5 Cambios que suceden en tu cuerpo cuando incluyes insectos en tu dieta

Cocina
Hace 3 semanas

Ya sea por tradición o por el aporte nutricional que tienen, en muchos países del mundo ya es costumbre comer insectos. Y sí, la idea de meternos un bicho a la boca puede no resultar agradable, y ni qué hablar de disfrutarlo. Sin embargo, más allá del estigma, lo cierto es que los insectos son un superalimento que puede traernos muchos beneficios. Te contamos más al respecto:

¿Qué es la entomofagia?

La entomofagia, o el acto de comer insectos, ha estado presente por miles de años en nuestro planeta, especialmente en países tropicales donde son más abundantes y tienen una mayor facilidad para criarlos y cosecharlos. Más adelante entraremos en detalle respecto a los beneficios de comer insectos, pero una de las ventajas más grandes de incluir insectos en nuestra dieta es que son una excelente fuente de proteínas y hasta son una fuente más sostenible de alimento en comparación a carnes como la res, por ejemplo. Los insectos son 5 veces más eficientes al convertir lo que consumen en partes comestibles, además de que su ciclo de reproducción es mucho más rápido que el de cualquier otro tipo de animal para consumo.

Y aunque para la mayoría comer insectos nos pueda parecer impensable, es mucho más común de lo que creemos. Sí, es muy posible que incluso tú que nos lees ya hayas consumido algún tipo de insecto sin siquiera notarlo. Por ejemplo, solo en los Estados Unidos se estima que el estadounidense promedio consume alrededor de 900 gramos de insectos al año, esto porque se los puede encontrar en alimentos de consumo diario como vegetales, arroz, cerveza, pasta y muchos otros.

¿Por qué deberíamos comer insectos?

Como ya mencionamos antes, en otros países ya es común la ingesta de insectos y no solo porque les hacen bien, sino porque realmente los disfrutan. Incluso, se estima que el 80% de la población mundial ya incluye algún tipo de insecto en sus comidas. El otro 20% aún se niega a dar ese paso, o simplemente no se dan cuenta de que ya lo están haciendo por accidente.

De todas formas, si aún eres parte de los detractores de una buena comida a base de insectos, acá te dejamos unos cuantos beneficios que te podrían traer a ti y al mundo:

  • Valor nutricional: tal vez el punto a favor que más se menciona. Y es que sí, son un superalimento que millones de personas en el mundo ya incluyen en su dieta. Por un lado, son una fuente considerable de dos macronutrientes muy importantes para nuestro cuerpo: las proteínas y las grasas. También aportan vitaminas, fibra y minerales que necesitamos a diario para un correcto funcionamiento. De hecho, se cree el insecto suele tener una mayor proporción de proteína en comparación al cerdo, la res y el pollo, donde cada 100 gramos de insectos contienen un 61% de proteína, en comparación a solo 26% por parte de la res y 27% por parte del pollo y el cerdo.

    Lo bueno es que también son un alimento muy versátil y se puede preparar de maneras más amigables para aquellos que todavía se niegan a comerlos enteros. Por ejemplo, una manera muy eficiente de incorporarlos a nuestra dieta es hacerlos en un tipo de harina. Es decir, molerlos y hacerlos un polvo que podamos combinar con todo tipo de alimentos como salsas, galletas y en lo que se nos ocurra.
  • Es amigable con el ambiente: antes ya mencionamos que en comparación a las carnes, los insectos son una fuente de alimento más eficiente. Concretamente, el 80% del insecto es comestible para el ser humano, mientras que animales de granja como el cerdo apenas proveen un 55% de partes aptas para el consumo. De igual manera, si se invirtieran recursos en el cultivo de insectos para consumo, se usaría menos espacio y menos agua en comparación con los animales de abasto, lo que reduciría la huella ambiental. Por ejemplo, para producir un kilo de carne de res se necesitan alrededor de 22 mil litros de agua, mientras que un kilogramo de insectos comestibles requiere, aproximadamente, entre 1 y 10 litros de agua, lo cual reduciría muchísimo el impacto ambiental sobre este recurso tan importante para la vida como lo es el agua.

