Los patinadores que por amor juraron no colgar los patines nunca más

Dicen que el amor es el gran motor de nuestras vidas, ya que a través de él, todo se puede y la lucha se hace más fuerte. Así fue la historia de Oleg Protopopov y Lyudmila Belousova, a quienes la coincidencia los encontró en una pista de hielo, forjando un vínculo que fue más allá del patinaje y los campeonatos. Tan es así que quisieron estirar con los años la promesa de no dejar el hielo y los patines jamás.

El amor no solo se encuentra en las películas, como el caso de Julie Andrews y los Roloff, con un amor que traspasó tiempo, fronteras y estereotipos. También hay pruebas de amor verdadero como la historia de esta mujer, quien recibía críticas por el cuerpo de su esposo en comparación con el de ella.

La pasión por el hielo

Tanto Oleg como Lyudmila mostraron interés en el patinaje desde la adolescencia, Oleg empezó a patinar a los 15 años y Ludmila a los 16. Sin embargo, no se conocieron hasta 1954, cuando Oleg tenia 22 y Lyudmila 19. Desde entonces, floreció una significativa y duradera asociación entre esta pareja de patinadores profesionales.

Pero tres años después de establecer una amistad y sociedad en el patinaje, finalmente se casaron y decidieron nunca tener hijos para poder seguir practicando lo que más disfrutaban.

La llegada a los primeros lugares

Belousova y Protopopov dejaron una huella imborrable en la historia del patinaje artístico. En 1958 hicieron su debut en el Campeonato Mundial, pero fue en 1962 cuando la pareja alcanzó el podio llevándose la medalla de plata.

Dos años después, en 1964, en los Juegos Olímpicos de Invierno, lograron su primera gran medalla de oro, y en 1968 repitieron el campeonato por segunda vez, a pesar de tener 32 y 35 años respectivamente, lo que los convirtió en los campeones de patinaje artístico de mayor edad en ese momento.

Con estas medallas, la pareja inició una racha de cuarenta años en patinaje por parejas, la más larga en la historia de los deportes olímpicos, y que abarcó de 1964 a 2006.

Mucha edad para competir

Cuando tenían 30 años y estaban en su apogeo, los sacaron de la competencia principal, argumentando que eran demasiado mayores y les aconsejaron que mejor se dedicaran a entrenar a patinadores jóvenes.

Pero en 1979, en una gira de patinaje en Suiza, regresaron a actuar en espectáculos sobre hielo y en competencias profesionales, ganando cuatro campeonatos mundiales.

Protopopov y Belousova son famosos por combinar el patinaje y el baile lento y romántico en un solo movimiento. En 2015, unos fuertes Protopopov y Belousova, de 83 y 79 años respectivamente, hicieron una demostración.

Una promesa casi cumplida

Al final, el tiempo y la edad no los detenía, y aun con 70 años la pareja entrenaba tres horas al día. En 2014 Lyudmila declaró: “El patinaje es nuestra vida. El hielo es una continuación de nuestra vida”.

Ambos continuaron patinando la mayoría de los días y prometieron hacerlo hasta los 100 años, pero la muerte de Lyudmila en 2017, a los 81 años de edad, truncó su promesa.

Oleg actualmente tiene 90 años y la última exhibición que hizo junto a su esposa fue en 2016, cuando ella tenía 81 y él 84 años de edad.

Si quieres saber sobre el patinaje te traemos unos datos tras bambalinas de este hermoso deporte además de una historia increíble de una ganadora de olimpiadas.