11 Cosas por las que un adulto no debería tener que justificarse ante los demás

Familia y dinero son dos cosas que, cuando se combinan, pueden ser una receta para el desastre. Nuestra lectora está en una situación complicada: su hermano, Jake, le pidió que fuera su aval para comprar un coche nuevo, pero ella se negó. Ahora tiene que lidiar con el enojo de su hermano, su esposa e incluso sus padres. ¿Es ella la que está siendo injusta o el problema es de Jake? Veámoslo.
“Mi hermano Jake quería un Mercedes nuevo porque el que tenía ya no era lo suficientemente paternal para su nuevo rol como padre. Cuando me pidió que fuera su aval para el préstamo del auto, le dije que no. Jake tenía un historial de gastos irresponsables y no estaba dispuesta a arriesgar mi crédito. Para mi sorpresa, no discutió; simplemente sonrió, dijo: ‘Está bien, ya lo entiendo’ y se fue.
Pensé que ahí terminaba todo.
Pero unos días después, Jake apareció en mi casa con su esposa, Megan, cargando una silla para bebé. ‘¿Esto es lo que quieres? ¿Que mi hijo vaya apretado en un coche diminuto?’, me gritó. Megan intervino, acusándome de no apoyar a la familia. Sus palabras me dolieron, porque siempre había sido amable conmigo. Me mantuve firme y les pedí que se fueran.
Ahora Jake no me habla, y Megan me envía mensajes pasivo-agresivos sobre cómo cómo ‘la familia debería ayudarse mutuamente’. Mis padres creen que debería firmar solo para evitar problemas, pero yo no creo que tenga que hacerme responsable de sus errores financieros.
Entonces, me pregunto: ¿qué debo hacer? ¿Estoy siendo irrazonable o el problema es de él?”
Es importante entender lo que realmente implica ser aval. Muchas personas lo ven como “ayudar” a un ser querido, pero en realidad, es un compromiso legal con serias consecuencias financieras. Cuando firmas como aval de un préstamo, te conviertes en responsable total de la deuda si el prestatario principal (en este caso, Jake) no paga.
Esto significa que, si Jake no paga, el prestamista te reclamará primero. Si deja de pagar por completo, tu historial crediticio se verá afectado tanto como el suyo. Incluso si él cumple con cada pago, el préstamo aparecerá en tu informe crediticio, lo que afectará tu capacidad para obtener préstamos en el futuro.
Dado el historial de Jake con el gasto irresponsable, tu negativa no fue por egoísmo, sino por responsabilidad financiera.
Al principio, Jake aceptó tu decisión. Pero luego todo se salió de control. Unos días después, él y su esposa, Megan, aparecieron en tu casa con sillita de bebé en la mano, acusándote de no apoyar a la familia. Entonces, ¿esto fue solo frustración o una forma de manipulación emocional?
Incluir al bebé en la discusión sugiere que Jake y Megan estaban usando la culpa como herramienta para presionarte a cambiar de opinión. Al presentar el problema como una “cuestión de seguridad” en lugar de una cuestión financiera, intentaron desviar la conversación. La realidad es que Jake quiere un coche costoso que no puede permitirse.
Esta es una táctica de manipulación común llamada razonamiento emocional, donde se priorizan los sentimientos sobre los hechos. Las personas que tienen dificultades para asumir la responsabilidad suelen culpar a otros en lugar de reconocer su propio papel en la situación. En vez de aceptar que no puede pagar el auto, Jake proyectó su frustración en ti.
Tus padres creen que deberías firmar como aval, solo “para mantener la paz”. Pero, ¿realmente es la mejor opción?
Cuando los familiares presionan a alguien para que tome una decisión con la que no se siente cómodo, muchas veces lo hacen por evitar el conflicto, más que por buscar justicia. Es posible que tus padres no quieran lidiar con la tensión entre Jake y tú, por lo que prefieren que simplemente “lo hagas” para calmar las cosas.
Aquí está el problema:
Esto no se trata solo de un auto. Si cedes ahora, Jake (y otros) podrían verte como alguien a quien se puede presionar económicamente en el futuro.
No eres tú. Jake tenía todo el derecho de pedir ayuda, y tú tenías todo el derecho de decir que no.
Jake esperaba que asumieras un riesgo financiero para su beneficio. Cuando te negaste, recurrió a la culpa y a la presión en lugar de buscar otra solución.
Con el tiempo, es posible que se dé cuenta de que su reacción fue injusta. Pero aunque no lo haga, hiciste lo correcto.
Te quiero, pero no puedo asumir este riesgo financiero. No es nada personal, simplemente no es algo que esté dispuesto a hacer.
Este tipo de comportamiento se alimenta de la reacción. A veces, la mejor respuesta es el silencio.
Entiendo que quieran mantener la paz en la familia, pero ser aval implica un riesgo financiero que no puedo asumir. Espero que Jake encuentre una solución, pero yo no seré quien se la dé.
Si aún quieres ayudar a Jake sin firmar como aval, podrías ofrecerte a buscar opciones de autos más accesibles, sugerirle que cambie su coche actual por uno más práctico o recomendarle que trabaje en mejorar su historial crediticio para solicitar un préstamo en el futuro.
El dinero y la familia siempre son una combinación complicada. Pero cuando se trata de avalar un préstamo, es importante pensar con la cabeza, no con el corazón. Puedes seguir apoyando a un ser querido sin poner en riesgo tu estabilidad financiera. Al final del día, tu principal responsabilidad es proteger tu propio bienestar económico.