    Asimismo, ya sabemos que existe una problemática con los gases de invernadero que emiten el ganado vacuno. Si se reemplazaran este tipo de prácticas por el consumo de insectos, se estaría reduciendo considerablemente la emisión de gases gracias al tamaño de los insectos y que requieren menos alimento para criarlos.
  • Fuente segura de alimento: por último, y no menos importante, es que son una forma sencilla de procurar alimento. En un mundo donde el ser humano se expande cada vez más, la producción de alimento comienza a tener desafíos. Al ser los insectos una opción más eficiente en cuanto al uso de la tierra y de los recursos, se hace mucho más sencillo proporcionar a las personas con una fuente de alimento nutritiva y amigable con el ambiente. En decir, son una gran opción para combatir la crisis del hambre en el mundo.

Países insectívoros

Tal vez en el Occidente la práctica de la entomofagia no sea tan común, pero eso no significa que no exista. En general, muchos países tiene esta costumbre, ya sea por sus raíces culturales o por los claros beneficios que aportan los insectos a nuestras vidas. Así que si te interesa probar platillos de este tipo, una visita a alguno de estos países podría ser una buena opción:

  • México: sí, este país latinoamericano ofrece muchísimo más que el simple gusano del mezcal. Al ser un país tan rico en culturas precolombinas, el uso de insectos forma parte de su cultura culinaria. Los chapulines son el insecto más consumido en el país y se los come secos o fritos con una gran variedad de sazones. Y aunque son elementos de la cocina popular, también se pueden encontrar en restaurantes gourmet.
  • Ghana: este país se convirtió en uno de los primeros en comercializar a la larva de la palma. Además, la ingesta de insectos ha sido parte fundamental de la comida rural de Ghana, al punto de ser una ayuda económica fundamental para los habitantes, ya que les permite tener acceso a servicios de salud y a oportunidades de trabajo.
  • Brasil: este es otro país que ha decidido retomar las costumbres de sus pueblos originarios para incorporarlos en su día a día. Desde influencers en TikTok, hasta chefs profesionales, es común ver cómo los insectos pasar a ser alimentos de consumo diario. Incluso, en el país hay esfuerzos para disipar la idea de que el consumo de insectos está reservado solo para aquellos que tienen poco que comer o de escasos recursos.
  • Noruega: la inclusión de los insectos también se da en países occidentales. Noruega, por ejemplo, es uno de los tantos que ha decidido incursionar en este recurso. Ha tenido un avance lento, pero hoy se pueden encontrar opciones para todos los gustos, desde personas que no temen introducir un insecto a sus bocas, hasta opciones más sutiles como la inclusión de insectos congelados en batidos, hamburguesas y barras de proteína, así también como opciones para alimentos de mascotas.
  • Tailandia: un gran choque cultural que pueden experimentar muchas personas al viajar a Tailandia es la presencia de los mercados de insectos. Desde comidas callejeras, bocadillos y mucho más, los insectos son parte fundamental de la cultura culinaria de este país. Y al igual que México, no es algo que se pueda encontrar solo en las partes más humildes del país, sino que también en restaurantes gourmet, por lo que se puede decir que el comer insectos es más parte de su identidad cultural que una señal del estatus económico.

¿Qué insectos son comestibles?

Por supuesto, la principal problemática de la entomofagia, además del prejuicio que se le tiene a la práctica, es la poca educación que hay al respecto. Si lo pensamos de esta manera, alimentos como el cangrejo o la langosta son considerados delicadeces, pero este tipo de animales están muy relacionados con los insectos en términos evolutivos. Y si ya probamos unos, ¿por qué no probar los otros?

