Los conflictos familiares pueden ser especialmente dolorosos cuando se producen en los momentos más importantes de la vida. Las bodas, concebidas como una celebración del amor y la unidad, a veces sacan a relucir tensiones que vienen de lejos. Cuando las emociones están a flor de piel, un solo momento puede desencadenar un problema mucho más profundo. Lo que se suponía que iba a ser un día feliz dio un giro inesperado, dejando las relaciones tensas y decisiones difíciles por delante.
Pues que bien que ella no se casó con él, un hombre que no le da el lugar ni respeto a la mujer con la que planea estar toda su vida no vale la pena, la madre merece respeto, si, pero usted no respetó a su nuera en ningún momento, así que no pida respeto por parte de ella.
Quien puso al novio entre la espada y la pared fue la novia, esas convencionalidades de que solo la novia puede usar blanco, deben ser conversadas antes y no gritar a la suegra por el color de su vestido, y el chico explicó muy bien cuál era el motivo de su NO.
Es sabido que en una boda, la única persona vestida de blanco debe ser la novia. Que la suegra se vista de blanco es una declaración de guerra. Esa chica se libró de una mala suegra y de un hijo pollerudo, que debería haber defendido a su mujer, no insultando o despreciando a la madre, pero sí reprendiendo su conducta inadecuada. Si la novia puso el grito en el cielo ese día, es porque no fue la primera vez que la suegra intentó humillarla.
Ir al casamiento de tu hijo vestida de blanco fue, de lejos, algo muy insultante. Nadie se viste de blanco en un casamiento si no es el suyo. Lo hiciste a propósito y destruiste la vida de tu hijo por envidia y egoísmo.
Tu nuera no te trató con desprecio solo te dijo que no era tu día, tu día fue cuando te casaste tú, a tu pobre hijo lo pusiste entre la espada y la pared
Muy cierto. No le correspondia a la madre del novio ni a ningún invitado vestirse de blanco compitiendo con la novia.
Desubicada la "señora" realmente muy desubicada. algunas suegras son terribles.
La irrespetuosa fuiste tú!!! Eso no se hace, le faltaste el respeto a la mujer que tu hijo eligió y más encima lo pones entre la espada y la pared.
Imagina que con ese simple acto de ponerte un vestido blanco, estabas demostrando tu “superioridad” ante tu nuera
Mal ahí, quizás no lo hiciste a propósito pero todo acto tiene sus consecuencias y con eso te ganaste el odio de ella para toda la vida y un hijo con el corazón dividido
Gracias, Marisol, por confiar en nosotros y compartir tu historia. Entendemos que la elección del vestido haya provocado tensiones entre tú y tu nuera. Esperamos que los consejos que te hemos dado te ayuden a arreglar su relación y a respetar sus límites.
Antes de tomar ninguna decisión, da un paso atrás y reflexiona sobre lo ocurrido. Las emociones estaban a flor de piel y probablemente todos actuaron movidos por el estrés y la frustración. Pregúntate si vestir de blanco fue un error inocente o si, sin querer, echó más leña al fuego de una relación ya de por sí tensa. Si realmente no era tu intención causar daño, piensa en cómo puedes expresarlo.
Tu hijo está en medio y está claro que te quiere a ti y a su novia. Ten una conversación tranquila y sincera con él, sin presiones. Deja que exprese sus sentimientos y escúchalo sin ponerte a la defensiva. Asegúrale que lo quieres y lo apoyas, pase lo que pase, y pregúntale cómo piensa seguir adelante.
Si tu vestido blanco hirió los sentimientos de tu nuera, considera la posibilidad de disculparte, pero solo si crees que está justificado. Sin embargo, también hay que abordar el hecho de que gritarte delante de todos fue una falta de respeto. Expresa que, aunque lamentas el malentendido, también esperas que te traten con amabilidad.
Por muy difíciles que se sientan las cosas ahora mismo, no dejes que este incidente abra una brecha entre tú y tu hijo. Puede que él se sienta desgarrado, pero sigue queriéndote. Sigue apoyándolo en sus decisiones sin hacerle sentir que tiene que elegir entre tú y su novia.
El amor de una madre debe ser constante, incluso en los momentos difíciles. Si le das espacio y comprensión, a la larga apreciará más tu presencia.
Las relaciones familiares pueden ser complicadas, sobre todo cuando los límites personales se difuminan. Helen, una devota abuela, tuvo que luchar contra las crecientes expectativas de su nuera en cuanto al cuidado de sus hijos, lo que le provocó sentimientos de frustración y traición. Si alguna vez no te has sentido valorado en tu papel de padre o abuelo, no estás solo. En la situación de Helen, la tensión con su nuera sigue aumentando, lo que la lleva a buscar una forma de arreglar su tensa relación.
no debiste llevar blanco
