ir a donde sea, cuando sea. Cada vez que puedo, me tomo vacaciones para ir a esquiar.
Planeo jubilarme en unos años, ya que tomamos buenas decisiones e invertimos de manera inteligente, nuestra casa está pagada y la universidad de mis hijos también. Podemos retirarnos sin mucha preocupación, aunque seguiremos trabajando hasta que nuestros cuerpos lo permitan.
El problema es que mi esposo ahora está aburrido y quiere criar a un niño; yo estoy absolutamente en contra de la idea. Mi prima acogió a un niño durante 3 años, ella es infértil y decidió que quería adoptar para tener a un niño en su vida. Pero ese niño fue una completa pesadilla y casi hizo que ella y su esposo se divorciaran.
Sé que no todos los niños de acogida son así, pero mi prima, que es enfermera y mucho más compasiva que yo, nos lloraba a mí y a mi hermana todos los días. Por eso yo no quiero hacerlo, es difícil saber por lo que ha pasado un niño que necesita ser acogido y que, por lo general, no es nada bueno.
Ya no tengo la energía para lidiar con eso. Ya crie a mis hijos; a menos de que ellos me necesiten, terminaré mis últimos años de trabajo, luego me jubilaré y disfrutaré de mis años tranquilos. Mi esposo constantemente me acosa para que lo reconsidere, dice que será como volver a tener un hijo, pero siempre le digo que no lo haré.
Le dije que buscara un puesto de voluntario en una escuela o que bajara al ala infantil de su hospital (él es médico) si quiere pasar tiempo con niños. Él también trabaja fuera de casa, mientras que mi trabajo es híbrido, 3 días en la oficina y 2 días en casa, por lo que siento que el niño de se convertiría en mi responsabilidad. Él se queja constantemente de que no soy compasiva y que podríamos cambiar la vida de un niño para mejor. Pero sé que probablemente cambiará mi vida para peor.