Ahora bien, cabe recalcar que tampoco es como que podamos agarrar el primer insecto que aparece en nuestra casa y comerlo. No, es necesario que sean procesados y también almacenados de la forma correcta. Lo mejor es comprarlos en lugares autorizados e investigar la manera correcta para preparar cada especie.

Si te animas, acá te dejamos una lista de insectos comestibles con los cuales podrías empezar:

  • Grillos y saltamontes: son una gran fuente de hierro, proteína y vitamina B12. También son un alimento muy versátil, ya que se pueden preparar de distintas maneras o usarlos como aditivos a otros alimentos como los batidos de proteína.

    Cómo benefician al cuerpo: por ser una buena fuente de vitamina B12, ayuda a nuestro cuerpo a tener huesos más fuertes y saludables, ayudando a prevenir enfermedades como la osteoporosis.
  • Termitas: podrán ser pequeñas, pero son una gran fuente de proteína y ácidos grasos esenciales para el cuerpo, al igual que otros macronutrientes como el hierro y el calcio. Se pueden consumir fritas, ahumadas o secadas al sol.

    Cómo benefician al cuerpo: por un lado, el hierro es importante para la producción de glóbulos rojos, lo que a su vez previene la anemia. Además, el calcio no solo fortalece los huesos, sino que también favorece la comunicación entre el cerebro y otras partes del cuerpo.
  • Abejas: principalmente las larvas, ya que son ricas en aminoácidos, que son proteínas indispensables para el buen funcionamiento del cuerpo, vitaminas del complejo B y otros macronutrientes. Se dice que tienen una textura cremosa y algunas poblaciones indígenas en Australia las consumen como una fuente natural de azúcar.

    Cómo benefician al cuerpo: los aminoácidos que aportan al cuerpo son proteínas indispensables para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Estas proteínas nos ayudan a protegernos de enfermedades, pues favorecen las funciones inmunes, además de la digestión y tener más energías durante el día.
  • Gusano de la harina: tal vez uno de los insectos más nutritivos que existe. Son ricos no solo en proteína, sino también en vitaminas, omega-3. Además, también proporcionan minerales como cobre, sodio, potasio, hierro, zinc y selenio. También son muy versátiles, se los puede comer crudos o preparados, o incluso triturados y usados en la preparación de tortillas.

    Cómo benefician al cuerpo: el omega-3 que aportan fortalece a nuestros corazones, lo que nos hace menos propensos a desarrollar enfermedades cardiovasculares y también ayuda a nuestro cuerpo a lidiar con las inflamaciones.
  • Cigarras: también conocidas como chicharras en algunos países de Latinoamérica. Tienen un contenido de grasas muy bajo y son ricos en proteína. Curiosamente, se dice que tienen un sabor muy similar a los camarones, aunque eso no impide que se puedan consumir como postre sumergiéndolos en chocolate.

    Cómo benefician al cuerpo: al ser una excelente fuente de proteína, son un gran aliado en la formación de músculo, especialmente para aquellas personas que se ejercitan. De igual manera, pueden ayudarnos a bajar de peso, por supuesto combinados con una alimentación balanceada.

Como vemos, consumir insectos no tiene por qué ser una actividad desagradable. Si millones de personas ya lo hacen en el mundo, es por algo, y la ciencia respalda que son una excelente opción para incorporar a nuestras dietas. Por supuesto, no tenemos que irnos a los extremos. Como todo en la vida, son procesos que podríamos abordar de a poquitos, tal vez con harinas o productos que ya incluyan insectos en su elaboración. Buscar pequeñas ferias que vendan snacks a base de insectos para ir a probar con nuestros amigos. Opciones hay de sobre y de seguro encontramos alguna que nos guste.

¿Y tú, ya has comido insectos? ¿Cómo fue tu experiencia? Cuéntanos en comentarios e inspira a otros a probar este superalimento del futuro.

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