No pagaré la universidad de mi hija hasta que recapacite

Historias
hace 4 horas

El lazo que une a una madre y su hija es irrompible, aún cuando los desafíos que se presentan parecen abrumadores. Manejar la situación desde el amor y la compresión es fundamental. Ese es el caso de la madre de Ela, que ha decidido retener los ahorros para su universidad por su actitud desafiante y el creciente rechazo hacia ella.

“Soy madre soltera con dos hijos, Ela, de 18 años, y Jake, de 16. Mi esposo murió cuando los niños eran pequeños y dejó una póliza de seguro de vida, así que yo he estado ahorrando parte de ese dinero para su educación universitaria.

Desde que era niña, Ela siempre soñó con ir a una universidad prestigiosa, así que me aseguré de que supiera que el fondo que estaba creando para ella y Jake, era específicamente para su educación. No podía permitirme lujos como vacaciones o autos nuevos, pero quería asegurarme de que no tuvieran que pagar préstamos estudiantiles”.

“Sin embargo, recientemente las cosas se han vuelto tensas con Ela. Comenzó a salir con un chico llamado Matt hace unos meses y siento que su personalidad ha cambiado por completo desde entonces. Se ha vuelto distante, grosera y despectiva con todo lo que digo. Me ha dicho cosas hirientes como que la ’estoy asfixiando’ o ’la trato como a una niña’. Entiendo que está en una edad difícil, pero igual es duro lidiar con esas cosas.

He intentado darle espacio, pero la semana pasada, durante una fuerte discusión entre las dos, me dijo que iba a cortar todo contacto conmigo una vez que fuera a la universidad y que nunca miraría atrás. Me sentí devastada. Después de todo lo que he sacrificado, escuchar que me dejaría de lado fue desgarrador”.

“No quise reaccionar impulsivamente, así que esperé unos días para calmarme, pero finalmente tomé la decisión de que si ella realmente no quiere tener nada que ver conmigo, entonces no voy a financiar su educación. Le dije que si quiere cortar contacto conmigo, entonces debería tener cuenta que no va a contar con ese fondo. Ella explotó, me llamó vengativa, manipuladora y egoísta; insistía en que debía pagar por sus estudios. Piensa que estoy tratando de controlarla, sacándole en cara el dinero.

He hablado con algunos amigos sobre esto y las reacciones han sido variadas. Algunos dicen que estoy en mi derecho porque el dinero es mío, pero otros dicen que la estoy castigando y que estoy siendo controladora. Por ahora, guardaré ese dinero hasta que haya aclarado si su novio la está manipulando, ¿Soy una imbécil por quitarle el fondo universitario a mi hija?”.

Para manejar de forma sana estas situaciones es aconsejable:

  • Escuchar sin interrumpir: Ambos lados deben sentirse escuchados. Para evitar malentendidos, es clave que la madre y la hija practiquen la escucha activa. Tomarse el tiempo para comprender los sentimientos y preocupaciones del otro sin interrumpir puede abrir el camino hacia una mejor comunicación.
  • Fomentar el diálogo abierto y honesto: La transparencia es fundamental. La madre debe explicar con claridad por qué ha decidido retener el dinero, sin que su hija sienta que es una medida de control o castigo irracional. Al mismo tiempo, la hija puede compartir sus frustraciones y cómo las decisiones de su madre afectan sus planes y emociones.
  • Establecer acuerdos mutuos: Crear un plan donde ambas partes puedan comprometerse es esencial para encontrar un punto intermedio. Por ejemplo, establecer metas claras de comportamiento o académicas que, si se cumplen, permitirán liberar los fondos para la educación, puede generar un sentido de responsabilidad mutua.
  • Buscar la mediación de un tercero: Si la comunicación directa es difícil, acudir a un consejero familiar o un mediador neutral puede ser una opción efectiva. Un profesional puede ayudar a ambas a expresar sus emociones y pensamientos de manera más clara y sin la carga emocional que a veces dificulta las discusiones.
  • Separar el comportamiento de la persona: Es importante que la madre deje en claro que el problema radica en las acciones y no en la personalidad o valor de su hija. Esto evita que la hija se sienta rechazada o menospreciada, lo que podría alimentar aún más la rebeldía.
  • Fomentar la responsabilidad y la autonomía: Dar a la hija la oportunidad de demostrar su madurez a través de acciones concretas puede ser una forma efectiva de suavizar las tensiones. Esto podría incluir pequeñas responsabilidades financieras o decisiones que le permitan sentir que tiene control sobre su vida, mientras sigue respetando los límites establecidos por su madre.
Imagen de portada Good_Guest1421 / Reddit

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