Los bebés en el útero sonríen cuando las mamás comen ciertos productos, pero fruncen el ceño cuando comen otros, según un estudio

Crianza
hace 2 años

Los bebés llegan a este mundo con un sistema sensorial completo: vista, olfato, gusto, tacto y oído. Pero en realidad sus sentidos se desarrollan ya unas pocas semanas después de la concepción, y pueden hacer muchas cosas en el útero de mamá. Sonríen, lloran, orinan, te escuchan y, de hecho, ya les puede gustar o disgustar lo que comes. Sigue leyendo para saber qué experimenta tu bebé cuando decides comer algunos productos que te encantan, y descubrir si los bebés y las mamás tienen las mismas preferencias alimentarias desde el principio.

Los bebés comienzan a explorar su lengua haciendo algo realmente extraño

Los primeros movimientos del feto son involuntarios y no es hasta alrededor de la semana 16 que tienen sus primeros movimientos “conscientes”. Pueden moverse 50 veces o más cada hora, flexionando el cuerpo, moviendo la cabeza, la cara y las extremidades. Así es como los bebés exploran su cálido y húmedo hogar. Mientras se realiza una ecografía, una futura mamá puede ver una linda imagen de su hijo chupándose los dedos en el útero, esto puede suceder desde la décima semana.

Pero además de estas acciones, los bebés pueden realizar algunas actividades extrañas. Las mamás pueden quedar un poco estupefactas al hacerse un ultrasonido y ver que su pequeño hijo o hija está literalmente lamiendo la placenta. Los especialistas dicen que están lamiendo la pared uterina, y es tan normal como, por ejemplo, “caminar” alrededor del útero y empujar con los pies.

No es solo el estado de ánimo de la mamá, sino también lo que come, lo que hace que un bebé se sienta de cierta manera, e incluso afecta su ADN

Las mujeres embarazadas pueden haber escuchado esto miles de veces: lo que comes durante los 9 meses de embarazo puede tener un efecto sustancial en la salud de tu hijo. Pero la relación entre la nutrición de un bebé y la de una mamá va más allá de eso. Los investigadores afirman que si una mujer embarazada tiene una dieta variada, el bebé puede ser menos exigente con los alimentos que elige después de nacer.

Pero, lo que es más, los hábitos alimenticios de la madre pueden influir en su bebé incluso antes de que sepa que está embarazada. Los científicos descubrieron que los hábitos dietéticos parecen hacer que ciertos genes se activan o desactivan en la etapa más temprana del desarrollo de un bebé.

Incluso en el útero, los bebés pueden “decirle” a su mamá que no soportan el brócoli o la col rizada

Con un nuevo avance en la ciencia, los futuros padres tienen una oportunidad aún mayor de comprender lo que les gusta o disgusta a sus bebés. Investigaciones recientes han revelado que los fetos hacen muecas en el útero materno cuando sus madres comen col rizada, pero sonríen pacíficamente después de que coman zanahorias.

El estudio examinó fetos sanos de 100 mujeres entre las edades de 18 y 40 años, que estaban entre las semanas 32 y 36 de embarazo. Los bebés que consumieron zanahoria parecían estar sonriendo, mientras que los expuestos a la col rizada fruncieron el ceño e hicieron muecas de disgusto.

Nadja Reissland, coautora del estudio y jefa del Laboratorio de Investigación Fetal y Neonatal de la Universidad de Durham, dijo: “Somos los primeros que pudimos mostrar en una ecografía las expresiones faciales en relación con la comida que la madre acaba de consumir”. Además, afirmó que espera que el nuevo estudio pueda ayudar a las personas a “comprender cómo la exposición a los sabores en el útero afecta los hábitos alimenticios más adelante en la vida”.

¿Qué es lo que hizo tu bebé o el de alguien cercano en una ecografía que te hizo reír o decir “aww”? ¿Crees que las preferencias alimentarias de las madres influyen en sus hijos? ¿Tienes algún ejemplo de tu propia familia?

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