Me cansé de que me robaran el almuerzo y decidí hacer justicia a mi manera
Para muchos empleados, el ambiente laboral es una fuente de estrés continuo y no siempre se debe a la carga de trabajo o a los desafíos del día a día, sino a algo más sutil y complicado de manejar: los compañeros de trabajo difíciles. Esos que, ya sea con actitudes, comentarios o expresiones, logran crear una espiral de toxicidad, hasta que alguien los pone en evidencia. Ese es el caso del usuario que relata esta historia, en la cual, el causante del mal ambiente se llevó una buena lección.
"En el trabajo tenemos un refrigerador comunitario donde todos ponemos nuestros almuerzos. Todos están marcados con nombre, por lo menos en el recipiente. Yo fui chef toda mi carrera, pero acepté un trabajo diferente, porque mi carrera está llegando a su fin y necesitaba algo que hacer en mi tiempo libre. Bueno, al parecer en todos los trabajos hay ladrones de almuerzos, pero a mí me lo robaban más que a otros, porque sabían que va a ser algo bueno".
"Suelo llevar sándwiches elegantes para el almuerzo y yo ya sabía o al menos sospechaba quién era el ladrón, un contador público al que llamaré Micheal. Ya llevaba días robándose los almuerzos, así que un día preparé un sándwich grande y le puse mayonesa. Resulta que también tengo una empresa de salsas picantes, así que tomé chile de escorpión en polvo y se lo puse a la mayonesa.
Aproximadamente una hora antes de que todos salieran a almorzar era el momento preferido por el ladrón de almuerzos, Micheal, para hacer su trabajo sucio. Así que en ese momento, miré en el refrigerador y, efectivamente, el zorrillo mordió el anzuelo".
"Entonces, mientras pasaba por el baño (su lugar preferido para esconderse y almorzar) escuché toses, arcadas y, finalmente, vómitos. Ruidos realmente grotescos, pero satisfactorios. Entré con naturalidad y miré al tipo con la cara enrojecida, los ojos llorosos y babeando y, muy preocupado, le pregunté si estaba bien. Murmuró que no se sentía bien y que tal vez tendría que irse a casa.
Estuvo fuera el resto de ese día y todo el siguiente. Hasta donde yo sé, Michael nunca ha vuelto a robarle el almuerzo a nadie".
Consejos ante compañeros de trabajo difíciles
- Evita personalizar la situación: No tomes sus comentarios o actitudes como algo personal; muchas veces, el problema es del otro, no tuyo. Responder con calma y con profesionalismo no solo reduce la tensión, sino que también evita que su comportamiento te afecte emocionalmente.
- Comunicación asertiva y directa: Si un comportamiento te está afectando, intenta expresarlo de manera directa pero sin agresividad. Usa el método de “yo siento… cuando tú…” para evitar que la otra persona se sienta atacada. Por ejemplo: “Me siento frustrado cuando no respetan mi turno de palabra en la reunión.”
- Busca apoyo en tu red de trabajo: Hablar con colegas de confianza o incluso con tu supervisor, si es necesario, puede ayudarte a validar tus sentimientos y a entender cómo otras personas manejan situaciones similares. Además, contar con un grupo de apoyo hace que no sientas que llevas la carga solo.
- Mantén una actitud positiva y enfócate en tu trabajo: A veces, lo mejor es concentrarte en tus responsabilidades y tratar de ignorar comportamientos que no puedes cambiar. Esto no significa evitar el problema, sino priorizar tu propio bienestar y energía.
- Considera buscar ayuda profesional si el problema persiste: En casos graves, como el acoso laboral, puede ser necesario acudir a recursos de recursos humanos o incluso buscar orientación profesional para proteger tus derechos y tu salud mental.