Mi mamá me traicionó con mi cuñada, por eso decidí alejarme de ella

Cuando la familia crece y llegan los cuñados y las cuñadas, puede desestabilizar la dinámica que se tenía. Y, si uno de ellos no es del agrado de alguien que es parte del seno de la familia, podrían originarse muchos dramas e incluso haber momentos, no solo de tensión, sino también de separación, para evadir esa mala energía.

En las relaciones familiares, es común encontrarse con dinámicas complejas y desafiantes. Una de las situaciones más recurrentes es la tensión existente entre cuñados y cuñadas, una relación que puede volverse tensa y complicada. La falta de conexión y entendimiento entre los hermanos políticos puede generar conflictos y resentimientos, convirtiendo el ambiente familiar en un terreno minado.

Sin embargo, detrás de esta problemática subyace otro factor importante: la ausencia de un liderazgo materno sólido. La falta de dirección y orientación por parte de la madre puede propiciar un escenario propicio para los desencuentros, dejando a los cuñados y cuñadas sin un modelo a seguir y sin una figura mediadora que pueda aliviar las tensiones y fomentar una convivencia armoniosa.

Dijo que yo no necesitaba pasar por eso, y que deberíamos irnos en vista de que a nadie le importaba lo suficiente como para decir algo. Mi mamá se ofendió y dijo que mi esposo estaba tratando de dividir a nuestra familia. Al final nos fuimos y no volvimos más.

Unos años más tarde, mi esposo y yo nos mudamos al extranjero. La distancia me hizo mucho bien. Tanto así que decidí reconciliarme con mi mamá. Debido a algunas complicaciones, no había tenido la oportunidad de viajar de regreso a casa. Pero cuando por fin arreglé un viaje de vuelta, le dejé en claro a mi mamá que iría solo si me prometía no invitar a mi hermano y a mi cuñada durante mi visita.

Siguió insistiendo, diciendo en que debería aprender a ignorar el comportamiento irrespetuoso de mi cuñada. Dijo que yo estaba exagerando y haciendo un drama innecesario. Para ese punto, yo ya no quería escuchar nada, estaba muy enojada porque gasté muchísimo dinero en boletos de avión y sacrifiqué el tiempo de vacaciones que podría haber pasado con mi esposo, y todo... ¡¿por eso?!

Al final, la mujer se preguntaba si estaba siendo ruda por decidir irse temprano, y si debía de tragarse su orgullo y aguantar la actitud de su cuñada por el bien de la felicidad de su madre.

Si lo lleváramos a expertos, la hija hizo bien al establecer sus límites después de que su cuñada constantemente fuera desagradable con ella. Ella expresó su sentir y le hizo saber a su madre que no le gustaba la actitud que recibía de parte de la esposa de su hermano y decidió hacer lo que era lo mejor para su salud mental. Estuvo bien ya que establecer sanos límites son cruciales para tener una relación positiva, ya sea con uno mismo, o con otra persona.

La mayoría de las personas se pusieron de su lado, estableciendo que estuvo bien que hiciera sus maletas y se fuera de ahí. También señalaban la pésima reacción de la madre al no defender a su hija. Una usuaria dijo: “Tal vez es tu madre quien debería tragarse su orgullo. Tú no has hecho absolutamente nada malo y tu madre siempre ha actuado mal”.

Otra persona escribió: “Tu madre es tan tóxica como tu hermano y tu cuñada. No tienes posibilidad de reconciliarte con ella porque ella no ha cambiado y no cree que necesite cambiar. Tú, claramente, querías reconciliarte, pero ella vio una buena oportunidad para manipularte para que hicieras lo que ella quería”. Al final, solo el tiempo dirá qué pasa, pero por el momento todo indica que lo mejor es guardar distancia.

Tener conflictos con las cuñadas no es nada nuevo. Ha habido casos en donde suelen pasarse de listas y usan a las demás personas, o simplemente, se molestan por nimiedades que al final arruinan el día. Recomendamos poner límites desde el principio para evitar pasar por malos ratos en el futuro.