21 Niños que podrían hacernos pensar que el más allá está muy cerca

Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, el accidente cerebrovascular ocupa el tercer puesto entre las causas de mortalidad por enfermedades y trastornos. La mayor parte de ellos se produce debido a su aparición imprevista, sucediendo de forma "silenciosa".
Genial.guru averiguó en qué consiste esta forma "silenciosa" y qué te puede ayudar a reconocerla a tiempo.
Los médicos distinguen dos tipos de apoplejía: hemorrágica, es decir, por un derrame cerebral; e isquémica - necrosis (infarto cerebral), debido a una oclusión de un vaso cerebral.
Un infarto cerebral puede aparecer sin síntomas claros y ocurrir de forma desapercibida. Por lo tanto, a menudo se llama "accidente cerebrovascular silencioso".
Según las estadísticas médicas, el tipo isquémico representa hasta el 80 por ciento de todos los accidentes cerebrovasculares. Según la Asociación Nacional de Accidentes Cerebrovasculares, el 37 por ciento de los pacientes fallecen. El 31 por ciento de los que sufrieron un accidente cerebrovascular necesita ayuda externa para cuidarse y el 20 por ciento no puede caminar solo.
La causa más común de un accidente cerebrovascular isquémico es un trombo, una deposición de colesterol o un espasmo que bloquea el flujo sanguíneo en una zona del cerebro. Los tejidos alrededor del vaso obstruido se hinchan y el espacio en el cráneo es limitado, por lo que aumenta la presión intracraneal y aparece uno de los síntomas frecuentes que acompañan a un "accidente cerebrovascular silencioso": el dolor de cabeza.
El aumento de la presión afecta a todo el cerebro. Durante el desarrollo de un accidente cerebrovascular, pueden no funcionar brazos y piernas, verse afectada la coordinación de movimientos y la orientación en el espacio, el oído y el habla o lenguaje. En casos graves, pueden darse incluso alucinaciones.
Con el tiempo, la sangre se distribuye a las venas y arterias vecinas. El edema disminuye, el dolor de cabeza desaparece, y el sistema nervioso comienza a recuperarse lentamente. Algunas de sus funciones se pierden.
En casos no graves, se pierde el recuerdo del día anterior o de acontecimientos que ocurrieron hace 10 años. En los graves, la persona puede quedar para siempre en cama o silla de ruedas.
Sin embargo, una detección a tiempo de un infarto cerebral es posible pudiendo reducir los daños por este accidente.
Puede no haber diferencias entre los síntomas de accidente cerebrovascular hemorrágico y otro isquémico y un tratamiento incorrecto puede matar a la persona. Por lo tanto, es muy importante acudir a los médicos para un diagnóstico preciso.
Estos síntomas pueden indicar, tanto un accidente cerebrovascular, como otras enfermedades.
Si se manifiestan algunos de estos síntomas, debes llevarlo al hospital lo antes posible. La atención médica en la primera hora después del inicio de los síntomas alarmantes es la principal medida que puede permitir una recuperación exitosa tras sufrir un accidente cerebrovascular.
Incluso los médicos, a veces, observan dificultades para descubrir la causa de un deterioro repentino en el estado de una persona. Si observas que alguien de tu entorno familiar, e incluso un transeúnte, manifiesta alguno de estos síntomas, llama a una ambulancia y sigue las instrucciones del operador hasta su llegada.