Michael J. Fox y un sincericidio sobre vivir con párkinson desde hace tres décadas
En el pico máximo de su carrera, siendo muy joven, Michael J. Fox recibió la noticia que cambiaría su vida para siempre. Tardó siete años en contarlo públicamente, tuvo muchas actitudes evasivas, pero cuando finalmente se abrió al mundo, tomó la decisión de hacer algo con el poder que la fama le había concedido. Muchos años después, desde la sinceridad y con un optimismo realista, habla sobre cómo fue crecer con párkinson, y deja un mensaje alentador para todas aquellas personas que pasan por una situación similar.
Hay ciertas escenas del cine que uno no puede olvidar, y una de ellas es cuando Marty McFly toma esa guitarra Gibson ES-345 y toca “Johnny B. Goode” a los saltos. Casi cuatro décadas después, quizás el valor de los trabajos de Michael J. Fox haya tomado más importancia por todo lo que le sucedió después.
Luego del estreno de la tercera parte de Volver al futuro, en 1991, con unos jóvenes 30 años, el actor recibió la noticia de que tenía párkinson. Hoy, con 61 años, en el marco del estreno de una película autobiográfica, puede hablar con la sinceridad que siempre lo ha caracterizado sobre su enfermedad y sobre todas las complejidades y reflexiones que aparecieron en su vida.
“Es horrible tener párkinson... Cada vez es más difícil, cada día sufres, pero así son las cosas”. A pesar de que siempre se mantiene optimista, incluso bromeando en ocasiones sobre sus temblores y demás, esta vez pudimos ver más en profundidad lo que siente el actor que convive desde hace más de 30 años con la enfermedad.
“Sé que no voy a llegar a los 80, no voy a cumplir 80 años”, dijo ante la entrevistadora de la CBS Sunday Morning, y suena duro, pero parece ser una parte de él que ha aflorado en STILL: una película sobre Michael J. Fox, el documental producido por Apple TV+ sobre la vida del actor. En una de las reseñas, se remarca cómo el entrevistador de la película tiene que presionarlo para que hable sobre su dolor.
El daño progresivo del párkinson en el cerebro no solo produce temblores o rigidez en los músculos, sino que también lleva a los pacientes a sufrir lesiones de todo tipo, y por esto también ha pasado el actor: tuvo fracturas en los huesos del rostro, en los brazos, lesiones en la cadera, e incluso tuvo que ser operado por un tumor benigno en la espalda, lo que modificó aún más su forma de caminar.
“Aunque te ataque de todas estas formas sutiles, no mueres de párkinson, mueres con él”, reconoció en la entrevista. Al verlo hablar así, se nota la madurez en sus palabras y en su accionar, ya que comparándolo con los siete años posteriores a su diagnóstico, cuando ocultó la enfermedad y recurrió a ciertas adicciones para evadir lo que le pasaba, lo que vemos hoy es una persona completamente diferente.
Michael podría haber continuado con su vida, aprovechando su fama y su dinero para tratarse de las formas más disruptivas e innovadoras que la época podía ofrecer, pero quiso hacer algo por todos, y por eso inauguró en el año 2000 la Fundación Michael J. Fox para recaudar fondos e investigar todo lo relacionado con su padecimiento. De hecho, se ha realizado un descubrimiento alentador en estos días.
El estudio halló un biomarcador para el párkinson, es decir, una sustancia para detectar la enfermedad. “Esto lo cambia todo. En cinco años podrás saber si lo tienes, si alguna vez lo tendrás y cómo tratarlo”, afirmó el actor.
En una de las proyecciones que se están haciendo sobre su documental, Fox demostró un poco más sobre cuál es su punto de vista de las cosas. “La lástima es una forma benigna de abuso. Puedo sentir lástima de mí mismo, pero no tengo tiempo para eso. Hay cosas que aprender de esto, así que hagámoslo y sigamos adelante”, confesó.
En sus palabras podemos leer cierta actitud de “esto es lo que me toca, no voy a tirarme al piso a llorar”. Y cada persona es libre de enfrentar estas circunstancias como quiera y como pueda, pero él eligió la aceptación y entendió que podía ayudar a miles de personas, si así lo quería. Y así lo está haciendo desde hace 23 años con su fundación.
En noviembre del 2022, Michael recibió un Óscar honorífico por el trabajo realizado por su fundación (que hasta la fecha lleva recaudados más de 1750 millones de dólares para investigación), y viendo el aplauso de pie de sus colegas, el actor dijo: “Muchachos, me están haciendo temblar, paren”. Esto hizo reír a toda la sala, y por supuesto, mostró una vez más su actitud frente a lo inevitable.
Tomar las cosas como las toma Michael J. Fox no es fácil. Su nombre, su dinero, su fama, su familia, todo eso es único, y probablemente no tiene comparación con el resto de las personas del mundo que padecen la enfermedad de Parkinson, pero en su última entrevista, el actor resumió en unas pocas palabras su manera de pensar, y es un buen punto de partida para todos aquellos que atraviesen una enfermedad así.
“Reconozco lo difícil que es esto para las personas y reconozco lo difícil que es para mí, pero tengo un cierto conjunto de habilidades que me permiten lidiar con estas cosas y me doy cuenta, con gratitud, de que el optimismo es sostenible. Si puedes encontrar algo por lo que estar agradecido, entonces encuentras algo que esperar y continúas”.
Ver detrás de la vida de ciertas celebridades ayuda a humanizarlas y a entender que ellas también padecen los mismos problemas que el resto. La banalidad que está muchas veces sobre los famosos es más bien producto de los medios, pero puertas adentro sufren, ríen, disfrutan e incluso algunos, al igual que Michael J. Fox, ofrecen su ayuda a gente con menos recursos.