Mitos nocivos para llevar un estilo de vida saludable que todavía, extrañamente, creemos
Todos queremos ser hermosos y sanos, por lo que un estilo de vida saludable se convierte en una búsqueda habitual. Un entrenamiento diario, correr por la mañana, renunciar al azúcar y otros hidratos de carbono en la alimentación, estos y otros consejos similares, literalmente, nos bombardean desde todas partes. Los encontramos en las redes sociales, en las revistas, en conversaciones con amigos... Pero, ¿realmente son ciertos?
Genial.guru decidió averiguar qué estilo de vida es saludable y recopilar para ti los mitos que, siguiéndolos a rajatabla, solo pueden provocar daños.
Mito 1. Las etiquetas solo dicen la verdad
Si crees en todo lo que informa el envase de un producto, entonces lamentamos darte esta noticia desagradable. Los fabricantes recurren a muchos trucos para que el producto parezca menos calórico y más saludable.
En primer lugar, el contenido calórico puede indicarse, no por cada 100 gramos del producto, sino por ración. En este caso, el contenido calórico real es mucho más elevado. Por ejemplo, si en el envoltorio del chocolate pone la cantidad de calorías de un trozo equivalente a una ración, toda la tableta puede contener tres o cuatro veces más calorías.
El segundo truco popular es cambiar el nombre del ingrediente. Por ejemplo, si el producto contiene mucha azúcar, en su tabla encontrarás tres componentes: azúcar, fructosa y jugo de remolacha evaporado. Así, de azúcar encontrarás 15 gramos, pero en total siguen siendo 45. Si realmente quieres comer sano, debes leer con cuidado las etiquetas y seguir la vieja regla: cuantos menos ingredientes, mejor.
Mito 2. Regala tu cena al enemigo
Tal vez todos conozcan esa sabiduría popular que incide en una alimentación saludable: "Come el desayuno a solas, comparte tu almuerzo con un amigo y regala tu cena al enemigo". Pero las investigaciones contemporáneas demuestran que sería mejor recuperar esa porción. Rechazar de forma constante la cena implica una disminución del metabolismo, una bajada peligrosa del azúcar en sangre, un aumento de la fatiga y un aumento de calorías durante el desayuno y el almuerzo. En realidad, mejor cenar algo ligero y saludable: verduras y proteínas supondrán una excelente decisión que solo aportará beneficios a la figura.
Mito 3. Los entrenamientos diarios son perfectos
Solo los atletas profesionales, realmente, pueden ejercitarse diariamente, ya que sus músculos están preparados para someterse a la carga. Si, inspirados por la idea de los deportistas, comenzamos a visitar el gimnasio todos los días, este entusiasmo acabará dañando a los músculos, ya que simplemente no tendrán tiempo para recuperarse. Obviamente, los esfuerzos ligeros como ejercicios matutinos o asanas de yoga solo te mantendrán a tono, mientras que los entrenamientos completos deberían limitarse a cinco horas a la semana: así lo aconsejan los científicos.
Mito 4. Cuanto más sudas, más fuerte es la pérdida de peso
En este mito se basa la idea de trajes térmicos, saunas para bajar de peso o simplemente entrenamientos previstos para sudar "como un pollo". Pero, en realidad, la cantidad de sudor no influye en la eficacia de tu entrenamiento. Por ejemplo, durante una hora corriendo, en la que seguramente sudas mucho, quemarás entre 270 y 300 Kcal, mientras que durante una hora de entrenamiento con pesas, en la que apenas habrá sudoración, perderás 360 Kcal. Sobre el sudor, existe el mito de "derretir la grasa" en el baño sauna. En realidad, el consumo de calorías en ese tipo de baños es ligeramente más alto que estar sentado a temperatura normal, por lo que no te ayudará a bajar de peso. Pasar allí horas esperando el milagro carece de sentido.
Mito 5. El desayuno es la comida más importante del día
Todos hemos escuchado que llevar un estilo de vida saludable, y además perder peso, sin un buen desayuno es, simplemente, imposible. Pero, en realidad, no es así. Estudios recientes revelan que las personas que se saltaban el desayuno, durante el día comían menos que aquellas que habían empezado a comer desde la mañana. Ojo: se trata solo de aquellos que no querían o no tenían ganas de desayunar y se obligaban a sí mismos. Así que, si te despiertas, pero tu apetito no, no te atormentes por ello despertándolo violentamente: todo tiene su momento.
Mito 6. La pérdida de peso depende solo de la fuerza de voluntad
Cuando alguien dice que no consigue perder peso, muchos responden solo con el habitual consejo de comer menos. En la sociedad, se cree que perder peso es una cuestión de fuerza de voluntad y punto. No en vano, resistiendo al hambre no llegarás lejos. A la hora de contar con un cuerpo hermoso influyen tanto la genética como el estilo de vida. El cuerpo de cada persona resulta tan particular que la asignación de una dieta y ejercicio deben estar personalizados, y por lo tanto, siempre será mejor plantearlos junto a un médico.
Mito 7. Correr beneficia a todo el mundo
No exactamente. En realidad, el 79 por ciento de los corredores sufren lesiones durante su actividad y, en su mayor parte, correr se torna peligroso para aquellos que pisan primero con el talón, para las personas con pies asimétricos, así como también para quienes tengan un gran peso coroporal y falta de costumbre a la hora de ejercitarse. Además, en las personas mayores, correr puede provocar problemas cardíacos. Y, a pesar de todos sus beneficios, también puede causar una sobredosis: en este caso, se observa engrosamiento de las paredes del corazón, además de estrés oxidativo. Este efecto ocurre si corres demasiado. El tiempo óptimo oscila entre 30 y 50 minutos por día.
Mito 8. Los hidratos de carbono y las proteínas no pueden digerirse al mismo tiempo
En este mito se basa el movimiento dietético que promueve la separación de los alimentos. Por lo general, señalan que para la digestión de proteínas y de hidratos de carbono se requieren diferentes medios (ácido y alcalino), y al mismo tiempo, no se pueden crear en el estómago. Y formalmente todo es cierto. Pero la naturaleza es mucho más inteligente y más prudente de lo que pensamos, por lo que el procesamiento de los hidratos de carbono y de las proteínas, en el cuerpo, van por separado: la descomposición de los carbohidratos se lleva a cabo en la boca y en el intestino delgado, mientras que las proteínas se digieren en el estómago y en el intestino grueso. No vale la pena renunciar a un platillo de arroz acompañando al pescado a la parrilla: tu cuerpo encontrará la mejor manera de obtener el máximo beneficio de tus alimentos.
Con la moda de llevar un estilo de vida saludable, recibimos mucha información controvertida sobre la práctica de deportes y la forma de alimentarse, pero no vale la pena creerse todo. ¿Qué otros mitos sobre la salud conoces?